El Streaming no es un acervo fílmico

Los eventos ocurridos la semana pasada alrededor de la plataforma HBO y de las decisiones de la nueva fusión Warner Bros – Discovery, le han dado la razón a los que por años han criticado este modelo de negocio prácticamente acertando en la siguiente premisa: “El streaming no es un acervo fílmico”; por muy popular o mediático que sea una película o serie, si en el estado de resultados a la empresa no le conviene tenerla en su catálogo, será desechada.

Pero esta problemática viene en parte por la forma del modelo de negocio de estas plataformas, ya que en varios casos no obedece ni siquiera una lógica capitalista o de meritocracia financiera, sino que la variable por la cual se va sacrificar o sobrevivir a un producto es en base a los costos.

Lo explicaré con tres modelos de negocio (el del cine, el de un videoclub y el del streaming):

El cine recibe su ganancia directa del producto que exhibe, ¿qué significa? Sencillo, si una película es mediática, la gente ira a verla, pagará su boleto, y si conforme pasan las semanas la gente sigue yendo a ver esta película será conservada en las salas, por lo que en este caso la justificación de una cinta viene determinada por su meritocracia financiera.

En el caso del ya casi extinto videoclub, el modelo funciona igual, si una película es solicitada para su compra o renta tanto las distribuidoras como el mismo videocentro buscaran tener cierta cantidad de copias en estas dos modalidades porque les está generando una ganancia, una vez más las películas justifican su permanencia con base a sus ingresos.

En el caso del streaming, el modelo es diferente ya que la compañía paga el derecho de exhibir el contenido en su plataforma o costea sus producciones originales, esperando que lo recaudado en rentas sea suficiente para cubrir sus gastos totales, por lo que bajo este concepto la ganancia es más indirecta que directa ¿A qué me refiero? Ejemplificando, si bien Stranger Things puede ser un producto mediático para Netflix y quizás haya gente que se haya suscrito o conservado su membresía únicamente para ver esta serie, pero no hay una variable monetaria directa que defina su éxito, únicamente las métricas limitadas al número de clicks o views, y al final del día lo que te venden estas plataformas es un paquete con “n” cantidades de películas con una determinada renta mensual, por lo que los contenidos(incluso los más mediáticos) no tiene una manera financiera de justificar su permanencia porque la manera de medir sus ingresos (individualmente) es completamente ambigua.

Es por eso que productos como “Yo soy Betty la Fea” en Netflix salieron del catálogo a pesar de haber permanecido más de un año en el top o porque de repente HBO empezó a cortar ciertas películas y ya prepara la salida de ciertos productos que incluso son bastante populares, porque a estos se les mide por sus costos no por ingresos.

Aparte, aunque muchos se sientan indignados de que sacaran su contenido favorito de la plataforma, seguirá triunfando principalmente porque vivimos en la era de la “inmediatez” y de lo “fugaz”; podrán enojarse 1 o 2 semanas, pero si Netflix, HBO, Amazon saca una nueva temporada de la serie de moda, una nueva película o programa que se vuelve viral a la mayoría ya se le habrá pasado el enojo y caerá una vez más en la trampa.

Añadiendo a, estos modelos de las plataformas de streaming se han vuelto demasiado cómodos en varios sentidos, están a un solo click de distancia desde la comodidad de la casa y no requieren de un espacio físico adicional más que el de la televisión, por lo que ya están muy arraigados en la forma de consumo actual.

El problema de todo esto es que, si los contenidos más populares ya se las están viendo negras, imagínense como les irá a los clásicos o las producciones más modestas, ya que este modelo de negocio o consumo probablemente terminará condenando a estas cintas por el factor económico y de inmediatez.

Por lo que reafirmamos lo que se lleva diciendo desde hace años; “las plataformas de streaming no son un acervo fílmico”, simplemente es un producto que te venden por paquete y que el día en que la compañía le cueste mucho mantener un producto la sacará de su plataforma y descaradamente si tiene piedad de ti te la va a poner en renta (como en los viejos tiempos).

¿Qué hacer ante esto?

Estamos en la época del internet donde la búsqueda de material audiovisual aun en algunos casos es libre y gratuita, por lo que si de plano estas compañías no tienen en su catálogo cierta película que alguien demanda, no estaría mal darse un clavado por aguas internacionales.

Y por último, quizás como ha pasado con los libros en los últimos tiempos, quizás hay que revalorizar los formatos físicos (DVD, Bluray) e incluso para los más clavados “construir su propio acervo” con las películas favoritas o que crean que merezcan que sean conservadas, incluso puede ser una excelente manera de preservación de ciertos filmes; no vaya ser que el día de mañana Paramount en su lógica corporativa deje de distribuir “The Godfather” o que Warner Bros elimine toda la filmografía de Kubrick.

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Acerca del autor

El Cine Actuario   @maxpower_ar?s=09   facebook.com/dvclocblog

Actuario/Economista, Amante del Cine, Devoto de Dios, Intuitivo, Curioso, Rockero de corazón, Fanático de los Libros y del deporte de las tacleadas, quesero, colchonero, diablo rojo. "Las estadísticas son la forma en que las matemáticas cuentan las historias" "El arte es una ciencia y el trabajo del critico al igual que el del investigador es exponer sus axiomas y teoremas al mundo" "Estar de acuerdo, en no estar en desacuerdo es saludable"


1 Comment

  • Por eso lo seguiré diciendo:

    Los servidores se cierran, las descargas terminan, los digitales desaparecen. El formato físico es eterno.

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