It: Más crudo y gracioso que nunca
Es un hecho que la sociedad actual vive de la nostalgia. Las nuevas películas se encargan de recordarnos cuánto añoramos el pasado y otro tanto se producen directamente como remakes pues el mercado actual ha demostrado el fácil consumidor que resulta de estos productos. En este caso en particular, debo de aclarar que considero que esta nueva visión de la novela de Stephen King, It, era justa y necesaria; pues seamos honestos, la versión que vimos a principios de los 90’s se convirtió en un referente dentro del género del terror, no tanto por su calidad cinematográfica, sino por el impacto emocional que causó en toda una generación que se ha mostrado aterrorizada por cierto payaso de sonrisa perversa (y nos hizo fans de Tim Curry, claro).
La cinta cuenta la conocida historia de un grupo de niños que viven en Derry, Maine, un pueblo que se encuentra amenazado con la presencia de un ser malvado llamado “Eso” que es capaz de cambiar de forma, alimentándose del terror que produce en sus víctimas. Dirigida por el argentino Andy Muschietti, la película abarca únicamente los sucesos ocurridos entre 1988 y 1989, hechos que se despliegan después de la muerte del hermano menor de Bill Denbrough, el pequeño Georgie.
Esta nueva adaptación resulta en una refrescada total del concepto que conocíamos, utilizando más propiamente el factor del miedo psicológico que el terror convencional, ese que se patrocina por forzadas piezas musicales y sustos de banquito. It es un tono más oscuro y al mismo tiempo es comedia desinhibida, utiliza recursos un tanto gores y crudos que encajan de manera más realista con la trama, ayudando a generar ese desagrado propio del género que aunado a un efectivo suspenso hacen que la película sea lo bastante entretenida como para mantenerte despierto más de dos horas después de la media noche.
He de aclarar en este punto, que jamás he leído la novela de Stephen King, por lo que no podría hacer un comparativo de que tan fiel es o no al libro; lo que sí puedo decir es que el filme lo considero bien logrado dentro de su tono de terror-blockbuster, los efectos son lo suficientemente buenos como para provocar más de un par de saltos en la audiencia, sobresaliendo sobretodo la actuación de Bill Skarsgård como el nuevo y espeluznante Pennywise, uno al que se le da acertadamente más protagonismo en la historia pues se convierte en el vehículo principal de las pesadillas de nuestros chicos que encuentran en este payaso la personificación de sus más grandes miedos. Otro punto a favor es que la película tiene la capacidad de dejar una buena impresión en el público nostálgico que creció con la mini serie de los 90’s y además ser un gancho que atrape a nueva audiencia que puede o no estar familiarizada con este ente epónimo.
Eso sí, como ya es común en las cintas de terror actuales, la comedia se hace presente en más de una ocasión. Esto no es particularmente de mi agrado pues, aunque su labor es de nivelar la tensión dentro de la historia, este exceso puede hacer que lo que se cuenta pierda un poco de credibilidad y se note exagerado en algunas situaciones. El soundtrack se muestra correcto más no inolvidable, pero preciso para encausar una fábula cuyo mayor protagonista es ese juego mental del que son objetivo los más jóvenes del pequeño pueblo en Maine.
En conclusión, It es una reinvención favorable del clásico que ya conocíamos que puede resultar aterrador para los más sensibles y un entretenimiento bastante saludable para los de corteza un poco menos impresionable. Sorprendentemente divertida, no tiene desperdicio ya sea para dar un poco de brinquitos disimulados o para reír a rienda suelta de cómo los demás saltan de sus asientos con las situaciones “menos esperadas”.