Guerrero (Documental): Activistas con sentencia de muerte
El Estado de Guerrero arde. Está ardiendo desde hace décadas aunque apenas hace un par de años volteamos los ojos a la pira enorme que emana de él. No se puede decir que es tierra de nadie, porque en realidad sus dueños hacen gala de su poderío, negándose a dejarlo ir. Guerrero es un “Narcoestado”. Miles de desaparecidos, demasiadas fosas clandestinas, nuevas generaciones engendradas en el odio, tragedias sin concluir porque no hay un cuerpo, un huesito, unas cenizas que sepultar.
Ludovic Bonleux (Acuérdate de Acapulco), el cineasta francés que reside en México desde hace 19 años, presenta un documental más sobre este Estado. En esta ocasión se instala en las localidades de Talpa, Iguala y Petaquillas, con los activistas Coni, Mario y Juan, quienes trabajan para contrarrestar la ola de delincuencia y localizar los restos de sus familiares.
Bonleux primero se acerca al ras de esas tumbas sin lapida ni epitafios, luego se aleja como prudente espectador a los tejados de esos pueblos que se defienden con piedras y palos, para después venirnos a hablar de los activistas que recorren el territorio guerrerense con la muerte pegada a la mochila.
En ‘Guerrero’ no existe un tema angular, pero nos hace ver que los estudiantes de Ayotzinapa no son el único tema. En este documental vemos a un pueblo que le levanta con las policías comunitarias, al tiempo que se agacha para rescatar de entre las piedras restos humanos, no de 43, sino de muchos miles más.
Coni, una activista que es miembro del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG). Juan, un maestro de educación básica criminalizado por el gobierno y Mario, quien en su Vía Crucis por la búsqueda de su hermano, va descubriendo una fosa tras otra exponiendo los crímenes y la negligencia de un gobierno que no se cansa de hacer mal las cosas.
‘Guerrero’ se traduce en tres protagonistas, en tres caminos diferentes que se cruzan por un mismo fin, aunque en ello les vaya la vida de la misma manera como se les ha ido ya a muchos otros activistas e integrantes de las policías comunitarias, para ellos, este documental será un homenaje.