HAIKYU!!: Un balonazo de positividad total

¡Saludos mis Valientes!

Luego de unos meses hibernando, salgo de mi cubil arquitectónico listo para compartir los despojos de un invierno viendo puros animes… ¡Naaaaa! ¿A quién quiero engañar? Se me ocurrió hacer la animalada de contratar “Crunchyroll Premium”, y en una sola semana he visto más animes que en los dos años pasados.

De entre el amplio catálogo de rarezas que habitan ese servicio de streaming, decidí enfocarme en el anime que ha revitalizado el género de los deportes como ningún otro, al nivel de haber convertido un deporte que no era muy famoso en Japón en un verdadero fenómeno, me refiero a Haikyu.

Una obra original del mangaka Haruichi Furudate, que vio la luz el 19 de julio del 2012 y se ha publicado hasta el 20 de Julio del 2020. La primera temporada del anime se publicó el 6 de abril de 2014, la segunda llegó en el 2015, la tercera en el 2016 y la cuarta se entregó en dos partes; la primera parte se entregó a principios del 2020 y la segunda parte a finales del mismo año. Para aquellos que la vieron en su momento, mis respetos, porque desde que pasé de la mitad de la primera temporada no he parado de verla.

A simple vista, esta serie parece ser la típica serie shonen deportiva en donde los protagonistas se abrirán paso a través de los rivales más poderosos y para eso romperán toda ley de la física creada por Newton; pero para desgracia de los haters, no lo es. Salvo algunas pequeñas libertades artísticas que se toman, la serie es de lo más apegada a la realidad y eso se agradece ya que le da un mejor sabor cuando logran esas jugadas cerca de la red.

¿Pero de que va?

La historia nos habla del pequeño Shoyo Hinata, un adolescente que logra armar un equipo de voleibol conformado por sus amigos (esto a pesar de que nunca han jugado en su vida) para representar a su secundaria en su último año. Tal como se lo imaginan, son despedazados en el primer encuentro contra otra secundaria que se tomaba este deporte más serio y donde aparece el rival de nuestro querido chaparrín: Tobio Kageyama.

Pasa lo de siempre, se retan y se declaran rivales eternos y se preparan para ir a la Preparatoria. Para esto, Hinata se inscribe en la preparatoria Karasuno y cuando va al gimnasio para entrenar se topa con la sorpresa de que su rival jurado será su compañero de equipo. De aquí en delante, las cosas se ponen muy divertidas y se suma una cantidad diabólica de personajes, de los cuales iremos conociendo sobre sus aspiraciones y motivaciones, incluyendo a los rivales, lo cual hace que esta serie sea entretenida y dinámico, ya que al igual que un juego de voleibol, la historia está saltando de un lado a otro para mantener su buen ritmo.

La mayor virtud de esta serie es la manera de presentar sus obstáculos de forma adecuada para mantenerte bien enganchado desde el principio… ¿Pero cómo hacen esto? Sencillo, los objetivos tanto de los protas como del equipo en general son muy claros desde el principio: “oye para poder ganarle a esta prepa hay que dominar el saque as”, “oye para pasar a la siguiente ronda vamos contra un equipo defensivo hay que dominar esta otra técnica”. Cada objetivo presenta un desafío y una pequeña victoria satisfactoria que crea este ritmo ascendente que culmina de manera espectacular en cada temporada, y aunque su “yo mamador” pueda objetar que puede llegar a ser algo predecible, esa sensación queda descartada ya que los personajes deben esforzarse para lograrlo, es decir, nosotros nos volvemos testigos de su esfuerzo y sacrificio y por consecuencia, queremos verlos triunfar.

Este detalle es el que me llama más la atención, ya que mientras en el entretenimiento occidental se enfoca en decirte que eres especial y por eso vas a triunfar, en la mentalidad del oriente esto no es suficiente y aun debes esforzarte mucho más para alcanzar tus metas; y al parecer el público prefiere esta última opción.

Luego de haber sido atrapado en este culto extraño, les puedo decir que estas tres temporadas han sido todo menos aburridas, insípidas e indiferentes sino todo lo contrario. Con arcos de personajes muy bien estructurados en donde se toman el tiempo hasta para desarrollar a los personajes que integran a los equipos rivales, personajes que serían el relleno en otros animes, hasta los ocasionales, todos tienen una pequeñas historia secreta que narrar.

Ya para cerrar, el ritmo in crescendo que se le imprime a cada una de las temporadas y cómo van subiendo los desafíos es excelente. No les voy a mentir, empecé esta serie con la mayor indiferencia y listo para demostrar que tan sobrevalorada, para que unos días después me tengan gritando de locura y emoción en los capítulos finales de la tercera temporada.

Por cierto, la animación corre a cargo de Production I.G. y les puedo decir sin tapujos que se lucen con el nivel de calidad que entregan, en especial en los juegos clave. Uma delicia.

En resumidas cuentas

“El volley ball es una deporte que se juega con la vista en alto”

Si están buscando una serie adictiva, divertida y con un poderoso mensaje ultra positivo, esta sin duda lo es. Si tienen chamacos y quieren que se interesen en algún deporte, esta es la mejor forma 😉

 

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Acerca del autor

Arquicruz   @DunedainX   dunadanx.deviantart.com/

Arquitecto, diseñador, artista digital, crítico de cine, instructor y lo que sea que ponga alimento en el plato de mis perros y gatos.


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