5 Películas para recordar a Carol Reed
El 25 de abril de 1976 muere el director ingles Carol Reed, quien es reconocido por su adaptación de algunas obras del novelista Graham Greene, quien dijo en su momento:
“Reed tiene más talento que la gran mayoría de directores veteranos de Inglaterra”.
Recordemos 5 de sus películas más emblemáticas e importantes:
LA AGONÍA Y EL ÉXTASIS (1965)
Dirige en Hollywood una excelente adaptación de la novela histórica de Irving Stone sobre la creación de la Capilla Sixtina a cargo de Miguel Ángel personificado por Charlton Heston y su relación de amor-odio con el Papa Julio II, que le encarga el trabajo, papel encomendado al actor Rex Harrison. A pesar del excelente reparto, la película no tuvo la acogida del público que se esperaba, pero a pesar de ello, no deja de ser una cinta digna de disfrutarse.
NUESTRO HOMBRE EN LA HABANA (1959)
Con la colaboración de Graham Greene en el argumento y basado en su propia novela, dirige este sensacional relato de espionaje y humor negro sobre un funcionario diplomático que engaña a sus superiores con la finalidad de no perder su empleo. Entre el gran reparto figuran los nombres de Alec Guinness, Burl Ives, Maureen O’Hara y Ralph Richardson.
EL ÍDOLO CAÍDO (1948)
La película narra la vida de un matrimonio que se desempeña como personal de servicio de una embajada que tiene a su cuidado al hijo del embajador y un triángulo amoroso en torno a esta situación. Esta Una película que le valió el León de Oro del Festival de Venecia, así como varias nominaciones para los Óscar (entre ellas, las de mejor director y guion original a Graham Greene).
OLIVER (1968)
A finales de los años 60, con esta obra Reed realiza su última gran colaboración al mundo del cine, un exuberante musical sobre el clásico de Charles Dickens que ganó seis Óscars de la Academia, entre ellos el de mejor director. Precisamente uno de los protagonistas era Oliver Reed, su sobrino.
EL TERCER HOMBRE (1949)
Nuevamente con guion original de Graham Greene, realiza la que sería su obra cinematográfica cumbre por su dirección artística y el uso de una narrativa novedosa, que la convertiría en uno de los clásicos del cine mundial. Contribuyeron al éxito de la película las magníficas actuaciones de Joseph Cotten, en el papel de un escritor que viaja a la Viena dividida tras la guerra para visitar a un amigo, protagonizado por el actor Orson Welles, que se complica por la aparente muerte de éste. Reed no consiguió el Óscar, a pesar de estar nominado, pero sí que consiguió el premio del Festival de Cannes por ese filme.
Cabe mencionar que el tema musical de la película se convirtió en un clásico. Por todo ello, en su momento, la película fue considerada la mejor película británica de la historia del cine.
