Arquitectura de un Mundo: Tolkien y la Tierra Media
Hoy 3 de Enero a las 9:00pm se celebra el tradicional brindis en honor al mundialmente conocido maestro John Ronald Reuel Tolkien, creador de uno de los universos fantásticos más completos y complejos que se hayan visto antes, me refiero a la Tierra Media: Hogar de Elfos, Magos, Balrogs, Señores Oscuros y un sin fin de criaturas salidas de su imaginación y de culturas europeas. A través de estos textos no les hablaré sobre las películas sino todo lo que inspiro a este amo de las lenguas a crear un mundo con tanto detalle.
Tolkien nació un 3 de Enero de 1892 en Bloemfontein, Sudáfrica. Su padre murió cuando el era muy joven y su madre decidió mudarse a Inglaterra y convertirse al catolicismo en contra de la opinión de sus familias; este hecho marco profundamente al joven Tolkien, quien pronto descubrió que había que luchar por todo lo que deseaba tener. Otro hecho que marcaría fuertemente a este hombre sería la perdida de su madre en Noviembre de 1904 y entonces entraría en su vida la figura masculina que serviría de guía para Tolkien y muchos atribuyen a este la inspiración para el personaje llamado Gandalf; me refiero al padre Francis Morgan, quien fungió como su tutor legal, de el y su hermana menor Hilary, hasta que fueron mayores de edad.
Cuando ingresó a la escuela King Edward’s School en Birmingham conoció a tres individuos con intereses muy en común y fundaron su propio club: The Tea Club and Barrovian Society (TCBS): y los integrantes eran Robert Gilson, Geoffrey Bache Smith, Christopher Wiseman y claro Tolkien. Aparte de conocer a estos jóvenes a la edad de 16 años conoció a la que sería su Luthien Tinuviel, Edith Bratt; con quien establecería una amistad que llegaría hacerse más profunda con el tiempo; pero el padre Morgan temía que Tolkien dejara sus estudios a causa de este amor cuando tenía 18 años y le prohibió verla hasta que el cumpliera los 21, cosa que J.R.R. cumpliría estoicamente.
Tolkien se graduaría de Oxford en la Lengua Inglesa y Literatura, sería reconocido por sus estudios en el inglés antiguo y una obra llamada Crist de Cynewulf y sería la inspiración para desarrollar los lenguajes más populares del mundo geek: La Lengua de los Elfos. Las cosas pintaban bien para Tolkien luego de una infancia y adolescencia difícil, pero ignoraba que el mundo estaba por darle la peor de sus sorpresas.
En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial, Tolkien no se enlisto de inmediato como el resto de sus 3 amigos, primero se casó con Edith Bratt en Warwick el 22 de Marzo de 1916 y luego partió a Francia a combatir justo a tiempo para la ofensiva de Somme y su cruel guerra de trincheras donde luego de meses de servicio cayó víctima de una fiebre que era común por las condiciones infrahumanas en las que vivían los soldados. Mientras el estaba en Staffordshire en recuperación, dos de sus amigos ya habían muerto, pero Christopher Wiseman escribió una última carta antes de salir a un patrullaje, patrullaje del que no regresaría con vida. La carta decía lo siguiente:
“May God bless you, my dear John Ronald, and may you say the things I have tried to say long after I am not here to say them, if such be my lot.”
Esto en palabras llanas era una invitación a Tolkien para que contara las historias que ellos siempre habían soñado contar. Esto impulsaría a John a escribir y trazar los esbozos de su primer libro que no fue el Hobbit, sino el Silmarillion; en donde podemos ver reflejado en esos textos toda la crueldad de la que atestiguó durante la guerra. También sería la última vez que la caballería se usara en una guerra, así como la aparición de los tanques de guerra, a los cuales retrato como los dragones en las historias de este libro.
Para 1925 el puesto de Profesor en Anglo-Sajón de Oxford quedó vacante y Tolkien aplicó para el puesto. Para este tiempo ya habían nacido 4 de sus 5 hijos, ya tenía otro club llamado “Viking Club” donde contaban sagas de esa cultura y parrandeaban muy sabroso; también colaboró con E. V. Gordon para la edición de Gawain and the Green Kgnight y continuaba trabajando en The Book of the Lost Tales, al mismo tiempo que perfeccionaba los idiomas élficos (Quenya y Sindarin).
