Benedetta: De monjas lesbianas a padres sin fe

A sus 83 años, quien ya conoce el estilo del señor Paul Verhoeven ya sabe a lo que se atiene, por lo que no es de sorprender que su nueva propuesta, “Benedetta”, sea catalogada por una parte del público como provocadora, depravada y sacrílega. Ahora la pregunta que tendríamos que hacernos es si dentro de esta marea de sexo, sangre, irreverencia y polémica ¿la película tiene una trama que camina de manera decente?

En búsqueda de la supervivencia y no de la espiritualidad

Contestando a la pregunta inicial, sí. Parte del estilo de Verhoeven (a diferencia de otros directores) es envolver a la trama en una capa de provocación para que el público la desenrede por su cuenta y descubra la premisa. A pesar de contar la historia de una monja mística lesbiana durante la época de la Contrarreforma y en pleno apogeo de la Peste Negra, envuelta en un exceso de escenas tipo gore, sexuales, y fotogramas que escandalizarán a más de un conservador, la cinta tiene un mensaje peculiar acerca de las pasiones y deseos más bajos del ser humano (desde la envidia, el ansia del poder, y hasta la lujuria); en este universo que nos plantea la película hay una paradoja bastante curiosa.

Estamos ante una mar de personajes dedicados en cuerpo a la religión católica y sin embargo poca en alma, pues ninguna muestra un progreso o desarrollo espiritual. La mayoría se ha aferrado a esta convicción quizás sin creer plenamente en esto, y únicamente acudiendo a los instintos básicos del ser humano o a sus intereses propios o egoístas desde una posición de poder dentro del movimiento para garantizar la conservación, hasta huir de un hogar disfuncional por mera supervivencia, o incluso la publicidad para garantizar la perpetuidad de la misma institución.

Desde esta premisa Verhoeven nos invita a cuestionarnos si una persona que sigue este sistema de creencias por conocimiento de causa o convicción, o simplemente porque está apelando a la preservación de un estatus o su propia sobrevivencia dentro de esta “jungla” llamada entorno social.

La “blasfemia” en forma de moraleja

Quizás el único personaje el cual muestra un desarrollo espiritual es Benedetta; aunque esto es un espejo que el guionista pone a lo largo de la cinta, nunca especifica si sus visiones son producto de la locura de su pasión por la religión, o si los supuestos milagros son una farsa en la búsqueda de ascenso al poder o una combinación entre su dedicación y sus instintos más humanos. Derivado de esto considero que este personaje es uno de los mejores escritos de este año, pues se le añade una capa tridimensional conociendo diferentes aspectos de ella, desde los más atrevidos, hasta los más nobles, y que verdaderamente causa que sus intenciones sean confusas, no porque sea una pantomima del guionista para generar un suspenso falso, sino porque las facetas que muestra nos hace creer que cualquiera de sus versiones o perspectivas puede ser verdadera o posible.

Y en el desarrollo de Benedetta es donde radica el segundo mensaje de la cinta, estableciendo una metáfora de la redención del ser humano a través de sus pasiones e imperfecciones. Benedetta alcanza la comprensión del amor al prójimo con su relación con Bartolomea, algo prohibido (y mal visto) para la época, y es donde ahí Verhoeven lanza otra cachetada al espectador, pues a través de algo en perspectiva blasfemo para las creencias católicas, es que impulsa a que el personaje alcance a comprender esta lección de cariño y amor y a entender que no necesariamente el castigo o el sufrimiento es el camino del desarrollo espiritual (tiene esa dualidad de ser blasfemo para el sistema de creencias expuesto, pero tiene un punto interesante).

Solamente alguien con maestría

La dirección es excelente, no solamente es el manejo tan perfecto de la fotografía sino la creación de ambientaciones lo que eleva la cinta, principalmente esa sensación asfixiante generando por la atmosfera del convento y de algunos personajes que hacen que uno se sienta atrapado, pero a la vez quiera respuestas gracias a la intriga producida por la narrativa. Un truco que, aunque se ponga en papel, es difícil ejecutar y que solo alguien con la maestría de Paul puede hacer. Otro detalle es la forma en que la cámara y los elementos técnicos se retratan las emociones más frenéticas (desde el deseo de la posición de poder, las envidias, hasta la lujuria), lo cual añade un toque aún más especial

Mención aparte, la cinta maneja demasiados estilos. Podemos abarcar desde el drama, hasta el thriller psicológico, pasando por toques del surrealismo o del neorrealismo. Se nota la influencia de Luis Buñuel y de Pier Paolo Pasolini, y articularlos no es tarea sencilla y Paul la libra bastante bien.

