Ciclo Ghibli: “El Mundo Secreto de Arrietty”

Arrietty es una adolescente de catorce años, aventurera y apasionada por la naturaleza, sobre todo por recolectar hojas de lavanda para su madre y anhela ir con su padre a “tomar prestado” a la casa de los humanos, que viven arriba de ellos. La peculiaridad de Arrietty y su familia, es que son “los diminutos” y habitan debajo de las tablas del piso inferior de la casa, y como única regla, es no dejarse ver por los humanos. La película empieza cuando Shô, un chico también adolescente que debido a su enfermedad del corazón es enviado al cuidado de su tía Homily y de Haru (la ama de llaves), y justo debajo de esa casa es donde Arrietty y su familia viven. Una noche cuando la chica sube con su padre por víveres de los humanos, por accidente se deja ver por Shô, y aquí la relación que ambos forjan será la de una singular amistad.

Esta película es la ópera prima de Hiromasa Yonebayashi, animador de Ghibli desde 1997 y el director más joven del estudio, que tuvo la suerte de que Miyazaki se hiciera cargo de la producción y que además fuera el guionista principal de adaptar la obra de Mary Norton llamada “The Borrowers”; aquí Miyazaki cambia elementos de la novela para adecuarlo al Japón de la actualidad y trasladar la acción a una casa de campo fuera de la ciudad.

Lo qué resalta más de la película es la animación, mezclando el ya habitual 2D, pero incluyendo escenarios en 3D, haciendo que los fondos resalten más, esto se nota sobre todo en escenarios exteriores, como en la secuencia donde Shô está acostado sobre el césped, y llega Arrietty a devolverle el terrón de azúcar. También es en estos momentos escenarios donde el uso de los colores son muy llamativos, algo característico de toda la película. Otro elemento que destaca es en la banda sonora, pues esta vez se optó por Cécile Corbel para las labores musicales, y no por Joe Hisaishi; y lo que hace Corbel para la película encaja perfecto para el motiv de la historia, usando el arpa y mezclando temas celtas y japoneses.

Yonebayashi aprendió bien de sus maestros (Miyazaki-Takahata), ya que se toma el tiempo para mostrados el día a día de la familia de diminutos, para luego recrearse en los fondos, y la distinta perspectiva de altura que tienen estos contra los seres humanos. Si bien la historia podría pecar de demasiada sencilla o simplista, logra cautivar al espectador y nos da la suficiente información acerca de estos seres y como es que llegaron ahí. Si bien no es un clásico tipo “A” de Ghibli, “El mundo secreto de Arrietty” tiene todos los elementos para serlo, pero se queda corta en cuanto a historia y desarrollo de personajes, además de que toma “prestado” un sin fin de elementos de otras producciones del mismo estudio, para renovarles y darles un aire más fresco.

La película de Yonebayashi, cumple con todos los requisitos para ser una película Ghibli:

1-. Protagonista adolescente, de espíritu libre y con carisma.
2-. Personaje secundario masculino que solo está para el servicio de la protagonista. Y qué funciona como disruptor en la vida de Arrietty y su familia.
3-. Confrontación de dos mundos, en este caso el de Shô, y el de Arrietty como una diminuta.
4-. Convivencia humano-naturaleza y sobre todo diminutos-naturaleza.
5-. Personajes que no son malos, pero que actúan como antagonistas dentro de la historia. En “Arrietty…” está el personaje de Haru (la ama de llaves), que dentro del guion es la pieza clave para que se desarrolle el conflicto dentro de la trama. El punto malo con este personaje, es que se siente formulado y metido con calzador en la historia, al contrario de otras películas Ghibli donde este tipo de personajes están bien desarrollados, aquí Haru, no lo está tanto.

Si bien es la película más Ghibli de todas, “El mundo secreto de Arrietty” aún con el jefe como guionista (Miyazaki) le hace falta esa chispa mágica que Miyazaki y Takahata le imprimen a sus producciones; pero cómo opera prima funciona perfectamente.

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Acerca del autor

Ivan0     boxd.it/qEKB.

Cinefilo y seriefilo (si es que esa palabra existe) de corazón, realizador frustrado pero la opinión escrita es lo que se me da mejor. Amante de los musicales por muy malos que estos sean cof cof “Cats”, Soy millennial y no tengo problema alguno con eso; y llorar en el cine es la mejor terapia que uno pueda pagar.


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