Su vida siguió sin muchos cambios dramáticos, nació su única hija Priscilla en 1929. El tomaría la costumbre de escribir e ilustrar cartas a sus hijos como si fueran de Santa Claus; las cuáles serían publicadas en 1976 bajo el nombre de “The Father Christmas Letter“. También contaba a sus hijos muchos cuentos a la hora de dormir de donde salieron varios pasajes para muchos de sus trabajos, pero la mayoría quedarían solo en la memoria de sus hijos.
Para estos años ya tenía un grupo de amigos de Oxford que se les conocía como the “Inklings” una palabra inventada por ellos, y que hacía referencia al oficio del escritor; entre estos se encontranan Messrs Coghill y Dyson, así como Owen Barfield, Charles Williams, y por supuesto C. S. Lewis, quien sería el amigo más cercano de Tolkien y de quien se dice se inspiró para el personaje de Bárbol o TreeBeard.
Más adelante, Tolkien se toparía con una hoja en blanco con unas palabras que muchos conocemos:
In a hole in the ground there lived a hobbit…
Esa frase capturó al lingüista y se dedicó a investigar todo sobre ella, para luego tener un borrador en 1936 que entregaría a publicaciones George Allen and Unwin, quienes lo publicarían en 1937, luego de haber sido revisado por Rayner Unwin de 10 años, hijo de Stanley Unwin, jefe de la editorial.
Luego de este éxito literario, Tolkien trató de publicar el Quenta Silmarillion, su primera obra; pero fue rechazado y criticado por su poesía pero felicitado por su prosa. Esto caló en el profesor, pero eso no fue todo, le pidieron un secuela del Hobbit. Esta secuela tomaría 10 años en escribirse, tendría una mayor carga dramática, con un prosa más refinada pero a la vez extremadamente descriptiva y con un argumento más oscuro a su predecesora, nos referimos a la Madre de las Trilogías: El Señor de los Anillos.
Esta obra originalemente era un sólo tomo que parecía uno de esos antiguos diccionarios, pero Rayner Unwin (quien ya era un adulto) convenció a Tolkien de partirla en 3 libros que se publicarían entre 1954 y 1955. Al principio la editorial ahora llamada Harper Collins temía perder la cantidad de 1000 libras esterlinas por este proyecto, pero fue todo lo contrario. Esta obra impactó al mundo en maneras que ni el mismo profesor de Lengua Inglesa y Literatura de Oxford hubiese imaginado nunca.
Supongo que a estas alturas están con una de sus cejas arqueadas preguntándose cuál es el punto de toda esta biografía mocha que estoy relatando. Bueno, para comprender por completo la obra de Tolkien hay que comprender al autor mismo. John Ronald Reuel no era un escritor aunque le gustaba contar historias, era un lingüista, su pasión eran los lenguajes y las palabras.
La Arquitectura de un libro que no se podía filmar
Tolkien escribió The Lord of The Rings como un solo volumen que a su vez estaba divido en seis libros; realmente un libro muy extenso y grande que hubiese sido muy difícil de vender. Recordando el hecho que el profesor era un lingüista, no un escritor y en esta obra se refleja esto no por su falta de hailidad sino por su manera tan personal de contar la historia.
Para todos aquellos que gustan de la lectura y no han leído esta magnífica pieza literaria, si se animan a hacerlo notaran todo esto que les comento. Aparte J.R.R. estructuró el libro de una manera que sumergía al lector de forma distinta a otras aventuras, ya que el lector no estaba al tanto de todos los personajes. Por ejemplo: al iniciar la lectura de las Dos Torres el tomo se divide en dos libros; uno donde narra las aventuras de Aragorn y sus acompañantes hasta el final de la Batalla del Abismo de Helm y el otro cuenta el viaje de Frodo y Sam y por medio de pequeñas referencias el lector se hace una idea de lo que estaba ocurriendo.
