Black Panther Wakanda Forever: Tarantino tiene razón
“Hoy en día los cineastas están esperando la caída del cine de superhéroes, como pasó en los 60 con el sistema de estudios y los musicales” expresó Quentin Tarantino.
Si bien las palabras de Quentin no son proféticas, después de ver Black Panther 2 se puede entender por qué una de las voces más mediáticas de la industria lanzó esta declaración como si colectivamente expresara un hartazgo y frustración de un sector de cineastas.
Y es que Wakanda Forever es la representación perfecta de lo que han sido las películas del UCM, un continuo despliegue de ideas decentes e interesantes que al final la misma casa productora termina por arruinar gracias a sus implicaciones comerciales y a la necesidad de conectar todos sus productos.
Con demasiados altibajos
Está nueva entrega viene marcada por la partida de Chadwick Boseman, evento que probablemente obligase a los escrito a reescribir la historia. Este suceso es aprovechado el en planteamiento inicial, ya que aprovecha la muerte de T’challa (fuera de cámara) para presentar a un Wakanda que ante los ojos del mundo se ve desprotegido, y que las grandes potencias quieren aprovechar para obtener vibranium a toda costa; su búsqueda provocará un conflicto con el reino Talokan, gobernado por Namor (Tenoch Huerta), quien también posee vibranium, y verá esto como una amenaza para los intereses de su pueblo, por lo que buscará una alianza con Wakanda para evitar que el exterior termine por apoderarse de sus recursos.
Hasta aquí la historia marcha bien y se antoja para un posible thriller político donde se forme un conflicto entre El Mundo -Talokan-Wakanda, con connotaciones interesantes hacia el imperialismo y las consecuencias del intervencionismo extranjero.
El problema es que Marvel por enésima vez la vuelve a defecar, y cuándo llega la hora de mostrar quien construyó el aparato que detectó el vibranium, una vez más repiten la historia del “escuincle nalgas miadas” con potencial, que va ser cobijado por el héroe para que este despierte sus súper habilidades en menos de 5 minutos; Riri Williams es la calca de este arquetipo que hemos visto en Marvel hasta el cansancio (desde Peter Parker de Holland, América Chávez, Kate Bishop, etc), su inclusión es el motivo de una guerra política interespecies (lo peor es que la cinta quiere que te tomes en serio un conflicto bélico provocado por el invento de un niña genio).
A partir de aquí comienza una serie de altibajos enormes: una secuencia de persecución filmada de una manera espeluznante; posteriormente una excelente construcción del antagonista de la cinta, Namor, y de un mundo interesante que es una mezcla entre Atlantis y la cultura maya; después la inclusión al personaje de Lupita Nyong’o de una manera forzada y particularmente incoherente, y finalmente arruinar el desarrollo del personaje de Shuri con un flojo power-up. La película transita entre baches y último tramo toca el piso con una resolución incoherente, forzada, y que aunque esté llena de buenas intenciones (cómo mostrar el valor de la empatía), no termina por cuajar, especialmente con el desarrollo que le dieron al personaje de Namor y por qué al final tanto el pueblo de Wakanda y Talokan tenían más puentes en común como para empezar un conflicto.
Y es que si usted se ha sentido confundido en este último párrafo es porque la película así es; es un conjunto de ideas y de tramas (unas más interesantes que otras) que están poco articuladas y que terminan por estorbarse unas a otras provocando este sube y baja de calidad.
¿Y a qué se debe esto? La misma historia de siempre, Marvel y sus intereses comerciales estorbando a los creadores con cuotas o fórmulas que terminan por destruir los intentos de hacer algo diferente. Con más razón entendemos porque Tarantino hizo las declaraciones de que la industria en general (directores, escritores) están esperando la caída de este tipo de producciones. Si para una parte del público ha de ser frustrante esta limitante, imagínense para los que trabajan detrás.
Y de hecho el tramo final de la cinta representa esto; el arco del duelo de Shuri es lo más decente de la cinta (incluso termina por comerse al de Iron Heart) siendo un catalizador importante para que tome el manto de Black Panther (aparte de que son los momentos más conmovedores de la cinta), cerrando con un fotograma bello que refleja una manera de “dejar ir aquellos que amamos y se han ido”. Pero inmediatamente después, en la primera escena postcreditos, Marvel la caga enormemente con un “deux ex machina” de un hijo de Tchalla (que para colmo termina por ser sumamente manipulador).
Dirección inconsciente
Que decir de la dirección, filmando secuencias torpes cómo la persecución del FBJ a Shuri, para después reindivicarse levemente con algunas batallas interesantes.
Al menos el ritmo es algo rescatable, ya que las 2:45 horas no se sienten tan pesadas.
Actores al rescate.
Quizás la parte menos inconsciente son los actores, y que de hecho si la trama del duelo funciona es gran parte por su nivel histriónico; Letitia Wright tiene mucho potencial para papeles dramáticos, y creo que justificó mucho el hecho de que Disney la haya aguantado a pesar de las polémicas que hubo en el set; por otro lado, quien se lleva la cinta es Angela Bassett, quien tiene las escenas de más carga dramática de película. Tenoch Huerta no lo hace nada mal, y aunque esté apoyado por un villano escrito de manera decente, le agrega un plus su interpretación.
Calificaciones
Guion: 1.5
Dirección: 2.4
Actores: 1.8
Extras: 0.5
Nota Final: 6.2 – Mediocre
Aunque Black Panther tiene ideas interesantes, sus obligaciones de cumplir con una formula y con compromisos comerciales terminan por ahogar en las profundidades de Talokan las buenas intenciones de sus realizadores, siendo una película inconsistente y llena de altibajos.
Y por estos motivos, Tarantino tiene razón y el cine de superhéroes (por lo menos en su cara más corporativa) debe de terminar ya, pues este auto sabotaje no solamente es desesperante para el espectador sino para la misma industria.
1 Comment
El mayor error de tooooooda la pelicula… una chica hace una maquina para detectar vibranio, y todos se lanzan sobre ella y la pregunta que yo me hice en toda la peli fue… ¿quien encargo esa maquina?, ¿como supo el gobierno que se habia fabricado en el MIT?… ahi esta un hueco que pudo haber cambiado el rumbo de la historia de un conflicto entre wakanda y tlalokan a algo mucho mas elaborado.. pero todo sobre la pobre chamaca aspirante a complementar la siguiente pelicula de Rhodey