LA CIVIL: La lucha de una, la furia de todas.

La Civil (2022)

 

La Civil es una película devastadora y tensa que llena de furia al espectador pero también logrando conmoverlo, al otorgar una mirada diferente y más humana a una realidad tan dolorosa en nuestro país: La desaparición de mujeres y hombres por medio del crimen organizado. Presentada y ovacionada en el Festival de Cannes en 2021, esta obra mexicana en colaboración con Bélgica y Rumania, llega a cines el 19 de Mayo.

 

Sinopsis

Después de ser ignorada por las autoridades, Cielo (Arcelia Ramírez), una madre desesperada, decide ir por cuenta propia en búsqueda de su hija Laura, quien ha sido secuestrada por un cartel mexicano.

 

Por qué debes verla

Siempre es complicado hablar sobre una película que toca temas o historias tan duras y difíciles, tanto para sus creadores como para el espectador, ya que desde mi punto de vista, la obra ya tiene bastante mérito por abordar de la manera correcta y respetuosa estas historias, sin olvidarse de plasmar un mensaje, una crítica o una protesta. Considero que La Civil es una de estas películas, a continuación te digo por que hay que verla.

Si bien, la pregunta más recurrente durante la función de prensa fue: “si ya había demasiadas películas mexicanas que tocaban este tema, ¿por qué hacer otra?” La verdad es que el cine la mayoría de las veces cuenta las mismas historias y no es algo negativo, pues lo importante es el cómo las cuentan. Importan las formas, los estilos, el contexto histórico y las perspectivas con que se cuentan.

En esta ocasión pudimos apreciar la perspectiva de una Directora (Teodora Mihai) nacida en un régimen comunista, separada un tiempo de sus padres, enamorada de México y conmovida por la historia de miles de desaparecidas y de Miriam Rodríguez (ama de casa quien lucho por dar con los responsables del secuestro de su hija). Con toda esta trayectoria y un documental muy aclamado, Mihai con La Civil logra despegarse del resto por abordar el tema del secuestro, desde una perspectiva más humana, más íntima, llena de matices que van evolucionando a lo largo de la historia junto con los personajes, llegando a un punto sin retorno en el que es difícil distinguir el bien del mal.

Una fotografía y un manejo de cámara sobresalientes en el que destacan varios planos secuencia bien ejecutados. Actuaciones sólidas con mención especial a una comprometida Arcelia Ramírez quien hace enteramente suyo el papel, así como todas las emociones que este conlleva.

Un punto en el que la película pudo destacar más, es en el uso de una banda sonora, en el uso de un tema que le habría dado mayor impacto emocional a muchas escenas y momentos clave.

Al inicio la película puede no atrapar al espectador, pues pasa por lugares comunes en este tipo de tramas, pero sería un error detenerse ahí, pues la película evoluciona junto con su protagonista, llegando a varios puntos de climax que resaltan la fuerza del relato, la fuerza de una madre dispuesta a nunca soltar la vida que le han arrebatado.

 

Reflexión

El cine o el arte en general, la mayor parte del tiempo es menospreciado, se le considera solamente otro medio más de expresión, de entretenimiento o escapismo. Pero hay algo único que el arte tiene: sentimientos, los sentimientos son poderosos, conmueven, mueven sociedades, gritan verdades, empoderan individuos y son capaces de cambiar pensamientos.

Los sentimientos llevaron a una mujer a poner en riesgo su vida con tal de traer justicia y paz a su hija. Estos en consecuencia guiaron a una mujer a dedicar siete años de su vida a trabajar en una historia, a creer en ella y hacer posible la realización de una película. Ahora estos sentimientos estremecieron, conmovieron, llenaron de furia e hicieron llorar a algunos espectadores quienes estamos cansados y enojados por un latente problema que parece no tener final en México y el mundo, un problema que parece no importarle a un sistema corrupto e hipócrita que todos los días arroja mentiras y basura mediática a las familias que sufren, a seres humanos que han perdido su razón de vivir, mientras que allá en las sombras sus seres más amados viven un infierno sofocante, una impotencia inimaginable, mientras gritan con todas sus fuerzas por ayuda en las carreteras vacías, en los fríos campos baldíos y en las paredes manchadas de sangre.

Aclamamos justicia y recibimos mentiras, gritamos por vida y recibimos silencio, lloramos por la muerte y nos llaman débiles. Débiles son aquellos que se esconden en excusas, aquellos que ocultan las verdades, los que culpan a las víctimas, cobardes quienes quitan vidas y corren por las suyas, peores quienes permiten la muerte y protegen al asesino.

Si, quizá México ya tiene demasiado cine sobre el narcotráfico, pero aún no somos capaces de empatizar con aquellos que sufren las consecuencias, espero que esta sea otra oportunidad para cambiar, reflexionar y actuar, antes de que normalicemos actos tan atroces que no deberían dejar a nadie indiferente.

 

“Matar o morirme, es lo que siento todas las mañanas.”

 

 

Etiquetas:  

Acerca del autor

Tona A. R.     bit.ly/2OBcz4f

Un ser entusiasta amante del cine y de la música, con ganas de mostrar y vivir su visión del mundo.


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

*

*