5 buenas películas sobre el desierto australiano que no son Mad Max
El árido y desolado desierto australiano ha sido un constante invitado en la historia del cine formando parte esencial de la obra cinematográfica del continente de Oceanía. Dicho paraje se ha posicionado como un exponencial de soledad, horror, dolor y violencia, sin embargo, para los fines narrativos y visuales que otorga el séptimo arte, ha proyectado también durante todo este tiempo una poderosa, hermosa y vistosa naturalidad que sirve como el marco ideal a relatos memorables en géneros que van desde el road – movie, la ciencia ficción, la aventura, el western, y el terror, hasta la comedia y el romance; una rica gama de rubros que hacen comunión perfecta con esos paramos que se expanden hasta el infinito y en donde nuestros héroes, antihéroes o villanos desencadenan una serie de situaciones que persiguen la esperanza de la supervivencia.
Pero algo parece afectar al ente que se atreva a pisar este territorio. Si bien hemos revisado y experimentado la locura adentrándonos a sus más oscuros rincones y sus carreteras dentro de la saga Mad Max, otras características demenciales, extrovertidas, terroríficas y enigmáticas se hacen presentes en este hostil ambiente, de las cuales hemos sido testigos gracias al cine.
Revisemos pues, otras 5 cintas australianas que tienen como su principal protagonista a esos grandes desiertos.
Bonus. Cargo (Ben Howling, Yolanda Ramke, 2013)
Fabuloso cortometraje que todos los sedientos por cine de zombis deberían ver. En tan solo 7 minutos, los directores, actores y guionistas trazan la historia de un padre que, en medio de un apocalipsis zombi, debe cruzar el desierto para proteger su carga más preciada: su bebé. El problema aquí no son las corretizas de cientos de muertos vivientes, sino algo mucho peor, pues el dichoso padre corre contra reloj contra él mismo que ha sido mordido, y solo es cuestión de tiempo para su conversión. El desierto juega aquí un protagonismo importante forjando la desesperanza y tensión durante largos y magníficos 7 minutos.
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Wolf Creek (Greg McLean, 2005)
Una de esas películas de horror que libra los cliché gracias a tres factores: La primera, una gran presencia actoral que recae en el sádico villano interpretado por John Jarratt; la segunda, una ambientación cruda y áspera, por supuesto nos referimos al desierto australiano; y la tercera, un gore tan realista y una violencia estética tan creativa que la hace inolvidable para los fanáticos del género y para algún otro despistado que caiga en su visionario. Aunque su originalidad no es su fuerte, el inquietante y ágil suspenso así como el cuidado en todo el sangrerío hacen de esta cinta una infravalorada del género que debe verse
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The Adventures of Priscilla, Queen of the Desert (Stephan Elliot, 1994)
Un clásico de las road-movies y del cine de temática homosexual, Felicia y Mitzi son dos reinas drag y Bernadette una transexual que deben recorrer en una casa rodante todo el desierto de Australia para llegar a un hotel de Alice Springs y dar un espectáculo para el que fueron contratadas. Las actuaciones de Stamp, Weaving y Pearce como las locas susodichas son inolvidables, así como las aventuras y situaciones planteadas en un hábil desarrollo narrativo de un poco más de hora y media. El relato se redondea al plantear una triple delimitación de lo más interesante y compleja alrededor de sus heroínas, las cuales seas o no gay, causan una empatía inmediata haciendo cómodo todo el transcurso en aquel caluroso y pintoresco carruaje (Virtud que muchas películas de temática homosexual no suelen tener tratándose de espectadores no gay)
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Rabbit-Proof Fence (Phillip Noyce, 2002)
Aunque su tono en variados momentos incita a la fácil lagrima de la manera más hollywoodense posible, la odisea de tres niñas a través de 1500 millas del desierto para escapar de un campo de concentración (Donde son raptadas desde para ser entrenadas como empleadas domésticas), es uno de los más brutales ejemplos cinematográficos del racismo, más aun cuando la historia está basada en hechos reales. La hermosura de su ambientación y fotografía conlleva también un examen de conciencia y conocimiento para enterar del abuso del invasor blanco al nativo australiano, el cual estará presente como un elemento narrativo imprescindible en los siguientes dos primeros lugares, posicionándose así como quizá el principal icono de la cinematografía de aquel continente
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Walkabout (Nicolas Roeg, 1971)
Gratos recuerdos se me vienen a la mente al haber recordado gracias a mi colega Bedub a esta joya cruenta en forma pero bella en contexto: Un padre lleva a sus dos hijos al desierto para antes que abandonarlos dispararse así mismo. Este trágico y extraño suceso servirá para desglosar un compendio de aventuras y ritos de iniciación no solo de parte del par de hermanos blancos, sino de un niño aborigen que los acompañara y ayudara y el cual está pasando por su etapa de iniciación para formar parte de su aldea y convertirse en un adulto. Este visionario requiere toda la capacidad de asombro del espectador, sobre todo al estar presente ante una maravilla visual que profundiza en el horizonte y paisaje australiano como parte de la vida de sus habitantes, nativos o no. Sin duda la película más completa de este pequeño ranking, sin embargo…
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The Proposition (John Hillcoat, 2005)
Esta cinta requiere un lugar especial dentro de todo ranking tanto australiano como del western. Primeramente estamos ante un experimento audio – visual donde el extravagante músico Nick Cave se encarga del libreto, de los poéticos diálogos en voz off y de la parte sonora ; su director John Hillcoat funge como una especie de pintor de viñetas al colorear los cuadros desérticos plasmados por el mismo Cave, pero es en su resultado final donde uno puede dar cuenta que estamos ante una de las mejores copias narrativas del séptimo arte, al ser The Propositiion ni más ni menos que un remake no oficial de Apocalypse Now, solo que en lugar de selva nos encontramos ante el maravillosamente terrorífico desierto australiano, y en lugar de un contexto bélico nos encontramos ante un sólido western. Un forajido debe pactar con la autoridad para cazar y capturar a su demente hermano y pandilla, todo esto para salvar a su otro hermano menor que se encuentra encerrado bajo pena de muerte. Pearce es el primero de los extrovertidos y carismáticos personajes en escena como el silencioso y rígido forajido, el cual tendrá que recorrer el desierto para infiltrarse en el grupo criminal y salvar la vida de su sangre. Fantástica y bizarra concepción que no debe pasar por alto.
2 Comments
Fuera de “Priscilla…” ninguna de estas me parece haberla visto. Se agradece no haber considerado el eructo fílmico “Australia” del desencantado Baz Luhrmann.
Hace poco vi una aceptable película, que paso por aquí sin mucha pena ni gloria, llamada “Tracks”, un filme basado en hechos reales, de la escritora Robyn Davidson, protagonizada por la anodina Mia Wasikowska. Me pareció un buen road movie, feminista e intimista, donde se usa el desierto de Australia como contexto y pretexto para cruzarlo y probar que si se puede cruzar (?). Me recordó, sin los flashbacks y el tono de auto-redención de “Wild” donde sale Reese Witherspoon…
Saludos!!
Perdone estimado pro la demora, no me habia dado cuenta. No he visto su recomendación pero la apuntaré en mi lista estimado gracias
Le recomiendo sobre todo las primeras dos del top, dos cintas imperdibles y que le gustarán mucho, seguro
Saludos y gracias por comentar