Todo esto representaba una pesadilla para cualquier director y editor que quisieran echarse esa trompo a la uña, para poder hacerlo debería conocer completamente la obra de Tolkien, no sólo haberla medio leído, requería compromiso, requería un verdadero fan de la obra y que el maestro quisiera que se filmara la película.
Para todos es sabido que The Beatles lucharon por hacer una versión cinematográfica y hasta intentaron involucrar a Stanley Kubrick, quien rechazó el proyecto argumentando que la obra era demasiado extensa para filmarse y después saldría a la luz que el mismo Tolkien desdeñaba la idea. Este señor tenía un gran amor a su obra y aunque una buen cantidad de dinero extra nunca está de más, John se negaba a ver mutilada su obra.
Pero para 1976 (Tolkien ya había muerto), Saul Zaentz obtendría algunos derechos de los libros y en el 77 saldría la versión animada del Hobbit de Jules Bass y Arthur Rankin Jr, luego en el 78 saldría a la luz la conocida animación de Ralph Bakshi llamada The Lord of The Rings la cual no contaría con ninguna secuela, pero luego los mismos que animaron el Hobbit harían una secuela no oficial llamada The Return of the King y sería uno de los tantos problemas y confusiones legales que rodearía esta obra.
Tolkien, los objetos de Poder y el amor a la naturaleza.
En la obra del maestro están presentes los objetos preciosos y de gran poder; en cada relato importante siempre había una joya de gran valor que impulsaba a los hombres, elfos y enanos a pelear entre ellos con consecuencias trágicas y catastróficas. Su formación católica se podía notar al hacer presente los pecados tales como la envidia, la soberdia, la gula y sobretodo ese desprecio que tenía por la gente que siempre ambicionaba más de lo que podía tener. John los transformó en anillos, joyas, collares, espadas y a través de estos, retrató todo aquello que aleja al hombre del buen camino y lo pone contra los suyos.
Así podemos ver en Gollum al adicto sin remedio y más allá de toda salvación que se ha perdido en su obsesión por el Anillo Único; también tenemos a los 9 Reyes de los Hombres del Norte que sucumbieron ante los anillos de poder y terminaron como Ringwraiths (Espectros del Anillo), rendidos a la voluntad de Sauron. Y en esta nueva adaptación, Jackson logra transmitir esa avaricia que lleva a los Enanos a despertar a un dragón, a un Rey Elfo a ignorar a un mundo que sucumbe a las tinieblas y a los hombres arriesgarse a ser destruidos por un dragón con tal de dejar de vivir en la pobreza.
Pero como buen creyente, también nos muestra ese lado redentor donde una persona puede, no expiar sus pecados (no usa esa palabra exacta en sus obras) pero si sus malas obras. Claramente saben que hablo de Boromir y su loable sacrificio que conmueve hasta al más frío y macho en el cine.
Otro detalle importante y que no debemos dejar pasar es su amor por la naturaleza. Tolkien amaba todo lo verde y disfrutaba realmente de los árboles; cosa que contrastaba con los horrores que vio y vivió durante las dos guerras mundiales.
La industrialización, la mecanización, el que la gente viviera hacinada en barrios cerca de las fábricas, todo eso lo ponía mal. En la cinta The Two Towers, vemos una alusión que hace su personaje Treebeard al comentar que Saruman tiene una mente de Engranes, que ya no le interesan las cosas vivas; y es el mismo Saruman quien más tarde dice que el mundo esta listo para caer bajo el hierro y los fuegos industriales de los Orcos.
Como dicen en la biografía de la Tolkien Society, su obra se fue convirtiendo poco a poco en la Biblia alternativa de una nueva sociedad, cosa que a Tolkien no le agradaba mucho.
El Señor de los Fans y los Hippies
Nadie, en verdad nadie vio venir lo que la obra de el conocido profesor de Inglés Antigüo en Oxford vendría a desatar, ni la editorial que se arriesgó a publicar su obra, ni Rayner Unwin y mucho menos el mismo maestro Tolkien. Su popularidad fue tanta que en 1965 se registró el primer caso de piratería en libros a gran escala cuando se publicó una versión pirata de este libro y la gente no supo como reaccionar a eso porque nunca antes había ocurrido.
