Grandes Espías: Entretenida e inofensiva comedia familiar

Así como hay infinidad de casos de mujeres dedicadas al modelaje que decidieron cambiar su carrera para dedicarla a la actuación, con buenos y malos resultados, hay una creciente tendencia de ex-luchadores de la WWE que decidieron hacer lo mismo. En ambos casos, se entiende y son equiparables: la carrera que pudieran tener en modelaje o lucha libre depende mucho de los límites de sus cuerpos y todos están conscientes que, cuando empiecen a mostrar signos de su edad, serán desechados. Ante este oscuro predicamento, la actuación pareciera ser una fuente de trabajo más estable. Llegar al cine, y triunfar ahí, es otra historia por completo.

Es así como llegamos a Dwayne Johnson, mejor conocido como The Rock. Ex-jugador de fútbol americano profesional y ex-luchador, ahora es una de las estrellas hollywoodenses más exitosas, con amplio reconocimiento popular. Tras su éxito, era lógico que otros luchadores profesionales ingresaran al mundo del cine, con resultados desiguales y siguiendo una fórmula de éxito. Primero, se prueban como figuras en cintas de acción, luego en dramas, y en distintos tipos de comedia. John Cena, por ejemplo, ha probado ser un comediante muy hábil: de Trainwreck a Blockers, ha jugado con las expectativas de alguien con su tipo de cuerpo y subvertirlas. Dave Bautista, por otro lado, ha tratado de hacer más que sólo películas de acción “vacías” (sus palabras): de Blade Runner 2049 Stuber, se ha movido con cierta agilidad en diferentes tipos de proyectos (estará en la siguiente versión de Dune). Empero, todos se dan de topes en el subgénero de comedia familiar.

My Spy (Grandes Espías) sigue el esqueleto de este subgénero de comedia infantil: un tipo rudo y físicamente imponente se da de topes en su área de trabajo porque le falta sensibilidad. Por una u otra razón, debe hacer equipo con una niña (o un grupo de niños) muy a su pesar, y durante la convivencia aprenderá una que otra lección importante.

Siguiendo el título, la nueva película protagonizada por Bautista, Chloe Coleman, Parisa Fitz-Henley, Kristen Schaal y Greg Bryk presenta esa historia en un contexto de espionaje, donde a un nuevo agente de la CIA le asignan una misión “de castigo” que involucra a la sobrina de un importante criminal. Más allá de la historia, este tipo de películas dependen mucho del carisma del reparto y de su habilidad para hacer que el guion cobre vida. Por fortuna, cuentan con Schaal, comediante mejor conocida por su talento de voz en Bojack Horseman Gravity Falls, quien aprovecha cada minuto en pantalla para hacer reír a la audiencia. Bautista demuestra nuevamente sus habilidades en la comedia, aún si se sigue viendo como pez fuera del agua en varias secuencias. Coleman es encantadora y demuestra tener bastante rango emocional.

Entretenida, con una banda sonora bastante bien seleccionada, pequeños chistes sobre el subgénero de espionaje y con un mensaje repetido pero urgente, Grandes Espías es una explosión controlada que puedes ver de reojo sin lastimarte los ojos.

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Acerca del autor

Oraleia    

Snob pretenciosa en recuperación, punk de gustos refinados y valemadrista con corazón. Crítica de cine.


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