El Cine contemplando al Individuo

El arte se contempla, el cine es arte, por lo tanto, el cine se contempla.

Han pasado 3 años de mi vida, 3 años enfocándome aún más en el cine, aquel arte que más amo por sobre todo y donde ahora más que nunca busco historias, experiencias y escenas que logren un impacto significativo en mi vida y en mi manera de apreciar el séptimo arte. De entre miles de opciones, me he encontrado con estas 3 historias que han dejado una marca dispuesta a trascender en mis años siguientes, estas películas son:

  • Blade Runner 2049 (2017).
  • First Man (2018).
  • Ad Astra (2019).

Películas de gran valor tanto narrativo como visual que a pesar de ser de años, directores y perspectivas distintas, son muy similares entre si y centrados en un tema principal: El individuo.

Así como somos seres sociales los cuales necesitamos de otros humanos para convivir, compartir y sentirnos plenos, también somos seres individuales, conformados por cientos de experiencias, pensamientos, sensaciones, creencias y decisiones que nos hacen ver la vida desde una perspectiva única, buscando un propósito, una forma de lograr un equilibrio con nuestra propia llámese conciencia u alma, una búsqueda de autorrealización que le otorgue sentido a nuestro abismo de soledad que sin importar cuantos seres tengamos a nuestro alrededor este jamás desaparecerá.

Partiendo de esta idea nos encontramos con nuestras historias y personajes principales: K o “Joe”, Neil Armstrong y Roy McBride, seres que desde el primer instante se muestran solos, aislados por elección propia, manteniendo dentro de sí mismos sus emociones, pensamientos y más profundos miedos, pero anhelando una conexión imposible de mantener. Estos tres personajes cargan en sus hombros misiones encomendadas, pero ellos se encuentran en su propia búsqueda:

A “K” se le es encomendado eliminar todo rastro que pruebe que un replicante puede dar vida, pero tras este descubrimiento lo que él realmente busca, su propósito, es conocer que hace a alguien humano, saber si también tiene alma, si es también importante, amado y deseado por alguien, emociones que lo aparten del sinsentido de su vida actual.

A Neil se le encomienda llegar a la Luna, pero a pesar de ser un esfuerzo en equipo y con dependencia de muchas personas, él decide llevar la carga, las pérdidas y los errores, pues su propósito va más allá de un alunizaje, realmente está enfocado en la redención, una forma de rendir un homenaje y despedida a la memoria de su hija por la culpa que siente al haberla perdido.

Roy es asignado en la misión para detener las explosiones de antimateria las cuales están causando daños severos en la Tierra; finalmente descubrimos que está siendo usado para llegar a su padre, pero esta es su búsqueda verdadera, después de años de distanciamiento, la esperanza de volver a encontrarse con él es aquello que lo motiva a continuar a pesar de todo, el recibir y otorgar un perdón, una disculpa que lo haga finalmente desprenderse de todas esas actitudes que lo han alejado de las personas que ama, actitudes de las cuales culpa a su padre.

No son héroes, para nada son perfectos, solamente son humanos en busca de su propósito, aquello que le dé sentido a su existencia; gracias a esto lograrán impactos que van más allá de su persona, esto es lo que los hace tan especiales y lo que hace tan importante al individualismo, pues necesitamos ser conscientes de nuestro valor como individuos para lograr un cambio colectivo.

A lo largo de su camino tendemos a muy pocos diálogos de su parte, pues al mantenerse aislados mantienen sus pensamientos al margen, sin embargo, durante su viaje sus emociones serán puestas al límite. Es aquí donde brilla todo aquello que no dicen, pues sus rostros incapaces de ocultar lo que sienten muestran sus más profundos anhelos con una sencillez y vulnerabilidad que al ser contemplada se es imposible no empatizar.

Es aquí donde llegamos a la razón de ser del título, el que estas películas sean tan contemplativas, tiene su razón de ser, pues conectar directamente con la personalidad de los personajes es lo que provoca que cada una de las partes que conforman la obra se fusione en perfecta armonía generando sensaciones únicas.

Si alguna vez en algún momento de tu vida has tenido momentos de soledad, de reflexión, de calma, te darás cuenta que estos momentos han transcurrido de manera lenta, el tiempo se alarga, todos desaparecen y solo queda el paisaje frente a ti, todo desaparece, solo quedas tú frente a la inmensidad del mundo. Recuerda esos momentos y todas aquellas escenas que para muchos resultaron “aburridas” tendrán más sentido, además ¿por qué se cuestionan tanto estos momentos en una película?, cuando se ve una pintura, una fotografía, escultura o coreografía, no es posible apreciase si no es contemplada, si no se le toma el momento para admirar cada detalle, pincelada o trazo, forma o textura, no se cuestiona por qué se usó tal material, el porqué de los colores, por qué no se tomó de tal ángulo o de determinad forma, no, simplemente se aprecia el momento, el cual puede ser bello para algunos, extraño para otros, feo o de mal gusto o significar todo para unos pocos, pero causa un impacto al ser contemplado.

¿Por qué en el cine habría de ser diferente? Al final de todo también es arte, un arte único donde pintura, fotografía, música, escultura, escritura, se unen en determinada escena para provocar emociones, sensaciones y experiencias dignas de ser contempladas mientras somos parte de un viaje de descubrimiento personal.

Con esto no estoy diciendo que las películas no deben ser analizadas ni que debemos apreciar cualquier cosa que nos pongan enfrente, sino que el cine debe verse desde una perspectiva más artística, sin tantos complejos y prejuicios, como cuando se disfruta de una pintura, que más que solo pasar 2 horas de entretenimiento y continuar con otra película de una manera errática, se debe tomar el tiempo de contemplar, reflexionar, sentir y acompañar a una obra que se toma su tiempo mostrándonos su belleza en todo su esplendor.

Por todo lo citado anteriormente así como cientos de cosas más en estas películas (como por ejemplo los bellos e impactantes soundtracks que las acompañan), estas 3 se han convertido en una gran inspiración en mi vida artística, siendo para mí un alivio y un gran agradecimiento que obras como estas sigan existiendo en las pantallas grandes.

“Mi padre, todo este tiempo mirando las nuevas constelaciones, nuevos mundos, solitarios, sin vida, intactos, siempre mirando aquello que no estaba ahí, pero ciego ante todo aquello que si había.”

Roy McBride. Ad Astra.

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Acerca del autor

Tona A. R.     bit.ly/2OBcz4f

Un ser entusiasta amante del cine y de la música, con ganas de mostrar y vivir su visión del mundo.


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