Luego lo que se volvería una moda bastante atractiva sería el consumir LSD y leer The Lord of the Rings (tentador), cosa que ofendía completamente al autor de la obra. Otro detalle fue que cuando estos grupos de hippies y primeros amantes de la naturaleza tomaron esta obra como algo por así decirlo real, como la base para una nueva religión y después invitaban a Tolkien a formar parte de estos grupos y sus ritos; cosa que escandalizaba al buen católico (casi al nivel del Dr Dark) del profesor J.R.R.
Pero los problemas no acabaron ahí, también estaban los ñoñazos (como YO) que se sumergían de lleno a la obra del maestro y empezaban los primeros debates geeks sobre cuestiones que formaban parte del Universo creado por este señor. Un ejemplo muy típico era que lo llamaran para consultar cosas referentes a la vida de Aragorn cuando era joven, la conjugación correcta de un verbo en Quenya, si la gente del Oeste había derrotado a los orcos sobrevivientes como ejemplo. El detalle era que lo llamaban desde California USA a las 7pm y el horario donde residía Tolkien eran las 3am.
J.R.R. era un hobbit, así de simple, fama, fortuna y aventuras no eran lo suyo, ya había tenido sus propias y trágicas aventuras, todo esto era nuevo para el y su única salida fue cambiar de dirección y teléfono (que bueno que no había internet) y se mudó a Bournemouth a manera de retiro donde vivieron el y su amada esposa Edith, hasta que ellá murió en 1971, Tolkien regresaría a vivir en Oxford para partir hacia las tierras imperecederas en 1973.
Las Mujeres de la Tierra Media
Mucha gente acusó, acusa y acusará a Tolkien de machista y un montón de adjetivos más. ¿La razón? Por la falta de féminas en sus obras, pero aunque hay pocas mujeres, estas se hacen notar y no son cualquier personaje pobremente desarrollado que solo sirve para ser explotado.
La reina de reinas, Galadriel, la elfa más antigua y poderosa de la Tierra Media, quien PJ representa en este papel en las cintas del Hobbit. Su autoridad no se discute y demuestra a una mujer fuerte pero a la vez sabia, a la que todos prefieren mantener su distancia.
Arwen Undomiel, la mujer ideal y la razón para que Aragorn desafíe a las fuerzas de Sauron, ya que Elrond su padre, le impone la condición al valiente guerrero de expulsar al mal de la Tierra Media o de otra forma no consentirá la unión entre los dos. Parecido a las condiciones que le impusieron al mismo Tolkien cuando joven.
Eowyn, no podía faltar la más emblemática de todos, una mujer con un gran corazón y valor que hizo frente a uno de los seres más terribles de la Tierra Media, el Rey Brujo de Angmar y al cual derrotó para defender a los suyos.
No se ustedes pero estas mujeres si son dignas representantes del mundo femenino.
Un Nerd para adaptarlos a todos
La franquicia permanecería embrujada hasta que alguien “estupidamente valiente” (que es uno de los posibles significados de la palabra Tolkien) se aventara al ruedo, ese sería el mundialmente famoso Peter Jackson, quien poseía en su currículum varias películas muy distintas entre sí (Heavenly Creatures, Bad Taste y The Frighteners) pero a pesar de que muchos dudaban de su habilidad este hombre tenía un plan claro en su mente (bueno más o menos) y se aventó.
Muchos ya conocen la historia en donde PJ habla con New Line Cinema y al mostrar una previsualización el demandaba hacer la saga en dos partes (en todos los estudios previos rechazaban la idea y querían hacer solo una) pero la respuesta que recibió no era la que esperaba pero vaya que nos encanto: “¿Son tres libros no? Deberías hacer 3 películas entonces”
El mayor logro de Jackson no sólo fue el hacer posible esta trilogía sino la manera correcta en la que interpretó el relato al formato del cine y cumpliendo con la mayoría de las expectativas de los fans de hueso colorado como el público en general. Todo esto lo logró gracias a que respetó la esencia misma de las obras del Profesor Tolkien, se arriesgó y atinó.
