Zootopia: Un salvaje y divertido thriller animado
La narrativa es sencilla, como sacada del molde para hacer galletas y seguir satisfaciendo la demanda animada: Una heroína poco convencional con el objetivo de escapar del estándar de su “especie”; un cómplice paria de la sociedad aquejado por sus inseguridades; y finalmente, una trama donde un conflicto une a esta pareja dispareja para desenmascarar la intriga en relación a la figura antagónica y sus motivos. Incluso el director Rich Moore en su anterior obra ya había dibujado de manera obvia estos elementos convertidos ahora con Zootopia en una especie de firma autoral, que tampoco es otro cosa más que la misma fórmula prefabricada de Mickey Mouse
Entonces ¿Qué hace de Zootopia un agradable producto distintivo de su género y/o formato? A pesar de la notoria copia argumental, Moore y Byron Howard logran encausar una rica mezcla de comedia y thriller para edificar lo que en su contexto es una inteligente e incisiva crítica social – racial. La obra en sí es una típica “buddy – movie” que recuerda mucho a esas películas ochenteras de policías, pero también es un mensaje racial envuelto en un cuento criminal bastante interesante.
Dicho doble discurso hace subsistir al cliché con un agregado de elementos y tendencias culturales de hoy en día que producen una empatía y apego de parte de diferentes tipos de audiencias (infantiles, jóvenes y adultas): medios amarillistas, corrupción política, estrellas pop convertidas en líderes de opinión, tecnología y uso de Smartphone y aplicaciones, mafia, clara proyección de niveles socioeconómicos, conflicto racial, humor negro y por supuesto, la moraleja de sincera amistad que ya se ha vuelto un hábito en la dupla directiva (Bolt, Wreck It Ralph). Los guionistas ponen todo esto en su lugar para que el juego del thriller se desarrolle de manera natura, ágil y divertida sin que se sienta un exceso.
El dúo protagonista no es ajeno al reciclaje de un perro y gato o de un demoledor y una niña corredora de autos, pero al final resulta único y entrañable gracias a su eficaz delimitación dentro de este universo animal estructurado desde el segundo uno. El desarrollo de la historia también permite dos valores que agregan un plus en este rubro: el primero es el lucimiento de algunos personajes secundarios tales como el jefe de policía, el alcalde o el líder de la mafia ¡Vamos! Hasta la inclusión de Shakira no trastabilla en esta mitología; el segundo es la divertida química entre estos animales cargadas de diálogos inteligentes y momentos de una ritmo narrativo formidable, sobre todo hacia el primer acto de la cinta en la construcción del vínculo entre la pareja principal
El problema viene en un doble giro y en la falta de credibilidad de su figura antagónica. Aunque esta vuelta de tuerca se ve venir desde principio dadas las condiciones de su historia, al final el espectador sentirá que ni el motivo ni la figura pesan lo suficiente para justificar el complejo tema criminal – social propuesto. El final desdibuja y al final resta puntos a algo que hubiera equiparado a la ya mencionada Ralph en cuanto a genialidad.
Como mención honorífica en esta ocasión hay que aplaudir el doblaje. A pesar de que en las voces originales se encuentran nombres experimentados en el formato como Jason Bateman, Bonnie Hunt y Alan Tudyk y figuras de moda como Idris Elba y J.K. Simmons, su formato al español hace relucir el buen uso del idioma respetando los diálogos, trama y dejando de lado los modismos ridículos, no sin antes agregar un toque especial con los apellidos de todos los personajes.
En conclusión, Zootopia es una buena y divertida cinta, bien concebida y desarrollada a pesar de no escaparse de la misma receta moralina Disney. Algunos de sus momentos significan un oasis de calidad en el formato y género con una dirección trepidante y excelente ritmo. Falla en su conclusión, pero el manejo de temas complejos y ese equilibrio entre la comedia y el thriller hará disfrutar tanto a chicos como a grandes. Desgraciadamente la genialidad se le escapa no porque no tenga lo suficiente, sino porque simplemente esta historia ya se ha visto; el tiempo decidirá su olvido o su referente.
