Drive: Una cinta de culto emerge

Nicolas Winding Refn ha construido una pieza cinematográfica sin precedentes, un film que bajo un ritmo brutal y directo y una ambientación sombría y cautivante quedará posicionado como una de esas joyas que sirven para solventar el año cinematográfico. Galardonada en el pasado Festival de Cannes a la mejor dirección, esta cinta construye los preceptos de la perfección cinematográfica casi alcanzándola, pues la visión del director danés usando como vehículo los recursos que este arte, permiten disfrutar un exquisito film, innovador e instantáneamente icónico.

La trama gira alrededor de un conductor criminal y doble de cine, un antihéroe que descubre su misión y sanguinaria venganza conforme la misma cinta lo permite conocer. Un inquietante y mágico thriller que a través de elementos noir y western, se convierte en un film imperdible para el amante al séptimo arte.

 

El Escorpión.

Uno de los principales aciertos de la cinta es la inclusión de elementos visuales que se vuelven no parte de su ambientación, si no de la misma estructuración de su historia. Así tenemos a un protagonista que fácilmente pudo haber sido tomado del cine de Sergio Leone, un viajero errante sin nombre que se distingue por la figura de un escorpión en su chaqueta, elemento que a través del film se tornará de una metáfora a una simple y brillante especie de metamorfosis. Innegablemente es la delimitación del personaje de Ryan Gosling (De precisa y gran actuación) el elemento en que se edifica toda esta cinta, haciendo del vengador sin nombre un ser frio y despiadado que tiene una vulnerabilidad: la búsqueda del amor y la aceptación.

 

La cinta explora desde su principio el solitario mundo y actuar del escorpión con una introducción más que magistral, también presentando al otro protagonista, una ciudad de Los Ángeles oscura y cruel, compañera perfecta del vengador. Winding Refn maneja los tiempos de una forma extraordinaria, llevando el pulcro guion del iraní Hossein Amini (The Four Feathers) al clímax en cada escena. Un factor interesante es que del libreto adaptado del libro homónimo de James Sallis aparece una trama sencilla que es explotada de manera sobria y calculadora por un realizador que se muestra maduro y con el control creativo de toda la producción, resultando en una traducción visual tan disfrutable y entretenida como compleja.

 

Un reparto excepcional

Ryan Gosling demuestra que puede llegar a ser un importante actor para la época, pues su interpretación es concisa y adepta a las necesidades dictadas por la historia y por la visión del director. Acompañando a Gosling se encuentra otra actriz en evidente ascenso, una Carey Mulligan que se desenvuelve con singular naturalidad en el papel de la atormentada y a la misma vez enamorada figura del escorpión.

Mención aparte para el trió que conlleva la experiencia histriónica, comenzando con un Albert Brooks desempeñando el papel de un jefe del hampa como pez en el agua; la credibilidad impresa por el histrión ayuda inclusive a que un Ron Perlman se desarrolle en un papel similar de forma excelsa. Así también Bryan Cranston ofrece un papel entrañable como el inexperto y castigado sinodal del protagónico.

Actores hechos y desarrollados a la medida de su personaje que gracias al guion y dirección de Refn hacen que Drive aumente sus bonos dentro de la historia de la cinematografía actual, pues dichas interpretaciones a esta temprana época de premiaciones ya han sido elogiadas por toda la critica situándola de inmediato entre unas de las mejores cintas actuales (8.3 en IMDB para el gusto del público y la crítica)

 

¿Una historia de mafia? ¿O el regreso del cine noir?

Es particularmente difícil encasillar a Drive en un género, pues a pesar de que a simple vista (y como lo dicta su fuente original) estamos ante un thriller, la adaptación y la misma visión del cineasta danés nos dictan las fórmulas del cine noir e inclusive del western dentro de su estructuración: elementos como la centralización hacia con el personaje en el mundo criminal y la aparición de figuras como el guía, el villano, el cómplice y el justiciero, así como el encaramiento final y la odisea de venganza sangrienta.

No obstante, los amantes del subgénero apodado como “Mafia” o “Gansteril”, quedaran saciados ante una historia que rápidamente se podría colocar dentro de un TOP de las contendientes a mejores del género, pues la cinta cuenta con una forma revolucionaria de abordar dicho rubro partiendo desde un elemento en específico (representando por la vida criminal del protagónico), para desarrollarse y culminar en un giro de tuerca rodeado por el mundo del hampa en L.A. (detrás del negocio del lavado de dinero, inversiones y clichés del género como la estancia del jefe mafioso en una pizzería).

Ensalza la credibilidad de dicha trama los diálogos cortos y directos que en figura del personaje de Albert BrooksBertie”, redondean el argumento mafioso actual digno de recordarse.

 

La Fotografía y la selección musical.

La fotografía a cargo de Newton Thomas Sigel (fotógrafo de cabecera de Bryan Singer) es sencillamente fenomenal y cautivante. En momentos terrorífica, gracias a este elemento la ambientación forma parte de la historia como un personaje más haciendo comunión con los encuadres de medios a primeros planos de la dirección en locaciones oscuras y cerradas. Así es como el garaje, el departamento, el elevador, la pizzería y el interior de un auto toman partida importante dentro de la trama causando una claustrofóbica y a la vez exquisita sensación que conecta de inmediato con el espectador haciéndolo participe de la odisea criminal.

Uno de los puntos más altos y quizá también la parte débil del film recae en la selección musical y su empalme con lo visual. El soundtrack es excelente, pero Refn muestra aún ligeras fallas en su evidente pretensión por usar los temas musicales como principal elemento de sus escenas haciendo que, una cinta en ocasiones hecha a base de retazos, parezcan desgraciadamente videoclips cayendo por ejemplo en una redundante tangente hacia la historia de amor que pareciera no necesaria, pues la psicología de los personajes se mostraba mas que suficiente para comprender su empatía.

No obstante también es la unión de lo visual con el audio (mención honorifica para la dirección fotográfica de nuevo) la que probablemente presente una de las secuencias mas icónicas de la cinta (y que en lo personal es uno de esos momentos que quedarán marcados en el séptimo arte) en la que Ryan Gosling mira a través del ventanal de una puerta para ver a su presa… simplemente impactante.

 

¿Hay que verla?

Si, porque de no hacerlo usted estimado cinéfilo se estará perdiendo la mejor cinta en lo que va de este año. Una obra que rápida e indudablemente se colocará en las vitrinas del culto gracias a una narración original y la visión revolucionaria de un director nuevamente venido de Dinamarca (que ya nos ha mostrado porque es un país a seguir en la etapa actual de la cinematografía).

En conclusión una excelente película que gracias a un guion y dirección precisos también sus actores pueden gozar ya de un status de promesas jóvenes (en el caso de Gosling y Mulligan) o de actuaciones maduras y siempre recordables (en el caso de los veteranos). Son imperdibles los detalles y remembranzas a sus influencias no solo del noir y del western, sino también del cine indie y serie b de los 80’s, características que hacen a Drive una cinta heterogénea de gran valía.

Un film que te tendrá al filo de la butaca, realista, violento y brutal que renace la esperanza de seguir llamando al cine: El Séptimo Arte.

 

Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


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