Cuidado con Lady Macbeth, una Lady cruel en un thriller de época
Estrenada en 2017, Lady Macbeth causó sensación en los circuitos de festivales, y por azares del destino -porque nunca sabemos cuáles de las premiadas y alabadas en los festivales tendrán estreno en México- llega a nuestras pantallas. Con una original historia de ambigüedad moral y un diseño de producción impecable, la ópera prima de William Oldroyd nos presenta a una nueva antiheroína que tiene poco en común con el personaje de Shakespeare.
Basada en la novela del ruso Nikolai Leskov y ambientada en la Inglaterra rural del siglo XIX, Lady Macbeth nos presenta a Katherine, una joven que entra en un matrimonio sin amor con un hombre que le dobla la edad y con una familia fría y autoritaria. Todo cambia cuando inicia un amorío con un trabajador de la hacienda, y nada la detendrá a obtener lo que quiere. El guión de Alice Birch, además de enfocarse en el deseo de libertad absoluta, inyecta a la historia tensiones de clase y raza, al punto que realiza un agudo comentario sobre intersecciones de opresión. No es lo mismo la opresión de una mujer blanca a la de un hombre mulato o a la de una negra, después de todo, y es difícil justificar o aplaudirle a una mujer blanca que violenta a quienes son más vulnerables que ella.
Florence Pugh, quien interpreta a Katherine, es toda una revelación: con una intensidad magistral basada en expresiones faciales y lenguaje corporal, le da mucha profundidad a su personaje y demuestra ser una antiheroína temible. El reparto se complementa con las buenas actuaciones de Cosmo Jarvis, Paul Hilton y Naomi Ackie, quien también demuestra un gran rango de expresiones. La cinematografía de Ari Wegner es muy buena, al igual que el diseño de producción y vestuario. La dirección de William Oldroyd es pausada y cuidadosa, como buena obra de teatro, aún si no logra sostener un suspenso constante.
Si bien este thriller de época no espantará tanto como esperan, sí demuestra una crueldad constante que, para nuestra desgracia, sigue siendo igual de vigente que en 1865.