Glosario Especializado de las Enfermedades del Cine Moderno (2 de 2)
Segunda parte de la investigación oficial y certificada por la OMS que por medio de Cinescopia busca el objetivo de reducir los signos y síntomas de estas enfermedades o bien, inducir a los enfermos a un rápido diagnóstico y tratamiento si así lo requieren.
Cinescopia les recuerda que esto no es un juego, es muy real y está pasando actualmente atacando nuestros organismos neuronales y con consecuencias mentales, físicas y hasta mortales. La investigación corre a cargo del experto en Enfermedades Cinematográficas (ENCI’s) Dr. Dark en colaboración con dos de sus mejores investigadores de campo avalados igualmente por la OMS: El Fett y Peter Bridges
Cinescopia recomienda compartir esta información con sus allegados para la prevención de estas enfermedades. Pueden checar la primera parte del Glosario aquí ¡Cuídense! Y recuerden… lo primero es la salud
Keanuvitis o Síndrome de Jacksparrow (By Dr. Dark)
Definición: Inflamación de la Glándula De Keanu Reeves, aquella que todos tenemos que y que produce la hormona “importamadrina“, que nos lleva a la indiferencia y la inexpresión cuando estamos hartos de la gilipollez. La inflamación de dicha glándula llevará el aspecto “importamadroide” a extremos patológicos. Cierto actor, quien dio nombre a esta glándula, por el hecho de tener altos niveles de “importamadrina” en la sangre invariablemente aparece (que no actúa) con la misma expresión en todas y cada una de las cintas en que ha participado.
Etiología: Desconocida. Tal vez una lobotomía practicada al actor para hacerle olvidar sus tragedias personales…
Síntomas. No solo el mencionado actor, autor de este síndrome, sufre de inexpresividad total y de la extraña anti-cualidad de realizar el mismo personaje una y otra vez. Actores y actrices, supuestos, también han mostrado esa extraña tendencia a siempre lucir exactamente iguales.
Diagnóstico: La observación de algún “histrión” sin rango emocional en tres o más películas es suficiente para el diagnóstico. Cierto actor famoso por su sobre-actuación y ojos saltones y una adúltera actriz vampirofílica son excelentes ejemplos de Keanuvitis. El nombre antiguo de esta enfermedad, Síndromde de Jacksparrow, se debe a otro actor insistente en repetirse a sí mismo como personaje excéntrico, de modales extraños y habla farfullante, en cada película en que aparece
Tratamiento: Meras medidas de sostén. El mismo público se abstendrá de apegarse a estas estatuas vivientes.
Vampirofilia (By Dr. Dark)
Definición: Síndrome alterno de la Zombifilia, que se manifiesta por un entusiasmo desmedido sobre lo relacionado con los vampiros pero, requisito indispensable, desde una perspectiva romántica, erótica o adolescente y no terrorífica.
Etiología: La gilipollez tan propia de la adolescencia genera esta vulnerabilidad a la aceptación y apoyo incondicional a la degradación del vampiro como ser terrorífico de ultra tumba devenido en afeminado y meloso amante oligofrénico.
Síntomas: La creencia delirante y absurda de que un ente no muerto, casi indestructible, que brilla a la luz del sol y se alimenta de sangre pude ser un amante más tierno y capaz que cualquier humano “inferior”… aun y cuando el susodicho ser inmortal no existe. En casos extremos, encontramos pacientes que se niegan a leer el último libro de la “saga literaria” o la última película basada en ella para que “el placer jamás termine” (créanme, yo traté a una paciente con esta variante)
Diagnóstico: Basta con ver como escritoras de nulo talento literario se han vuelto millonarias gracias a haber engendrado estos productos aún más terroríficos que el mismísimo Drácula. Si hay dudas, vean adolescentes que han rechazado a galanes musculosos pero de tez oscura porque esas características los alejan de los “pálidos y dulces vampiritos”
Tratamiento: Al igual que el asma, la Vampirofilia tiende a mejorar con el envejecimiento (o más bien madurez emocional)
Síndrome del Clon Oportunista (By Dr. Dark)
Definición: Una variante clínica tanda de la Precuelosis como de la Secuelitis. Definida como la necedad de crear productos oficialmente no relacionados pero claramente “clonados” de conceptos que fueron exitosos
Etiología: Productores que llevan a la exaltación aquello de “nada como ir a lo seguro”. Cuando una historia simplemente no ha de generar secuelas por haber concluido favorablemente y tampoco precuelas pues a nadie interesa el pasado de los personajes, entonces no queda más que copiar el concepto y dar lugar a obras del mismo “género literario-cinematográfico”.
