Zombieland: Double tap, decente remate
Director: Ruben Fleischer
Guión: Rhett Reese, Paul Wernick, Dave Callaham
Música: David Sardy
Cast: Woody Harrelson, Jesse Eisenberg, Abigail Breslin, Emma Stone, Rosario Dawson
Diez años han pasado y sigo sin poder cumplir la regla uno: Cardio… Amigos, por fin tenemos el estreno de la secuela de la mejor guía de sobrevivencia contra un apocalipsis zombie: Zombieland: Double tap.
De qué va:
Esta nota tiene spoilers, así que tomen sus precauciones, amigos; si prefieres no leerla hasta que hayas visto la cinta sólo te diré que te quedes en la sala ya que hay una escena post créditos.
La historia es narrada de nuevo por Colombus y se sitúa literalmente diez años después de dónde termina su predecesora, siendo el mundo postapocalíptico aún la realidad que se vive en el mundo. Ahora tenemos a un grupo mucho más experimentado y amalgamado que se divierte matando zombies y viviendo bajo sus propias reglas.
Qué si, qué no y qué meh…
Como en la primer entrega del 2009, Double tap repite la fórmula de sátira, gore, sarcasmo y humor negro tan característica de la primera. Sin tomar en cuenta el gore, estos son los elementos que más me gustan de estas películas cumpliendo su objetivo de divertir sin darle muchas vueltas al asunto.
En cuanto a los personajes, podemos ver una evolución de los mismos, nada exorbitante que los aleje de su esencia; sin embargo, podemos ver cómo “psicológicamente” han avanzado y enfrentan situaciones, no complejas pero que conectan con la audiencia. Por ejemplo, el complejo paternal de Tallahassee, el miedo sobre el compromiso a largo plazo de Wichita y la necesidad de salir del nido de Little Rock.
La sátira sobre las nuevas generaciones agrega un plus a la fórmula ya establecida y la escenografía y música pasan a ser la cereza del pastel de esta historia, logrando que en general sea una película redonda y bien ejecutada.
La película tiene varios detalles que en lo personal no me gustaron, sin embargo, no necesariamente son malos, son sólo detalles… Me faltó que volvieran a hacer alución a los twinkies con Tallahassee, ya que era parte de su esencia en la primer película.
Al principio de la historia, hacen el planteamiento de que los zombies están evolucionando convirtiéndose en criaturas que pueden llegar a resolver problemas complejos, son rápidos y sigilosos como un ninja o tan tontos como Homero Simpson. Esta narrativa fue desperdiciada al o largo de la cinta, donde entre más avanza la trama parecen olvidarlos y llegando al clímax de la historia con los mismos zombies de la primera.
El personaje de Madison me gusta en la trama gracias a la dinámica que genera con los personajes de Stone y Eisenberg, sin embargo, hacia el final de la película se vuelve innecesario, siendo en mi opinión un personaje que crece a lo largo de la historia y al final lo regresan a como nos lo presentaron.
De igual manera los personajes de Luke Wilson como Albuquerque y Thomas Middleditch como Flagstaff hubieran expandido el mundo en Zombieland, agregando que nuestro grupo no son los únicos sobrevivientes lo suficientemente hábiles para sobrellevar el mundo postpocalíptico e igual que Madison, terminan con un final innecesario dejándome un “meh” sobre su participación.
Como comenté, estos detalles son ya un gusto completamente personal que si están o no, no impactan.
Zombieland: Double tap es una secuela divertida y bien hecha que complementa lo que vimos hace diez años digna de entrar en el grupo de segundas partes bastante decentes.
Lo bueno: Sátira, humor negro, sarcasmo, balazos y zombies.
Lo malo: Cuenta con elementos que a lo largo de la cinta se olvidan.
Mi sugerencia: Vaya y pase un buen rato.
A esta película le doy