Elemental: Una gran idea desperdiciada

¿Qué pasa últimamente con las producciones Disney-Pixar, que parecen no generar buena expectativa y se siente que pasan desapercibidas? ¿Será que su estrategia de mercadotecnia no está funcionando, o simplemente el público prefiere ver sus películas en la comodidad de su hogar en lugar de verlas en el cine? Sea cual sea la razón, Elemental es uno de esos estrenos que se suma a la lista de películas que pudieron haberse estrenado solo en streaming.

Elemental (nombrada “Elementos” en su título para Latinoamérica) nos traslada a la ciudad Elemento, un lugar cuyos habitantes son seres de aire, tierra, agua y fuego. Ember ha vivido toda su vida en el barrio de Fuego, pero todo cambiará cuando conoce a Wade, un ser de tipo agua que la llevará a cuestionarse todo lo que conocía hasta ahora.

La primicia de Elemental es sin duda, una gran idea, y definitivamente se agradece que las productoras apuesten por nuevos conceptos y personajes en lugar de retacar las salas con secuelas infinitas de sus grandes éxitos (cof, cof, Toy Story). En mundo en donde los elementos tienen vida propia y deben convivir en una ciudad tal cual como una sociedad, se da pie a miles de interacciones divertidas que con la creatividad indicada resultarán en un gran espectáculo, especialmente en este género de la animación. 

Para esto, Pixar ha decidido contar una historia centrada más en el romance que en la aventura, dejando a esta segunda como el fragmento más pequeño y débil de la película. Y es que en medio de las maravillas que significa el jugar con los elementos y sus transformaciones y donde el género animado parece ser la zona indicada para lucirse, estos parecen no sacar todo el provecho que se merecen a pesar de tener buenas razones y oportunidades para lograrlo, pues algunas de estas situaciones incluso pasan desapercibidas.

A Elemental le falta un toque extra de originalidad, ya que no encuentra un balance entre lo fresco que se siente su esencia y lo ordinario que se torna lo que está contando. Y es que su historia ya la hemos visto muchas otras veces, una protagonista que se enamora de alguien que aparentemente no es de su tipo y cuya mayor motivación en la vida es no decepcionar a su familia (en especial a su padre), incluso sacrificando sus propios ideales y destino. ¿Les suena familiar? A esto agreguemosle un final tan predecible como olvidable, en el que todo termina por resolverse de manera aparentemente sencilla, muy al tono Disney. 

Como muchas de las películas con el sello Pixar, Elemental parece no estar dirigida a un público infantil pero sí a uno más adolescente (algo no precisamente negativo), y esto no solo por el mensaje que busca encausar sino además por el tipo de ritmo y humor que maneja, uno que no resulta muy atractivo para los más pequeños pues las aventuras son escasas y la acción no es precisamente el plato fuerte de esta cinta. Las emociones parecieran también estar ahí, y son forzadas hasta el último instante buscando esa lagrimita que te recuerda la naturaleza del filme.

Elemental recuerda en cierta forma a Zootopia, una cinta también de Disney pero sin el sello Pixar, pues también apuesta por un universo novedoso en el que sus integrantes son muy particulares, pero cuya ejecución se siente más atractiva y sus protagonistas más encantadores. Un ejemplo de éxito de que apostar por sociedades “exóticas” no es sinónimo de fracaso.

Tan olvidable como su propia mercadotecnia, Elemental es, en resumen, un desperdicio de ideas que vieron su pérdida en lo cliché de su historia en lugar de brindarnos esa experiencia de autenticidad por la que las mejores cintas de Pixar se caracterizan. No es la peor película de su repertorio, pero ya son varios los tropezones que es estudio ha dado en los último años, ¿será acaso que esa chispa de singularidad tan característica y cautivadora se ha perdido para siempre?

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Acerca del autor

Kim Tobias   @kimm_tobias  

Enamorada del cine clásico y los guiones astutos. También odio los finales felices... ["La estimulación visual es la razón del cine. De otra manera podríamos simplemente apagar las luces y llamarlo radio" R.A.]