Síntomas: Auge y caída de un género gracias al éxito de una obra y el fracaso estrepitoso de obras semejantes creadas al calor del éxito de la primera. El género fantástico llegó al cielo gracias al éxito de cierta trilogía sobre enanos de pies peludos y de una saga basada en jóvenes magos… y se hundió en el lodo con adaptaciones mediocres y al vapor de obras literarias igualmente malas como aquella de un adolescente monta-dragones o niños con serias alucinaciones. No olvidar la saga que dio origen a la Vampirofila, que dio origen a adaptaciones de novelas gilipollas para adolescentes aún más gilipollas resultando en películas doblemente gilipollas, (sí, gilipollez cuádruple), de la que sólo sobrevive la adaptación estelarizada por la fundadora del Día Internacional Del FAP…
Diagnóstico: Tan sólo preguntarse qué saga literaria llevada al cine ha logrado volverse una “exitosa trilogía”
Tratamiento: No es necesario, sólo basta sentarse a ver, divertidísimos, como los estudios se esmeran en adaptar cualquier basura de librito esperando establecer una franquicia duradera y regocijarse en su fracaso.
Insuficiencia Directriz (By El Fett)
Definición: O impotencia creativa o disfunción directriz, es la incapacidad repetida de lograr dirigir una película lo suficientemente buena o al menos mediocre para tener una carrera filmográfica satisfactoria o placentera.
Etiología: De origen mental, la insuficiencia directriz no es grave en sus primeras etapas, pero si se persiste en no medicarse a tiempo se tiene el registro histórico de acabar como algunos pacientes reconocidos mundialmente tales como James Cameron, Ridley Scott, Sam Raimi, Oliver Stone, Spike Lee (Este señor tiene todo) y Peter Jackson.
Signos y Síntomas: A pesar de su naturaleza psicológica, la disfunción directriz en un estado más avanzado, ignorando sus síntomas y sin el apoyo médico adecuado, puede tornarse en una enfermedad crónico degenerativa demasiado grave que puede llegar incluso a causar demencia senil y síntomas como la perdida de la realidad, alucinaciones severas, delirios de grandeza y consecuencias físicas tales como la auto mutilación y hasta el suicidio.
Diagnóstico: Comúnmente se da en una etapa ya adulta cuando el paciente da cuenta de su inutilidad. Sin embargo gracias a su origen en el psicoanálisis se ha podido ayudar y remediar algunos casos tales como el Bryan Singer, paciente reconocido que comenzó su terapia de manera temprana al aceptar “lo malo que era”.
Tratamiento: Por lo regular se sigue un programa de 12 pasos en su etapa temprana, pero si uno niega o deja la ayuda las consecuencias son graves como lo antes manifestado, teniendo que llegar al encierro y/o institucionalización debido a que pueden llegar a cortarse sus extremidades y hasta defecar y comerse su propio detrito (Véase Prometheus para casos más concretos)
Marvelizofrenia (By El Fett)
Definición: Diagnóstico psiquiátrico en personas con un grupo de trastornos mentales crónicos y graves, caracterizados por alteraciones en la percepción o la expresión de la realidad causados por ver tantas películas de Marvel – Disney.
