Wheelman, como Drive pero sin lo Emo
Hace unos años, uno de los directores mexicanos más exitosos, no se si Iñárritu o Cuarón, no recuerdo para ser sinceros, soltaron una frase la cual si recuerdo a la perfección: Se ha perdido el cine clasemediero, ahora solo hay megaproducciones.
Como fan de cierto universo de superhéroes me vería algo hipócrita al decir que estoy de acuerdo con esa frase, pero la verdad es que si lo estoy, todas la cintas que vemos en cartelera o en noticias solo hablan de cosas en grande, todas buscando una trilogía o volverse una saga o peor un universo cinemático rentable que han relegado a las historias sencillas al olvido.
Por eso cuando me topé con este modesto thriller me llevé una muy grata sorpresa que toca temas que hemos visto en cintas como Baby Driver pero con un enfoque menos pretencioso y escándaloso y más enfocado a la velocidad y ritmo de la historia, la cual puede presumir de ocurrir en tiempo real prácticamente.
Frank Grillo, es el encargado de llevar en sus hombros el peso total de esta historia donde interpreta a un chófer de fugas para robos de bancos, un “Wheelman” en palabras gringas, que por cierto es la forma en la cual lo llaman en toda la cinta (muy al estilo drive). Al parecer todo pinta para ser una operación de rutina hasta que recibe una misteriosa llamada de su supuesto empleador quien le informa que los asaltantes a los cuales debe transportar lo planean matar y que debe dejarlos a su suerte o de lo contrario morirá.
La historia a partir de ahí te atrapa en un ritmo constante ya que todo el tiempo vemos a Mr Grillo al volante mientras discute con diferentes personajes al teléfono y trata de encontrar sentido a la trampa en la que se ha visto envuelto. Lo más curioso es que toda la acción de esta cinta se desarrolla dentro del automóvil y los escasos minutos que algo pasa fuera se aprecia desde el punto de vista del asiento del conductor para marcar su estilo.
El mayor logro de Jeremy Rush, el director y escritor de esta cinta, es que desarrolla una historia que se antoja muy lineal, pero con los giros adecuados y los ajustes necesarios para mantener la atención en lo que dura la película. No hay sub tramas que seguir, tampoco hay romances forzados, ni acción excesiva, la sobriedad es la firma de este filme y se nota también en el desarrollo del personaje el cual no oculta una personalidad secreta, ni es un melómano incrompendido o vaya, no tiene un gesto que lo hace único y especial. Es un tipo que es bueno para conducir y que busca zafarse de una muy mala situación.
En resumidas cuentas
Saquen una cerveza bien fría, unas botanas o su emparedado favorito mientras disfrutan de este modesto thriller que no tiene ninguna otra intención que la de entretener y hacernos pasar un buen rato.