3 Anti Recomendaciones Cutre Mexicanas para Halloween

Queridos lectores, seguramente ya están se están preparando para aventarse los maratones de películas de horror que varios canales anuncian en su programación especial del fin de semana, donde se juntan Halloween y nuestro tradicional Día de muertos. En Cinescopia como siempre, preocupados porque no pierdan su valioso tiempo, les compartimos éstas tres anti recomendaciones, luego no digan que no les advertimos.

 

Ladrones de tumbas (Rubén Galindo Jr.)

Un grupo de profanadores de tumbas encabezado por Ernesto Laguardia, Erika Buenfil y la economista Andrea Legarreta -todos ellos en sus años mozos- revive por accidente a un hereje que, en los tiempos de la colonia fue capturado mientras intentaba engendrar al hijo del chamuco. El siniestro personaje quién, antes de morir amenazó a su inquisidor, diciéndole algo así como “un día regresaré a dejar panzona a la hija de uno de tus descendientes”, no cuenta con que su futuro suegro es nada más y nada menos que Fernando Almada, en el rol de un policía municipal sombrerudo, quien como se puede apreciar, sin su hermano Mario (Almada) nomás no da una. Mientras el poli anda por aquí y por allá buscando respuestas sin sentido, el asesino sobrenatural en calidad de momia con botas, se da gusto clavando tremenda hacha en la humanidad de las estrellitas telenoveleras. El realizador ofrece algunas escenas sanguinarias intentando emular al cineasta italiano Dario Argento pero a lo mucho consigue recordarnos un anuncio de Catsup La Costeña.

 

Cementerio del terror (Rubén Galindo Jr.)

El doctor Camilo Cardán (Hugo Stiglitz), una versión mexicana del Doctor Loomis del filme clásico Halloween, advierte a la policía que el asesino abatido a tiros es el mal encarnado, por lo que sugiere se incinere el cuerpo. Cheque usted querido lector la originalidad del argumento, ya ni la chiflan. Mientras al mata-sanos lo tiran de a loco, un grupo de amigos se mete a una casa abandonada igualita a la de Michael Myers, pues por cierto, vaya a usted a saber porqué, la historia se sitúa en Estados Unidos, según. El caso es que en ese lugar encuentran un libro satánico, sí, igual que en Evil Dead. A uno de los chavos se le ocurre robarse un cadáver de la morgue para hacer un rito satánico en el panteón, dizque para asustar a las morras y motivarlas a que aflojen sus cositas, obviamente la “brillante” idea revive al asesino y a sus muertos compinches, que en verdad están re pinches.

El vomitivo cineasta Rubén Galindo Jr. contraataca contando con casi idéntico reparto pero incluyendo al barbudo Hugo Stiglitz y al ex – timbiriche mega higadazo Lalo Capetillo.

 

Dimensiones Ocultas (Rubén Galindo Jr.)

Otra curiosidad más de los Galindo situada en los United, como si con eso le dieran más caché a sus producciones cutres. En ésta ocasión el protagonista es un gringo rodeado de actores mexicanos que ostentan nombres como Robert (Raúl Araiza Jr.),  John (Roberto Payazuelos), Debbie (Cecilia Tijerina), la Teacher (Edna Bolkan), Mrs. Smith (Helena Rojo), faltando solo el Brayan. La historia va de un chavo de high school que en su cumpleaños recibe de regalo una Ouija con la que se desatan una serie de horrores sobrenaturales que harían morir de risa loca a Freddy Krueger. Apoyado en un pésimo trabajo de maquillaje, una edición del carambas, unos diálogos telenovelescos y las risibles actuaciones del reparto, Galindo Jr. nos obsequia otro pseudo slasher donde queda demostrado que el director conoce el ABC del cine a la perfección, bueno, su ABC (Absurdo, Burdo y Catastrófico).

 

Que todas sean de Rubén Galindo Jr. fue una mera coincidencia, no invoquen a los demonios, una disculpa a su audiencia.

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Acerca del autor

Flaco Cachubi     blogcinefantastico.blogspot.mx/

Amante del séptimo arte desde que tiene memoria o lo que es lo mismo desde que vio Superman. Sus géneros favoritos son el horror, la fantasía y la ciencia ficción. Ferviente admirador de Hitchcock y asiduo lector de Stephen King. El cine de luchadores, su máximo placer culposo. Se describe a sí mismo como un ser viviente que cultiva su mente, para ser un cadáver muy culto.


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