Bill & Ted: Face the Music, Apostando por la nostalgia

Cerrando la trilogía de estas comedias con toques musicales; sin que nadie lo esperara ni pidiera y a la que quizá involuntariamente favoreció la sequía de estrenos en los últimos meses; llega la tercera entrega de las aventuras de Bill S. Preston (Alex Winter) y “Ted” Theodore Logan (Keanu Reeves), y que contra todo pronóstico no resulta tan mal como podríamos imaginar. La última vez que vimos a los chicos, hace casi 3 décadas en esta franquicia iniciada en 1989 con Bill & Ted’s Excellent Adventure y continuada en 1991 con Bill & Ted Bogus Journey, estaban aún triunfando en los escenarios con el mundo a sus pies, con sus princesas “históricas” Joanna y Elizabeth en las percusiones y sus hermosas bebés Billie y Thea a sus espaldas; y trataban de componer la canción que estaban destinados a realizar para asegurar la supervivencia de la humanidad. Ahora en el tiempo presente Bill y Ted ya maduros y como músicos de mediana edad, desconocen que el tiempo para esa misión se agota.

La odisea inicia cuando una peculiar y extraña mujer del futuro, que no es otra sino Kelly (Kristen Schaal) la hija de Rufus (George Carlin, fallecido en 2008) llega a San Dimas con ellos a alertarlos sobre este hecho ya que, si no lo logran en un determinado tiempo, la realidad colapsará sobre sí misma.

Y es aquí donde comienzan una serie de situaciones por demás absurdas e inverosímiles, pero que sumadas al carisma y química de los protagonistas, logran que el resultado final sea divertido y cierre dignamente con esta franquicia. Los protagonistas ahora se encuentran en una especie de bloqueo creativo, si bien recientemente no han tenido éxito como músicos; no tienen un empleo formal, fuera de la búsqueda del tema musical perfecto, por lo que acuden a terapia de pareja alentados por sus esposas princesas, quienes están cansadas de esta situación, aunque al final termina siendo una terapia grupal o de pareja de parejas. Las que parecen no estar cansadas de sus padres sino al contrario incluso los admiran, son sus respectivas hijas ahora de 24 años Thea (Samara Weaving) y Billie (Brigette Lundy-Paine) quienes parecieran más bien la versión femenina de sus padres.

El tiempo sigue corriendo y la cabina telefónica está esperándolos, por lo que deciden ir a enfrentar el destino que tienen con la música en sus andanzas a través del tiempo en la búsqueda de esa melodía tan anhelada. A la par las hijas de ambos deciden ayudarlos viajando en el tiempo al igual que ellos, pero con el objetivo claro de reunir a la banda musical perfecta que ayude a sus padres con deseada pieza musical; ahí tenemos que logran reunir a Jimmy Hendrix, Louis Armstrong y al mismísimo Mozart, entre otros. Mientras tanto sus padres siguen estancados con la idea de que la única solución es viajar al futuro con sus “yo” de diferentes futuros llegando a confrontarse con algunos de ellos.

Me resultó favorable para la película el como ambos protagonistas a pesar de que han pasado casi 30 años, se ponen de nuevo en la piel de estos personajes con la misma simplicidad, ingenuidad y de manera tan absurda aun cuando ni Winter ni Reeves son ya unos actores jóvenes novatos, si no estrellas de Hollywood consagradas y con una gran trayectoria, y dejan un poco de lado esto sin la intención de figurar uno más que otro, para dejarse llevar por sus personajes lo que termina resultando muy divertido. La química y camaradería que mostraban en las anteriores entregas también sigue ahí.

Como dato curioso, la película está llena de cameos que no describiré aquí para evitar quitarles la sorpresa de descubrirlos, ah e incluye también una escena postcréditos. Otro dato es que la hija de Bill, Thea, es interpretada por Samara Weaving quien fue sugerida por Reeves durante el casting ya que es sobrina de su viejo amigo Hugo Weaving (¿recuerdan a Mr. Smith?), y quien por cierto lo hace bien aquí dentro del tono de la cinta claro. Es un hecho que la película apuesta a la nostalgia de la Generación X, y está llena de referencias a las anteriores dos partes, pero seas de cualquier edad y fan o no de las anteriores entregas, vale la pena ir a descubrir a las salas de cine si este par de amigos lograrán su objetivo o no, seguramente te reirás un rato con las muchas incoherencias que ocurren durante esa misión.

 

 

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Acerca del autor

Clementine   @@lupistruphis  

Escéptica ante todo, pero con una gran curiosidad. Amante del café y del aroma a libros viejos. Nostálgica e idealista sin remedio. Alguna vez de niña me llevaron al cine, y siempre vuelvo a él porque siempre me salva.


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