Crip Camp: El Campo de los Sueños
Ganador del premio de la audiencia en la más reciente edición del Festival de Sundance, Crip Camp es otro ejemplo de cómo sustituir la poca ficción disponible de estos tiempos con un alto nivel de narrativa documental, que sin duda se posiciona como el mejor ejercicio con año de producción 2020 hasta ahora estrenado (comercialmente hablando), y que se encuentra disponible en Netflix al alcance de todo mortal.
Dirigida por James Lebrecht y Nicole Newnham, este inspirador y cautivante documental relata la historia detrás del movimiento por los derechos civiles de las personas discapacitadas en contra del estado norteamericano, lucha que abarcó de los años 70 hasta los 90, y en donde una serie de personajes hábilmente estructurados por el par de directores, serán las voces autorizadas y entrañables de esta odisea, una de ellas, el propio Lebrecht en lo que significa su opera prima.
A pesar de manejar ciertos tintes anti políticos, sorprende que aunque producido por los Obama, el documental centre su desarrollo en el origen de la conciencia de estos héroes americanos, teniendo al movimiento como una causa – consecuencia del lugar que refiere el mismo título: el campamento Jened, que durante su vida desde 1951 y hasta mediados de los 70, albergó decenas de gente con alguna discapacidad, naciendo de ahí los vínculos, amistades, personalidades y quejas sociales que darían forma posteriormente al movimiento.
El principal acierto y valor del documental es precisamente posicionar a Jened como un lugar tan mágico como onírico, dando la posibilidad a la audiencia de conocer y desarrollar (si es que aún no lo hacían) además de una conciencia objetiva hacía las dificultades que enfrentan este estrato social, conocer de manera íntima a algunos entrañables personajes, dignos de toda admiración histórica y en donde destaca la figura de Judith Ellen Heumann “Judy”, protagonista de este relato previo a la posición política que ocupó en un par de periodos presidenciales.
Así mismo destaca que Lebrecht, siendo un miembro de aquel campamento, obvie una especie de expiación al no formar parte activa del movimiento (pues su posición era más acomodad o de clase media – alta como bien se da a notar), pero también y gracias a su experiencia fílmica, destaque en imprimir un tono humorístico espontaneo y ágil montaje que permite al relato tener un excelso equilibrio en su parte dramática y política, con la astucia también de escoger a un par de personajes que serán el deleite emotivo y cómico a lo largo del desarrollo (estos narrarán la parte del sexo y las relaciones y sencillamente se roban la película).
A pesar de que el final y su clímax carecen de la intensidad con la que el par de directores introducen y desarrollan su escenario y conflicto (algo perdonable debido a su novatez), Crip Camp es una notoria pieza que va más allá de lo documental, convirtiéndose en un testimonio fílmico – histórico que cuenta con las suficientes tablas y calidad narrativa para presentar al mundo un par de fastuosos, bien delimitados y reales héroes que ensalzan el resultado final del film.
Sin duda la mejor pieza hasta ahora salida de un Festival de Sundance que anda de capa caída en sus estrenos de “ficción” y de “Netflix”, siendo también la mejor película con año 2020