Etiología: Aunque muchos creen que estrictamente los primeros pacientes datan de los principios de los 90’s, últimos estudios han revelado que la Marvelizofrenia se limita a mediados de la pasada década; se cree que puede ser tanto contagiada gracias a una sustancia alucinógena segregada por las ratas de parques de diversión (orines o saliva), como generada por un estado demencial por la exposición masiva a las películas de Marvel – Disney
Signos y síntomas: Los síntomas de la Marvelozofrenia suelen comenzar en niños y adultos jóvenes aproximadamente de 10 a 30 años y por lo general se da en hombres. Una persona con Marvelizofrenia (A la que llamaremos Marvelizoide), muestra un lenguaje y pensamientos desorganizados, delirios y alucinaciones que lo llevarán a pensar y considerar en su mundo vago y bajo una conducta inapropiada que las películas donde salen Thor, Iron Man y compañía son las mejores del mundo. La Marvelizofrenia causa además una mutación tan real como irreal en el individuo que la posee, pues mientras se da una desorganización neuropsicológica que afectan las funciones motrices convirtiéndolos en “trolls”, ellos piensan en su realidad distorsionadas que son más atractivos que Chris Hemsworth y más fuertes que Hulk, afectando también su desempeño social
Diagnóstico: Se basa en las experiencias reportadas por el mismo paciente y el comportamiento observado por el experto. No existen actualmente pruebas de laboratorio de la Marvelizofrenia, por lo que se dificulta el diagnóstico y por ende los que la padecen pueden parecer gente normal e incluso escribir en blogs de cine.
Tratamiento: Terapia de shock con una dosis previamente autorizada de antipsicóticos es lo más efectivo con estos enfermos, sin embargo también se recomienda la abstinencia total de películas de superhéroes
Síndrome de Inmunomediocridad adquirida (Peter Bridges)
Definición: Padecimiento tipo crónico derivado de la adquisición del Virus de Inmunomediocridad Cinematográfica que ataca especialmente al sistema nervioso de directores, guionistas y productores del género de horror, lo cual provoca un grave cuadro sintomático que les lleva al reciclaje y acumulamiento de las mismas ideas, argumentos, tomas, e incluso sonidos película tras película.
Etiología: Se considera que la industria hollywoodense es la creadora de este mortal virus el cual ha encontrado un ambiente adecuado para su propagación los “creadores” de cine de horror en la actualidad. Por otro lado un público con el trastorno mental del sadomasoquismo que disfruta asustándose con los mismos trucos cada que sea posible han sido fuertes catalizadores para la supervivencia del VIC.
Signos y Síntomas: los síntomas han variado con el tiempo. Si bien puede ser asintomática en algunos casos, en directores actualmente se presenta con una imperiosa necesidad de filmar con cámara doméstica en mano con fuerte agitación. Síndrome del exorcista y delirios de casas embrujadas. Naturalmente este síndrome contiene síntomas de secuelitis, precuelitis, y rebootitis. En cuanto a la audiencia, la irreversible necesidad del visionado tras presenciar un trailer que bajo su concepto “se ve muy bueno”.
Diagnóstico: No se requiere ningún análisis sanguíneo ni psicológico. En muchos casos son los mismos productores quienes se auto diagnostican positivos tras el lanzamiento de trailers y sinopsis. Para confirmar, se requiere un diferencial del visionado. Aquellos que gritan ¡No entres ahí! cuando el protagonista se acerca a una puerta en un pasillo oscuro están en etapa terminal.
Tratamiento: Actualmente no existe una cura para tan mortífero virus que ha acabado con el 90% del género de horror y más del 80% del público general. Aún así, cada organismo es más o menos susceptible a contraer el virus. En etapas iniciales se recomiendan altas dosis de cine clásico para controlar el padecimiento.
3 Comments
Te falto la Egofilmefilia que es cuando un actor se empeña en hacer a todos sus personajes de películas a gusto y semejanza, suena similar al mal de Jack Sparrow solo que aqui el actor puede tomar diferentes formas y looks, pero sigue siendo el mismo estilo, el caso mas peligroso es la Sanderilia donde el paciente primero se manifesto como un ser rudo que jugaba hockey y se volvio golfista, pero despues cambio a un analfabeta, al hijo menso del diablo y Resse Witherspoon, a un superpolicia judio y hasta en una mujer, pero sigue siendo el mismo baboso en el fondo…
Muy cierto!!! Adam Sandler es un peligrosísimo agente patógeno que ha infestado el cine con su consolidada y conocida estupidez. Haberlo omitido fue una equivocación sin duda, estimado! Muchas gracias por el comentario y aportación!