Alan Smithee, el Director que nunca existió
68 años en la industria cinematográfica y el buen Alan no deja de trabajar; su extenso currículo incluye más de 130 títulos dirigidos (de entre películas, series de televisión, cortometrajes, videoclips, documentales), 31 como escritor y hasta algunos como actor. Inclusive Smithee se ha desempeñado en los departamentos de sonido, edición, producción, fotografía, dirección de arte, efectos especiales y hasta en el maquillaje… todo un estuche de monerías el realizador, pero ¿Dónde esta el misterio? Que nunca nadie lo ha visto.
Alan Smithee o Smythee (A veces se cambia el nombre a Adam o Allen) es el seudónimo que los directores, productores, guionistas, actores o cualquier otro involucrado en el cine utilizan para aparecer en los créditos finales de alguna cinta ¿La razón? Tienen vergüenza de su nefasto trabajo. Alan Smithee es el anagrama de “The Alias Men”, creado por el sindicato de directores en 1955, año en cual el inexistente realizador tuvo su primer trabajo en la televisión al dirigir el cortometraje The Indiscreet Mrs. Jarvis; Alan seguiría en la pantalla chica hasta el 68 con algunos otros cortos, un documental y una cinta para dicho formato sustituyendo a Jud Taylor.
Fue hasta 1969 donde Smithee comienza su carrera cinematográfica gracias al actor Richard Widmarck en el western “Death of a Gunfighter”, nada ni nada menos que sustituyendo a Don Siegel, el cual fue traído por el protagónico para refrescar la visión del director original, Robert Totten. Claro que a Bob no le gusto nada la idea, y el producto final fue tan vergonzoso que ninguno de los dos directores quiso ver reflejado su nombre en los créditos, así que Smithee se quedó con el film.
Ningún rubro es ajeno para Smithee, pues puede dirigir tanto un film como series de televisión de la envergadura de McGyver y Twilight Zone, series animadas como los Tiny Toons y The Simpsons, así como también videoclips de Whitney Huston (la famosa I Will Always Love You) y de Destiny´s Child (Lose My Breath) ¡Maestrazo!
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, pues la carrera de Alan se ha caracterizado por suplir directores mediocres en cintas con serios problemas de producción y tomando la batuta cuando un film es alterado para la pantalla grande o chica.
Algunos logros y datos sobre Smithee.
Jud Taylor, responsable de haberle otorgado su primera oportunidad a Smithee en un largometraje, le volvió a dar trabajo cuando este lo sustituyó nuevamente en la dirección de City in Fear de 1980 (cuando alguien recurre dos veces a Alan, debería pensar seriamente si el cine es lo suyo).
Algunas de las obras mas importantes de Smithee son Catch Fire de 1990, donde dirigió a Jodie Foster y a Dennis Hooper; Birds II de 1994, secuela de la obra de Hitchcock; y Solar Crisis de 1990 donde tuvo la oportunidad de trabajar a lado del legendario Charlton Heston.
Inclusive un film de Smithee estuvo nominado para Mejor Película en el Festival Internacional de Fantasía de 1997: Hellraiser 4.
Pero innegablemente el trabajo mas importante de Alan fue haber dirigido Dune, de la mano del Maestro David Lynch, pues este ultimo al ver que su cinta fuera recortada para su proyección en la televisión, encargo a su buen amigo Smithee que se encargara de la dirección de esta.
Alan también estuvo nominado a un Razzie como peor director por su obra autobiográfica “Burn, Hollywood, Burn”, cinta de 1997 donde actores como Stallone, Goldberg y Jackie Chan presionan y desesperan a un director llamado Alan Smithee (Interpretado por Eric Idle), ya que su ultimo film esta resultando un verdadero desastre. La película en realidad estuvo dirigida por Arthur Hiller, pero el resultado fue tan caótico que claro… Smithee se encargo de todo lo demás. Al final esta cinta fue nominada a 9 Razzies, llevándose 5.
En lo personal, yo conozco muchos nombres en la industria cinematográfica que deberían ceder su crédito al buen Alan Smithee, pues al menos dejarían que alguien honesto trabajase y de paso… tendrían un poco de vergüenza laboral (¿Verdad Villeneuve?)
2 Comments
Estimado el problema es que hay quienes creen que su películas son obras de arte, un ejemplo Michael Bay, quien es un sinvergüenza que no esconde su nombre. También entre los actores sucede esto digamos Ryan Reynolds.