La Estrada es: Emmanuel Lubezki y Demian Bichir en mexicanos nominados al Oscar
Emmanuel Lubezki Morgenstern nace en la Ciudad de México en 1964. Egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM, ha sido fotógrafo, director, productor, editor y escritor de más de 60 películas, cortos, videohomes y hasta programas unitarios como La Hora Marcada, semillero de talentos en el que hicieron sus pininos directores de la talla de Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro y el mismo Luis Estrada.
En 1991 inicia su carrera profesional en el cine con la cinta Bandidos, bajo la dirección de Luis Estrada (El Infierno, 2010), ése mismo año bajo participa en la película Sólo Con Tu Pareja, dirigida por Alfonso Cuarón, y que inauguraría el llamado “nuevo cine mexicano”, en el que una serie de nuevos talentos dan una cara distinta a la tradicional de la sociedad mexicana, básicamente enfocada en temas urbanos.
El éxito de la película es tal, que en 1992 Alfonso Arau (Calzonzin Inspector, 1974) le llama para realizar Como Agua Para Chocolate, película mexicana con gran proyección internacional que combinaba un retrato costumbrista rural mexicano con recetas típicas del país y que fue nominada a premios tan prestigiosos como el BAFTA, Goya y Globos de Oro. Tras participar una serie de películas en México y el extranjero, en 1995 vuelve a formar mancuerna con Alfonso Cuarón y filman The Little Princes, por la que es nominado por primera vez a un premio Oscar.
A pesar de no ganar la estatuilla, ya es imposible detener su ascendente carrera, y en 1999 Tim Burton(Batman Forever, 1995) lo busca para fotografiar Sleepy Hollow, cinta que aborda la leyenda del Jinete Sin Cabeza estelarizada por Johnny Depp y por la que es nominado por segunda ocasión al Oscar para Mejor Fotografía. Después de filmar Y Tu Mamá También en 2001, participar en la cinta The New World (2005) dirigida por Terrence Mallick (The Thin Red Line, 1998), por la que es nominado por tercera ocasión al Oscar para Mejor Fotografía.
En 2007 vuelve a trabajar con Alfonso Cuarón para la película Children of Men, y junto con los Tres Amigos es nominado por cuarta ocasión al Oscar. Y es ahora, en 2012 que Emmanuel, “El Chivo” Lubezki, es nominado por quinta ocasión al Oscar para Mejor Fotografía por su trabajo en The Tree of Life, una ves más bajo la dirección de Terrence Mallick. En 2013 se estrenarán tres películas en las que colaboró: un proyecto aún sin título y Knight of Cups y Lawless las tres de T. Mallick; y Gravity de Alfonso Cuarón.
A Better Life es una película del neoyorkino Chris Weitz (A Single Man, -productor- 2009) que indirectamente trata sobre la condición de migrantes en Estados Unidos, tema que ya han tocado con más o menos suerte otros directores (La Misma Luna, Patricia Riggen) y que hacen una intentona de profundizar en un tema por demás complejo: la migración masiva de latinoamericanos a los Estados Unidos y el trato segregante y discriminatorio que deben enfrentar en, hay que decirlo, un país con una larga y arraigada tradición racista en muchos sectores de su población.
El director se enfoca en una premisa sencilla para contar (sí, al estilo “con palitos”) de qué va el tan cacareado “sueño americano”. Carlos Galindo (Demián Bichir, Ciudades Oscuras -y todas las películas, series, telenovelas y cortos que pueda imaginar estimado lector) sólo desea dos cosas: una camioneta y rescatar a su hijo de la pandilla que le empieza a seducir. Aunque con un trabajo sobresaliente, la nominación de Damián Bichir al Oscar como Mejor Actor por su papel en esta película nos tomó por asalto.
Prueba de ello es el tiempo que tardaron en surgir declaraciones, reacciones y felicitaciones, muchos ni siquiera sabían por qué trabajo había sido nominado, con una exhibición de apenas una semana y media, A Better Life no habría sido apuesta de nadie y, sin afán de ser “malinchista” (a mí, por lo menos, si me asombró la nominación) tan fue así que en un arranque de orgullo “nacionalista” (y oportunista) las cadenas de cine debieron reponer dicha película por la (muy) escasa audiencia que ésta tuvo en su corrida original.
Algo hay en la fijación -también de otros países- mexicana por crear “clanes” actorales (desde los Soler, pasando por los Almada y terminando con los Bichir -en vía de mientras-) y sobreexponerlos, alguna fascinación secreta existe en esa tradición que no logro entender, y a la que soy inmune, que una vez pasada la sorpresa intentamos reponernos y armar un brioso “sí se puede”, sacando ilusiones de sólo el señor sabe dónde que llevó al mismísimo -y muy respetado- Héctor Bonilla a justificar una anunciada y justificada derrota durante la 84a ceremonia de entrega de los Oscar.
Considero ocioso abundar en la carrera de Damián Bichir, no porque no merezca la pena, sino porque creo que es uno de los actores más sobreexpuestos en la escena nacional.
Así pues, felicidades Emmanuel, buena suerte Damián.
Agradezco a quienes han seguido esta serie “Mexicanos Nominados al Oscar“, cuyo único objetivo fue sacar del anonimato a tantos mexicanos que orgullosamente han dedicado su vida a hacer de su oficio su pasión, los premios sólo son un guiño, un aliento para continuar creciendo. Felicidades a todos los actores, directores, productores y técnicos mexicanos, y recordemos que “poner el nombre de México en alto” es tarea de todos, todos los días, sólo así no se necesitará “suerte” para ganar. Gracias.
4 Comments
Si algun mexicano a merecido ganar un oscar ese Lubezki, La Princesita, El Jinete sin cabeza, El nuevo mundo y ahora Tree of life son obras maestras de la fotografia.
Felicidades compañero por esta serie de articulos, algunos de los mencionados los desconocia.
A ud don Baker Boy, le agradezco mucho su atención y comentarios, 100% de acuerdo con el paisano Lubezki, ya estamos en contacto el domingo de Oscar!!!
Gran especial la verdad que mis respetos estimado colega. Como opinion es necesario, Lubezki merece y debe ganar un Oscar ¡Ya! Y si no e spor The Tree of Life, donde su mayor virtud radica en el trabajo del “chivo” ¿Entonces donde? Todo meciano este domingo a celebrar este premio Oscar que será tan objetivo como necesario.
Muy de acuerdo Don Fett, no es cuestión de suerte, es cuestión de trabajo arduo y honesto, de negárselo, seria mi segunda decepción de la Academia.