No siempre vayas directo a provocar

A pesar de esto, la cinta tiene bastantes defectos, uno de ellos es que el mensaje del amor al prójimo explicado a través de una blasfemia no es tan contundente principalmente porque al guion le falta mucha sutileza al contar sus situaciones y que se nota la rapidez con la que Paul quiere llegar a provocar. Esto se ve en el desarrollo del personaje Bartolomea, que al principio de la historia es poco trabajado y se siente metido con calzador, incluso no pasan menos de 7 minutos antes de que ella revele sus intenciones carnales hacia Benedetta sin ni siquiera avisar o profundizar en la relación con la monja (se siente un poco frustrante ya que es el segundo pilar narrativo).

Otro detalle es que hay algunas escenas que se sienten fuera de contexto con respecto a su uso de los elementos escatológicos y sexuales. Es un problema común con Verhoeven, que como reitero, muchas veces se va directo a los golpes ideológicos sin trabajar la pelea, y se siente de vez en cuando que quiere justificar sus provocaciones con el estilo onírico- surrealista y salirse por la tangente, sintiendo que esos dardos de irreverencia carecen incluso de significado y se sienten pegados a la fuerza en el metraje. Recordemos, los elementos escatológicos necesitan contexto para funcionar, sino se sentirán fuera de tono y en el discurso cinematográfico te verás más como un hablador que un comunicador

La cinta por momento es demasiado tramposa, escondiéndose en la maestría del director. Un ejemplo es el final de la película, se siente tan catártico, asfixiante y envolvente, sin embargo cuando has terminado de digerirlo, sientes que la película se ha ido por el camino más fácil y simplón creando la sensación de que el Paul utilizó los recursos técnicos para tapar huecos en el guion; quizás la cinta al final es un reflejo de su protagonista, alguien que a lo mejor es una farsa o quizás sus intenciones sean puras. No sabemos.

Virginie Efira

Mención especial para Virginie Efira, quien nos regala la mejor actuación femenina del año (por el momento) con Benedetta, desde los tonos de voces que ejecuta, hasta su sufrimiento y sus miradas, es parte importante de la narrativa siendo el gancho (y la atracción fatal) de la cinta.

Calificaciones

Guion: 2.5 – Sería un guion bueno, pero tiene varios puntos donde falla especialmente en el desarrollo de personajes y sus relaciones

Dirección: 3.1 – Sería una dirección de 10 (3.5 en esta escala,) casi perfecta de no ser porque abusa demasiado de la provocación, sin embargo se le da una puntuación alta por la maestría del director y porque varias veces salva la cinta en narrativa.

Actuaciones: 1.9 – Virginie Efira por el momento es la mejor actuación femenina del año

Extras: 0.5 – El diseño de producción es casi impecable

Calificación: 8.0 – BUENA

El trabajo está lejos de ser obra maestra, pero la experiencia de Verhoeven le alcanza para dar una película buena con el sello que lo caracteriza, con la certeza de que una vez más estaremos ante una nueva polémica cuando esta cinta se virilice y que será recordada más por su estilismo que por verdaderamente su valor cinematográfico

Pero así de morboso es nuestro Paul y nuestra sociedad occidental.

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Acerca del autor

El Cine Actuario   @maxpower_ar?s=09   facebook.com/dvclocblog

Actuario/Economista, Amante del Cine, Devoto de Dios, Intuitivo, Curioso, Rockero de corazón, Fanático de los Libros y del deporte de las tacleadas, quesero, colchonero, diablo rojo. "Las estadísticas son la forma en que las matemáticas cuentan las historias" "El arte es una ciencia y el trabajo del critico al igual que el del investigador es exponer sus axiomas y teoremas al mundo" "Estar de acuerdo, en no estar en desacuerdo es saludable"


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