La Posesión de Verónica: Esta no es otra tonta película de Ouijas
El director Paco Plaza nos trae ahora la historia de Verónica, una película basada en el denominado Expediente Vallecas, un caso real que sucedió en Madrid a principios de los años 90.
Verónica es una chica de 15 años que se encarga de sus tres hermanos menores mientras su madre viuda tiene que trabajar día y noche en un bar de su propiedad. Verónica es aficionada al ocultismo y suele leer mucho del tema. Una amiga, compañera de su colegio religioso, acaba de perder un novio en un accidente de moto y quiere contactarlo por medio de la ouija. Aprovechando que todos los alumnos y las monjas van a subir a la azotea para ver un eclipse, Verónica y sus dos amigas se esconden en un sótano para hacer el ritual. Logran contactar con alguien, sin embargo se rompe el vaso que se esta moviendo y “algo” se le mete a Verónica por la boca y se desmaya. A partir de esto suceden muchas cosas extrañas alrededor de Verónica.
Es lo que se dice una película de terror adolescente, con la monja extraña, las amigas mala onda, los reflejos en los cristales, el mensaje de que “con esas cosas no se juega” y por supuesto sus momentos cómicos y la sobre explicación al final por si no te quedó claro.
Las actuaciones de los niños Bruna González (Lucia) Clara Placer (Irene) e Iván Chavero (Antoñito) son muy buenas. Sandra Escacena interpreta muy bien a “Verónica” .
Tiene un ritmo cronológico ya que esto supuestamente sucedió a solo tres días de que jugaron a la ouija. Mantiene muy bien el suspenso y si te provoca dos que tres brincos. Se tomaron algunas licencias con respecto al caso en el que esta basada la película pero esto con el fin de hacerlas mas entretenida, algo que logra muy bien.
Los efectos especiales son artesanales pero convincentes y la banda sonora corre a cargo de los Héroes del Silencio, algo que amaran los fans noventeros.
Una película buena de terror para pasar el domingo en el cine comiendo palomitas