When Marnie was There: bello cuento infantil con trasfondo adulto
Esta historia en particular es muy diferente a El Viaje de Chihiro o Princesa Mononoke donde el destino de muchos dependía de los protagonistas, aquí vemos la historia de una niña asolada por la adolescencia y que busca su identidad en un mundo que no parece preocuparse por ella.
Melancólica y relajante, es una cinta con un tono distinto, para disfrutarse en una lluviosa tarde de verano, algo melodramática para los amantes de la acción pero para nada aburrida o sosa, sin olvidar la impresionante calidad de la animación que pondría nervioso a Disney y Dreamworks con ese hermoso 2D.
Mi querida y apreciada colega Kim Tobías les dirá a detalle lo bueno y lo malo de esta cinta.
–Arquicruz
Argumento
En agosto del año pasado, el Estudio Ghibli sorprendió al anunciar la clausura de su producción de largometrajes, siendo When Marnie was There (Omoide no Marnie, 2014) la última cinta que vería la luz por parte de esta conocida casa productora de animación (esperemos que sólo sea temporalmente).
Recién estrenada en E.E. U.U. el pasado 22 de mayo y sin fecha de estreno para México, el segundo filme dirigido por Hiromasa Yonebayashi (también dirigió Arrietty y el mundo de los diminutos, 2010) está basado en una novela para adolescentes británica del mismo nombre y escrita por Joan G. Robinson. La historia se centra en la vida de Anna, una chica solitaria de 12 años que por razones de salud deberá viajar al pequeño pueblo de Norfolk con sus tíos; ahí conocerá a Marnie, una misteriosa chica que rápidamente se convertirá en su amiga pero quien tras esa imagen aparentemente normal, esconde muchos secretos.
Los sentimientos, el punto fuerte de la historia
Como es su costumbre, Ghibli nos adentrará en una historia llena de fantasía y conmovedoras situaciones a las cuales nos irá introduciendo desde el inicio del filme, esto acompañado de una belleza visual y narrativa totalmente disfrutable y con un toque de melancolía que resulta la esencia y punto fuerte de la historia. Dirigido obviamente hacia un público infantil, la condición solitaria de la protagonista y su poca aceptación hacia sí misma se convierten en cierto modo el centro de empatía para la audiencia que verá un cambio de actitud en la chica gracias a su amistad con Marnie, con quien logrará una conexión especial que conseguirá revelar sus más profundas inseguridades, un viaje que nos llevará a explorar los oscuros temores que se esconden en la mente de un niño y que raramente son vistos en cuentos animados.
Por la parte de la animación no hay quejas, los dibujos son tipo “old-school” o “dibujo a mano” que le quitan ese toque de frialdad que a veces se siente con los hechos a computadora, además de que encajan perfectamente con la ambientación y el tipo de historia que se maneja, siendo esto un punto a favor al momento de generar emociones en el espectador. También podemos apreciar numerosos paisajes hermosa y elegantemente proyectados, aunado a una narración simple cuyo tema central son los sentimientos y que aciertan en transmitirlos en cada parte de su estructuración.
Un toque Miyazaki que se extraña
Sin embargo, a pesar de su emotividad y belleza, la cinta dista de ser una obra maestra de esas que esperamos siempre de este aclamado estudio de animación; la magia a los que nos tienen acostumbrados se ve reducida ciertos grados, mostrándonos un desenlace de lo más predecible y aunque conmovedor, nos deja extrañando el toque Miyazaki que tanto invita a soñar lo extraordinario, ese que te inmiscuye en un mundo propio de fantasía sin que apenas te des cuenta y en el que encuentran estas animaciones su principal fortaleza y característica, dejando así la sensación de que algo falta.
Si van a ver esta cinta es importante tener en cuenta lo siguiente: estamos ante una historia Ghibli en donde la magia habitual no es lo que nos vamos a encontrar; sin embargo, el acierto de esta cinta y lo que me lleva a recomendarla (sobretodo como una fanática de la animación) es ese tema tan profundo, e incluso puede que un tanto complejo para el público infantil, sobre los sentimientos de los niños que pocas veces ahondan este tipo de películas pero que resulta conmovedor sobretodo desde una perspectiva adulta. Una tierna historia de entretenimiento familiar sobre amor y amistad que mezcla lo cotidiano con lo irreal, con la calidez y elegancia del sello Ghibli.