Las escenas iniciales de cada una de las películas que conforman esta gran saga fueron de los regalos más grandes que este director nos regaló a los fans; la secuencia donde Sauron es derrotado, Gandalf peleando con un Balrog (y a espadazos, cuerpo a cuerpo, el nerdgasmo total) y por supuesto el origen de uno de los antagonistas más memorables, Gollum.
Pero la secuencia más genial, a mi muy humilde parecer, fue donde vemos a Boromir perecer mientras trata de salvar a sus compañeros. Ese pasaje no viene contado en el libro, pero Jackson aprovechó para entregarnos un conmovedor cierre.
El caso Hobbit
Esta película ha causado todo tipo de opiniones, otra razón más para que el Fett y yo tengamos educadas discusiones por medio de las redes sociales y por teléfono, claro como buenos caballeros que somos ¿Que no? Pero hay que aclarar algo acerca del libro y su adaptación en esta cinta que acaba de exhibirse el pasado mes:
El cuento del Hobbit si bien es entretenido, en su mayoría es un relato donde el único personaje desarrollado es Bilbo, Torin es un enano avaricioso que casi no habla, Gandalf aparece y desaparece a voluntad sin explicación alguna, los 12 enanos restantes no son más que un adorno y el villano espectacular que es Smaug, muere en página y media a manos de un personaje sin niguna importancia y luego llega la batalla de las 5 armadas.
Esta vez Jackson no sólo tuvo adaptar sino meterle mucho de su propia cosecha en aras de que el relato cinematográfico funcionara, que en mi opinión lo hace por que me divertí mucho.
Ignoren eso, se pasó de verdura este ingrato. Alejenlo del Silmarillion por amor a Eru!
Es una Eucatástrofe
Eucatástrofe es un término acuñado por J.R.R. Tolkien y que significa exactamente lo contrario a una catástrofe, de un hombre que siempre estuvo a punto de perder lo que más amaba y salir adelante a pesar de todo eso, creo que nadie mejor que el para inventar este término.
Sus obras inspirarían a más de uno, cambiarían la vida de muchos (entre ellas la mía que así conocí a mi Elfa) redefiniría la forma de escribir libros, incluso de hacer cine.
Gracias por acompañarme en este largo viaje, espero que les haya gustado este pequeño análisis de su obra y sigan al pendiente de su mejor blog de Cine en español.
¡Hasta la próxima!
5 Comments
Aunque mucho de esto lo sabía, sigue siendo interesante. Es como la Segunda Guerra Mundial: algo que puedes sobreexplotar tanto como uno quiera y no se siente cansado.
Sólo me queda una pregunta: ¿Cuando saldría la segunda parte?
Hoy mesmo señito, nomas no le diga a la patrona 😉
Nada mas que agregar a lo ya expuesto.
Si, le agrego mucha paja a “The Hobbit”, pero vamos, creo que despues de adaptar tan bien al cine “The Lord of the Rings”, PJ se merecia algunas libertades.
Es mas, me gusto lo que agrego, quien no desearia saber mas de la tierra media, “The Hobit” es tan corto que ni para una pelicula completa da, sin embargo que bueno extenderla hasta tres peliculas.
Creo que incluso hay que agradecer que no quedo como “The force awakens” y “The last Jedi”, eso si es un desproposito.
saludos MAster Arqui.
(Como va lo del comic de star wars?, le perdi la pista)
Tremendo mamotreto tolkiano. Pero hubieses signado no solo su lado “bueno”, pues así como está parece un burdo panegírico.
J.R.R.Tolkien fue uno de esos escritores ingleses decimonónicos, hijos del Imperio Británico, que no pudieron o supieron desembarazarse de la anglocéntrica visión de los suyos. De hecho, su “Tierra Media” y todo aquel aparatoso mundo de su novela archiconocida, no se escapa de ser un muestrario de rancio “orientalismo”.
¿Todavía sigues creyendo que este linguista metido a escritor no contenía un mínimo de filón racista?