Lars Von Trier, ícono de una época (parte 2 de 3)
En 2005 Von Trier filma lo que concibió desde un principio como una trilogía llamada América dedicada (que no como un halago precisamente) a los Estados Unidos de Norteamérica, Marderlay, cinta que repite el ritmo y línea argumental que Dogville, pero muy afectada por la ausencia de Nicole Kidman quien en su momento declinó participar en el proyecto sin considerar que el papel principal fuese escrito para ella.
Después de estrenar Manderlay Von (como es llamado en su natal Dinamarca) produce y dirige la comedia política The Boss of It All, para en 2006 regresar con una poderosa cinta que el director originalmente concibe como remedio contra la profunda depresión en que se encontraba sumido, pero que como toda su obra, pasa de ser una obra de “exorcismo personal” para volverse un filme de interés general al abordar un tema universal: la culpa.
Charlotte Gainsbourg y Willem Dafoe forman una pareja que, tras la pérdida de su único hijo, se verá envuelta en un drama psicológico en el que durante el proceso de viviseccionar cada una de las delgadas capas que conforman el grueso caparazón de culpabilidad que guarda en su interior un desfalleciente y palpitante deseo de libertad e individualidad mostrarán su lado menos civilizado y más descarnado.
Si la muerte de un ser querido es un evento traumático para cualquier persona, habrá que considerar que la muerte del hijo de esta pareja sucede mientras sostienen un intenso encuentro sexual en la habitación contígua -culpa por ejercer el libre derecho a una vida sexual activa-. La cinta, como ya es costumbre, está dividida en capítulos, destacando las impresionantes imágenes en blanco y negro de la introducción que se deslizan desde la pantalla hacia el espectador, en la cual se intercalan imágenes que detallan un sublime acto de amor con las de una vida que se extingue con igual belleza.
A partir de aquí se inicia un viaje hacia un infierno en que la naturaleza aflora salvaje y voraz reclamando el alma de quien considera culpable de su desgracia en cada palmo de tierra y piel, la naturaleza femenina, vengativa, hermosa, hipnotizante, cruel y poderosa que atrae hacia una trampa mortal a un Willem siempre falto de intuición (jamás ingenuo), dispuesto a halagar, complacer y jugar un juego perverso en el que entrega los hilos de su destino a una mano salvaje que no tiembla para jugar al gato y el ratón antes de engullir, de forma contemplativa, la vida puesta en sus manos.
Lars Von Trier concibe a sus actrices más como heroínas que como tiranas, y esto quizá se deba a la influencia que seguramente tuvo su madre en él, una feminista en contra de la proporcionalidad; las “nada más alejado a la realidad” contesta enfático cuando se le pregunta sobre su supuesta misoginia. Y es cierto, si se considera que para bien o para mal las mujeres Von Trier son fuentes de poder ejercido desde una intuición consciente que se origina su la parte más primitivo, y que Lars aprovecha al máximo para crear una atmósfera de terror pasivo inigualable.
“Reina el Caos” fue el eslogan publicitario de la cinta, y no pudo ser más exacto. Filmada completamente en formato digital y un efectivo uso de la cámara lenta, Antichrist nos sumerge en una atmósfera desprovista de cualquier rastro de racionalidad: los animales están provistos de inteligencia pero no de conciencia, los animales heridos sanan sus heridas con los medios que le ofrece la naturaleza, no saben de medicamentos o buenas intenciones, los animales vagan sin rumbo arrastrando su destino a cuestas, temen a quien les agrede… toman lo que les pertenece, eso es un humano, una madre sin hijos, una bestia herida sin sentido de culpa.
Eso es Antichrist, una cinta hermosa, perturbadora, íntima y universal, un grito de libertad con sabor a menta recién cortada y a manos cubiertas de lodo en el proceso. Anatomía de la depresión y agradecimiento por estar vivo.
2 Comments
Que paso con la tercera parte, sigo esperando
Don Ricardo, una disculpa enorme, me está costando mucho más trabajo del esperado hablar de “Breaking The Waves” nada más no puedo amarrar todo lo que necesito decir al respecto, necesito las referencias e información adecuada. Pero seguro saldrá, con mucha vergüenza mejor ya no me comprometo a poner fecha. Una disculpa y muchas gracias por su interés.