I, Tonya: Más que un incidente, más que una simple biopic
En la década de los noventa fue, creo yo, la época en que iniciaron los escándalos mediáticos. La televisión tenía el poder absoluto en las comunicaciones y el internet apenas “abría sus ojos al mundo”. Cualquier suceso que quedara plasmado en video garantizaba rating ya que todos queríamos ver “el momento de la acción”. Fue entonces cuando empezó a circular la noticia que una patinadora estadounidense había apuñalado en la pierna a su rival Nancy Kerrigan. Después se corrigió la información y se dijo que un desconocido había golpeado en la pierna a Nancy y presentaron el video de la chica en el suelo agarrando su pierna y con unos alaridos parecidos a los de un borrego preguntaba “¿why? ¿whyyy?” Todos vimos ese video y nos compadecimos de ella.
Al cabo de unos días la nota fue que el ataque había sido ordenado por Tonya Harding y perpetrado por su ex marido y otros cómplices. De inmediato todo el público odió a Tonya y amaba y sufría por Kerrigan. Ellas iban a patinar en el mismo equipo y el morbo por verlas en la pista hizo que, como nunca, el patinaje artístico femenil tuviera tan alto rating, un rating comparable al de un Super Bowl. Fue el tema más importante, todos al tanto del juicio y las entrevistas. Después sucedió otra cosa y nos olvidamos de Tonya y Nancy.
Después de más de 20 años de este suceso nos llega la película “I, Tonya”, donde nos cuenta esta misma historia basada en entrevistas que se le hicieron a los involucrados en el Incidente. Pudiéramos pensar que vamos a ver toda la planeación, ejecución y conclusión del evento, sin embargo, es una muy grata sorpresa descubrir que es un falso documental con un agudo humor negro.
Tomando como base las recreaciones de las entrevistas, se nos cuenta la vida de Tonya desde su niñez hasta llegar a ese punto de su vida. El incidente es solo un pretexto para tocar otros temas más profundos que un ataque a una patinadora; nos habla del clasismo en el patinaje, de la discriminación a la clase baja en este deporte, de las familias disfuncionales, de la violencia doméstica, el abuso infantil, de cómo un talento como el de Tonya puede ser frustrado por mantener una imagen de un país perfecto. Es una gran película con grandes temas.
Las actuaciones son buenísimas; Margot Robbie pone al lado su despampanante belleza y se apropia del personaje de Tonya haciéndolo de una manera magistral. Allison Janney interpreta a LaVona Golden, la madre de Tonya, y logra que la odiemos con cada palabra que sale de su boca (no por nada ha ganado todos los premios y creo que el Oscar es más que seguro). Actúan también Sebastian Stan, Paul Walter Houser, Bobby Cannavale y Mckenna Grace como Tonya en su infancia.
La dirección de Craig Gillespie es muy buena y utilizan el recurso de “romper la cuarta pared” dando énfasis al humor negro y dinamismo al relato. Todo está muy bien cuidado, las escenas de patinaje parece que las hizo la misma Margot Robbie, siendo muy buenas y muy creíbles.
Una muy buena película que nos muestra cómo podemos ser el producto de nuestras circunstancias y decisiones muy a pesar de nuestros talentos.