La oscuridad de la luz del mundo: En el reino de los ciegos

Desde el pasado 28 de septiembre, Netflix estrenó en su plataforma “La oscuridad de la luz del mundo”, un documental bajo la dirección de Carlos Pérez Osorio (Las tres muertes de Marisela Escobedo, Los Tigres del Norte: Historias que contar.) un experimentado en contar historias a través de su lente y con un sello ya inherente, el de mostrar realidades dejando al espectador la difícil tarea de juzgar bajo sus propios criterios, una impronta que, tras las casi 2 horas de documental, créame, le será poco menos que imposible y en su lugar, le dejará un sabor tan amargo que querrá salir a buscar un biónico (si vive en Guadalajara) o lo más dulce que puedan probar sus labios.

Y es que, más allá de mostrarnos las peculiaridades de los múltiples ritos de esta creciente comunidad religiosa asentada en la Hermosa Provincia, al oriente de la capital tapatía, La oscuridad de la luz del mundo construye su relato con la historia y formación de esta congregación siguiendo el hilo conductor sanguíneo de sus 3 máximos representantes desde su fundación hasta la actualidad, el hermano Aarón, el hermano Samuel y el hoy encarcelado en California, hermano, Naasón Joaquín, quien cumple una condena de 17 años por delitos de abuso sexual infantil, trata de personas y violación.

Llegados a este punto y al comenzar a escuchar los testimonios de las Jane Does, (nombre con que fueron designadas las mujeres que emprendieron las acusaciones y denuncias contra Naasón Joaquín) una pregunta comienza a retumbar con fuerza ¿Por qué? ¿Qué tienen o tenían en la cabeza estas personas? ¿Cómo es posible? ¿Cómo no se dan cuenta? ¿Cómo se la creen?… la respuesta siempre termina apuntando a donde mismo, a la fe, a una inconmensurable necesidad de creer, de pertenecer y de no entender el mundo de otra forma.

Sobra decir que cada historia es desgarradora, pero si tiene la oportunidad de verlo, por favor, no le pierda la pista a la de Karem León, la primera denunciante que acusó a Samuel Joaquín y que no sólo fue ignorada olímpicamente por las autoridades del estado de Jalisco y por el gobierno mexicano, sino que además, tuvo que ser expulsada de la comunidad cual apestada, olvidada por su familia y orillada a vivir en una soledad agobiante que junto con su marido, afrontaron sin jamás llegar a entender su sino. Su final es, por lo menos, triste e injusto, ya se encargará usted de ponerle todos los adjetivos que se le ocurran.

Con perturbadoras declaraciones y salpicadas políticas que dejan entrever el enorme poder que esta “familia real” ha tenido desde tiempos inmemoriales no sólo en Jalisco, sino en todo el país e incluso más allá de nuestras fronteras (ahí está la sentencia que resulta poco más que irrisoria conociendo el sistema judicial gringo), los intereses, favores y otras monerías, seguirán ocultando y protegiendo a toda esta podredumbre.

Ojito aquí, la caca flota y ha salido a la luz no sólo en este caso; en sectas y otras cofradías incluída por supuesto la iglesia católica, apostólica y romana, no han faltado las miles de voces que se han alzado para denunciar fraudes multimillonarios, pedofilia, abusos sexuales y otras tantas atrocidades que harían sonrojar al mismísimo Pilatos.

Hágase el favor y no se pierda este testimonio que estoy segura, no le será indiferente.

Etiquetas:  

Acerca del autor

Cat Movie Lee    


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

*

*