Atomic Blonde: El nuevo y explosivo comercial de perfumes Dior
Tres elementos resaltan de inmediato al primer par de minutos de apreciar Atomic Blonde: la música, las viñetas bajo la luz de neón y el revoltijo narrativo de agencias de espionajes que estamos por presenciar ¡Al menos el novato director David Leitch no miente! Y recién salido del proyecto John Wick, decide conservar ese estilo de excesiva pero hiperrealista exposición de acción para justificar una odisea de espionaje que a la larga se perderá entre los mencionados 3 ejes, pero que a cambio encontrará ciertos factores que no solo la salvan y posicionan sorpresivamente como una de las mejores cintas de acción del 2017, sino que también logran despegar la carrera del director, antes doble de acción, y dar pie ¡Por un pelo! A una muy posible dosis de secuelas.
KGB, CIA, MI6… para apreciar con soltura Atomic Blonde le recomiendo no poner atención en una trama completamente inútil, mal ejecutada, revoltosa y pobremente justificada, y centrarse durante sus tres primeros cuartos de metraje en tres simples cuestionamientos: ¿Dónde adquirir el magnífico soundtrack? ¿Qué tipo de entrenamiento realizó Charlize Theron para lograr sus escenas? Y la tercera, más importante y relevante para nuestra crítica ¿De dónde sacó el talento David Leitch para esas magníficas secuencias de acción y esos planos “videocliperos”? Indudablemente el talento técnico y estético del cineasta logran de cierta manera parchar un desarrollo que se torna hasta lento y aburrido, una exposición de hechos tan obvia y con mucha paja narrativa que tomará forma hasta ese último cuarto de film… el cual es otro cuento.
Sin embargo, es de apreciar que con cada minuto que pasa Atomic Blonde busca alcanzar algo. El progresivo mejoramiento en su ejecución, tras dejar atrás un humor efímero, escenas lésbicas de anecdotario, un relato de espías con severos huecos y unas 10 pistas musicales que nos hacen pensar que a Leitch le pudiera ir mejor haciendo clips a grupos de rock y/o electrónicos, llega a un punto que se dispara de manera tan impactante que para su último cuarto, todos los trucos, giros, argumentos y revelaciones toman un poco de sentido. El efecto es simple, a partir de cierto momento la audiencia se sumerge en lo que promete ser una sobresaliente cinta de acción ¿El problema? Que ya pasaron 80 aburridos y pajeros minutos y solo quedan 25 para el agasajo.
¿Pero cuál es ese momento que nos indica que la acción verdadera ya ha comenzado? Tomen nota de un brutal, perfecto y soberbio plano secuencia de aproximados 10 minutos donde Charlize Theron luce fenomenal, entrenada y comprometida con un papel de pesada entrega física que la lleva a enfrentarse a unos cuantos rusos desde las escaleras de un edificio hasta la persecución en automóvil por las calles de una revoltosa Alemania horas antes de la caída del muro. Se dice que incluso dicha secuencia fue filmada en una toma, pero lo realmente importante es ver el dominio no solo de la actriz, sino el del cineasta que nos sumerge en un momento de tensión, sangre e hiperrealismo violento, un manjar para los amantes del cine de acción que se complementa de una manera idónea con el ambiente histórico del Berlín de principios de los 90’s.
El apego de Theron con el personaje es el detonante ideal de esta cinta de dos polos. La antes actriz dramática y ahora heroína de acción, también produjo y con ello es de esperarse que todo el planteamiento del relato se haga para su lucimiento físico y sexual. A lado de ella se encuentra un encasillado James McAvoy y los secundarios Sofia Boutella, John Goodman y Toby Jones, estos últimos meros artífices para la perfumera de Dior. Nada extraordinario en este apartado si hablamos dentro del término dramático (acartonado, creíble y con diálogos bobos), pero sobresaliente dentro de su preparación física.
En los decorados, además de contar con uno de los mejores compendios musicales del 2017, la cinta goza de un diseño de producción plausible al trasladarnos a una Berlín en su punto de ebullición, labor que tampoco sería lo mismo sin la fotografía de Jonathan Sela, experto visual en cintas de este tipo y que ya había trabajado a lado de Leitch en la primera John Wick
En conclusión, Atomic Blonde es una cinta de ejecución torpe pero muy bien intencionada y de alto valor estético, técnico y musical; un circo de espionaje donde la trama se traiciona así misma entre giros y sobre explicaciones, pero que brilla gracias a la dirección de David Leitch, el verdadero stunt de acción ahora convertido en cineasta, capaz de maquillar los eternos fallos de un guion con electrónico, neón y muy buenos chingadazos. El espectador promedio tendrá una excusa para un esparcimiento muy accesible y por momentos sorpresivo, mientras que los amantes del cine de acción sabrán guardar en los anales de la historia del género ese maldito y brutal plano secuencia.
Por cierto, si combinan los dos siguientes clips se podrán dar una idea de lo que tendrán con Atomic Blonde
9 Comments
Bien, Fett. ¿Pero significa que debemos entretenernos con la forma y no con el fondo?
Por cierto, irrita oír a ciertos descerebrados decir que este es una peli feminista, como si fuera de agradecer que la versión de Bond nos la presenten objetivizada y fetichizada. Vamos, a ver cuándo nos regalan a un héroe de acción besando en la boca a otro hombre y que eso pase por “cool-erótico”.
En ocasiones hay ciertas películas, como casi todas las de acción, que encausan secuencias en forma que son meramente pura estética y técnica, también a preciable para su servidor estimado si tomamos en cuenta y separamos el segmento de los géneros y sus audiencias.
Si hay cierta infamia en esos comentarios, por eso ya sabe que aquí al menos su servidor satiriza sobre el tema
Gracias por comentar estimado
Vamos, Fett, sé un poco más claro. ¿Eso quiere decir que esta peli es salvable solo por sus escenas de acción? O sea, no está como para valorar como si fuera una cinta de G. del Toro en Venecia. Por cierto. no te entendí sobre aquello de los comentarios. No dijiste nada claro sobre la dizque postura profeminista de la peli.
Saludos.
En efecto estimado, creo que la postura profeminista, este o no presente, no afecta la mediocridad o buenos momentos de la cinta. En cuanto a su es salvable o no estimado, ahora si que depende de cada quién, pero creo que mi reseña indica que estamos ante una mezquina cinta de acción que disfrutaran mas los amantes del subgenero gracias a unas virtudes estéticas y tecnicas individuales
Saludos estimado
Gracias por tu respuesta. Pero esperaba mayor claridad de tu parte. Se ve que no te atreves a sumarte al coro de los que tacharon esta peli de seguir cosificando y fetichizaando a la mujer, tras la máscara de profeminista.
Estimado no es cosa de atreverse, sino de simplemente hablar de algo tan simple con un poco de sentido común y sin estupideces tendenciosas que no existen aquí, en una cinta de acción mediocre
Saludos
Primeramente, espero que tú y los tuyos estén bien. Ánimo.
Sobre esta cinta, concuerdo contigo en todo el sentido de la palabra. Ahora, lo de estupideces y ser tendecioso no sé a qué viene. Jamás ha habido ese tenor aquí. Pero si no quieres atacar el flanco sexista está bien, no hay drama. No se puede ser siempre tan progre, ¿no?
Así es estimado
Como no, estimado.