CINE-STESIA: The Ides of March

Dirigida por: George Clooney

Protagonistas: Ryan Gosling, George Clooney, Philip Seymour Hoffman, Paul Giamatti, Evan Rachel Wood y Marisa Tomei.

 

“There’s only one thing I value in this world and that’s loyalty. Without it, you’re nothing and you have no one. And in politics? In fucking politics? It’s the only currency you can count on.”

(Hay una cosa que valoro en el mundo y es la lealtad. Sin ella, no eres nada y no tienes a nadie. ¿Y en la política? ¡¿En la maldita política?! Es la única moneda confiable”.)

¿A cuántos políticos confiables puedes nombrar?

El inicialmente idealista Stephen Meyers (Gosling) es el segundo al mando en la campaña de Mike Morris (Clooney) quien compite por la nominación presidencial del partido demócrata. Como todo candidato, requiere instalar en la mente del votante una imagen de carisma, honestidad y ética; es decir, ser el tipo intachable con las mejores ideas. Morris y su contendiente Pullman, tienen como jefes de campaña a los implacables personajes interpretados por Seymour Hoffman y Giamatti, cada uno fogueado en varias campañas y conocedores de los sucios entretelones que se destilan en la política. Todos ellos entregados por completo a su trabajo. Wood, aun con un papel eminentemente funcional a la historia y Tomei con su incitador rol tienen participaciones puntales que no necesitan ir más allá. Juntos logran conformar un elenco cuyas interacciones superan lo que cada uno lograría de forma individual: reflejar el cinismo de la política y el todo vale con tal de ser y ejercer el poder. Esta actitud inevitablemente abre las puertas al cáncer de la sociedad actual: la corrupción y su consecuencia más inmediata, el abuso del poder, los cuales se encargan de desmontar los valores personales pero el discurso público deberá seguir siendo cautivador y continuar mostrando unas supuestas cualidades morales que ya no existen. La hipocresía en su total dimensión.

No conozco a nadie que no haya cuestionado a algún político, sobre todo por su actuar corrupto. Hasta existe un ranking sobre el nivel de corrupción política que se percibe en un país. Anualmente la ONG Trasparencia Internacional publica el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) sobre la base de las percepciones que tienen empresarios y especialistas en relación a los niveles de corrupción en el sector público de sus países, un sector dirigido exclusivamente por políticos. Un índice o calificación de 0/100 equivale al nivel más alto de corrupción y 100/100 significa el nivel más bajo

En su informe de enero 2019, luego de analizar a 180 países, esa ONG reveló que Sudan (12/100) y Somalia (9/100) son los países más corruptos del mundo mientras que Dinamarca y Nueva Zelanda (ambos con 87/100) son los más transparentes. El promedio del continente americano es de 43/100. En América Latina, Uruguay (71/100) es percibido como el país menos corrupto, mientras que Venezuela (16/100) es el más corrupto. Mi país Bolivia, tiene 31/100 y México 29/100.

¿Qué calificación tiene tu percepción sobre la corrupción o el abuso del poder? Ambos elementos implica la violación de un deber posicional y consiste en transgredir algunas reglas que rigen el cargo ostentado o la función que cumples y que no necesariamente se aplica al campo político exclusivamente, aunque es el que mayor impacto tiene sobre las expectativas de la sociedad.

La transición emocional del personaje de Gosling es vital para comprender cómo podemos partir de ser considerados agentes de cambio positivos y creyentes de una causa que consideramos correcta para terminar dentro de un oscuro tablero en el que pocos terminan ascendiendo por una escalera construida a base de chantajes y encubrimientos que nos transforman en ese mismo ser cínico al que antes lo veíamos como un enviado y lo proclamábamos incondicionalmente. La toma del control también puede dar lugar a la manipulación de las personas.

Los actos de corrupción no necesariamente se traducen en una ganancia monetaria, también puede ser sexual. Por eso quien detenta poder, lo puede ejercer con abuso. La política esta sazonada por varios escándalos de ese tipo.

Sin ir lejos, el sonado caso que casi le cuesta la presidencia a Bill Clinton, un eterno mujeriego. En 2018, Monica Lewinsky se refirió a esa relación como “un gran abuso de poder” señalando que en aquella época ella tenía “una comprensión limitada de las consecuencias” y que existían “amplias diferencias de poder” entre los dos. ¿Acaso el personaje de Wood no encaja en esa descripción a pesar de esa supuesta actitud de astucia que refleja?

Echando un vistazo a otros deslices, Juan Domingo Perón que gobernó Argentina entre 1946 y 1955, tuvo sus andanzas primero con María Cecilia Yurbel (la Piraña) de 16 años y luego con Nelly Rivas de 14 años, sus partidarios sostienen que las relaciones eran de carácter paternal; sin embargo, existen testigos que afirman lo contrario. En 2012, durante la presidencia de Evo Morales (2006 – 2019), Samuel Doria Medina, uno de los líderes opositores bolivianos, twitteó sobre la paternidad de uno de los hijos de Evo cuya madre sería menor de edad y encima hija de una de sus ministras, inclusive ratificó este hecho en un programa televisivo. Por supuesto que el Gobierno se encargó de negarlo inmediatamente. En los últimos días, su nombre volvió a formar parte del escándalo cuando la nueva Viceministra de Educación Regular, Gabina Condori, acusó a Morales señalando que se investigará “todas las violaciones de las niñas de 11 años [y] 14 años”.

¿Los políticos de la vida real cayeron y caen en las mismas acciones en las que Morris incurre y que pretende ningunearlas porque su poder le da derecho a hacerlo?

Esta arista del abuso del poder apenas es visible porque muchos trabajan para hacerla risible y tienden a ser sepultadas para quedar impunes por otras formas de corrupción más clásicas, como el escándalo de la constructora brasilera Odebrecht, calificada como la mayor red de sobornos extranjeros de la historia y que ha involucrado a varios ex presidentes: 4 de Perú, 3 de Brasil, 3 de Panamá y 1 de Colombia.

Ahora, ¿qué calificación tiene tu percepción sobre la corrupción o el abuso del poder?

Los buenos augurios de días mejores que un político podría significar pueden terminar destruyéndose producto de su propio desvarío al sentir el poder. Al menos el Senado romano hizo algo, al sentirse traicionado por el eventual mal uso del poder que Julio Cesar ejercería, decidió asesinarlo durante los idus de marzo que representaban fechas de buen augurio en el antiguo calendario romano.

Nominada a Mejor Película Dramática, Director, Actor y Guión en los Globos de Oro 2011 y a Mejor Guión Adaptado (derivado de la obra teatral “Farragut North” de Beau Willimon) en los Oscar de ese año también.

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Acerca del autor

Rafini    

Apasionado investoriador musical (investigador e historiador), cinéfilo incurable y voraz lector


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