Las 10 Mejores Películas de Anthony Quinn
Actor de carácter, carismático, rudo, multifacético, ganador de dos premios Oscar como actor de reparto y nominado cuatro veces a dicho premio, así como cuatro veces nominado al Globo de Oro, con más de 200 películas filmadas, me refiero a Anthony Quinn, quien naciera el 21 de abril de Chihuahua, México.
Antonio Rudolfo Oaxaca Quinn fue uno de los primeros y más importantes actores latinos en alcanzar la fama en Hollywood seguida de la internacionalización dentro de la industria. De orígenes muy modestos y tras nacionalizarse estadounidense, se hizo del padrinazgo del mismo Cecil B. DeMille, participando también bajo las órdenes de cineastas consagrados como Elia Kazan, Federico Fellini y David Lean en papeles que lo posicionaron como uno de los actores de reparto y portagónicos más solicitados y brillantes de su época, recolectando el reconocimiento de las esferas americanas y europeas en un sinfín de producciones de todo índole, rubro y género.
Un verdadero camaleón maestro de la actuación, recordemos a Anthony Quinn con sus 10 Mejores Películas.
10 – A Walk in the Clouds (Arau, 1995)
Por El Fett
En una de sus últimas cintas, Quinn regresaría a sus “humildes” orígenes (y también desde cierto trauma o perspectiva “negados”) de parte de un cuento romántico que durante los 90 se convirtió en uno de los imperantes fílmicos – televisivos de toda familia, una producción a la vieja usanza y estilo directivo de Arau que contaría con la curiosa (y penosa interpretación) intervención de Keanu Reeves como protagonista. Aquí Quinn retomaría el característico carisma de muchos otros de sus personajes de reparto interpretando al patriarca – abuelo de una rica familia dedicada a los viñedos, una especie de guía social, cultural y romántica para el recién llegado gringo que quiere cortejar a la nieta. Muy cuestionable cinta con una loable y agradable actuación de Quinn.
9 – The Guns of Navarone (Lee Thompson, 1961)
Por Edgar del Valle
Dirigida por J. Lee Thompson y quizá con uno de los mejores repartos en la historia en cuanto cintas bélicas se refiere (Gregory Peck, David Niven, Richard Harris, Anthony Quinn, Stanley Baker, Anthony Quayle, James Darren, Gia Scala, Irene Papas, James Robertson Justice); aunque ficticia, esta sería una típica historia de heroísmo aliado durante la Segunda Guerra Mundia, con el elemento diferenciador de la multicultural entre sus tropas, la camaradería y las buenas secuencias de acción – suspenso a lo largo de su travesía. A pesar del papel menor que desempeña, Quinn interpreta al acostumbrado “hombre rudo y tosco” de su filmografía con la calidad y carisma acostumbrados, resaltando de entre el colectivo junto a Peck y Niven
8 – Viva Zapata (Kazan,1952)
Por Edgar del Valle
Con un guion de John Steinbeck, basado en la novela de Edgcumb Pichon y dirigida por Kazan, esta película de manufactura estadounidense narra la vida del revolucionario mexicano Emiliano Zapata protagonizado por Marlon Brando. A pesar de contar con un buen guion y la dirección de Kazan y el protagonismo de Brando, la película no dejó de ser una edulcorada visión del mítico personaje. A pesar de ello fue nominada a 5 premios Oscar y una nominación como mejor película en el Festival de Cannes. Lo irónico es que sin realizar una de sus mejores actuaciones, Quinn ganó el premio Oscar al mejor actor de reparto como hermano de Emiliano Zapata, galardón que originaría el principio de su clímax como histrión en Hollywood durante los 50 – 60.
7 – Notre Dame de Paris (Delannoy, 1956)
Por Edgar del Valle
Producción francesa bajo la dirección de Jean Delannoy, que cuenta con el guion de Jacques Prévert, basada en la novela de Víctor Hugo y la participación protagónica de de Anthony Quinn y Gina Lollobrigida. Esta fue la segunda adaptación de este clásico en el cine sonoro, que narra el amor de un adefesioso y tierno jorobado que vive en la iglesia que da nombre a la película por una bella gitana. Una vez más nos encontramos ante la muy buena actuación de este histrión, que si bien no alcanza las alturas de la presentada por el gran actor Charles Laughton, en la primera versión sonora, tampoco la de Quinn deje de ser excelente, proyectando toda la dulzura y el amor del jorobado por su gitana en una de las actuaciones ajenas a su característico toque de macho
6 – Lawrence of Arabia (Lean, 1962)
Por El Fett
De aquí en adelante podría presumir que estamos hablando de histrionismos que rayan en la perfección. Quinn a pesar de su “tosco rostro” tiene dos objetivos en este fastuoso reparto: el primero, surtir de un ingenioso y fino “comedy relief” que alcanza sus puntos máximos en su química con Shariff, pero también es a través de él donde la historia encuentra un desagüe de la intensidad bélica – dramática del relato, incluso funcionando en parte como una tangente argumental que rápidamente se une al mismo motif. Nuevamente estamos ante un personaje de gran carisma y que al igual que el excelso personaje de Shariff, sufre la consecuencias de la deshumanización de Lawrence.
5 – Barrabas (Fleischer, 1961)
Por Edgar del Valle
Dirigida por Richard Fleischer, esta superproducción italiana desarrolla la supuesta vida de Barrabas después de la muerte de Jesucristo y su conversión al cristianismo. Acompañado por un reparto multiestelar formando por Vittorio Gassman, Silvana Mangano, Jack Palance, Katy Jurado, Ernest Borgnine y Arthur Kennedy y a pesar de que no alcanzó el éxito de crítica esperado, el gran Anthony Quinn, vuelve a demostrar su calidad histriónica, ofreciéndonos la presentación de un personaje complejo y lleno de contradicciones. En todo momento el peso de la película recae en su protagonismo a pesar de que el tiempo la ha tratado (quizá justamente) como un relato bíblico menor, más mediático que de calidad
4 – Lust for Life (Minnelli, 1956)
Por Edgar del Valle
Cinta biográfica sobre el pintor Vincent Van Gogh y su relación con otros artistas como Seurat, Monet, Pissarro y su mejor amigo: Paul Gauguin, interpretado por Anthony Quinn. No solo estamos hablando de una de las mejores interpretaciones de reparto en toda la historia (logro mayor considerando que su intervención en el filme es de unos pocos minutos, menos de 10), sino también de su consolidación como actor hollywoodense la hacerse de su segundo Oscar y marcar el clímax de su intervención artística en los dos continentes y al menos en tres naciones. De una intensidad dramática encomiable, aunque Douglas es la gran estrella, Quinn se traga la pantalla con su corta y poderosa aparción.
3 – Requiem for a Heavyweight (Nelson, 1962)
Por Edgar del Valle
Remake de una película de 1956, curiosamente con el mismo guion de Rod Serling (el mismo de la dimensión desconocida) y con el mismo director Ralph Nelson, se filma en 1962 esta película en donde el papel original estaba a cargo de Jack Palance ahora protagonizado por Anthony Quinn. Acompañado de Jackie Gleason, Mickey Rooney y Julie Harris, el actor realiza un memorable papel como un boxeador en decadencia, sin ninguna preparación y que tiene que enfrentar una realidad muy triste. El duelo de actuaciones con Gleason y Rooney es de antología. Sin duda una de sus mejores participaciones fílmicas y curiosamente una de sus omisiones más polémicas en cuanto a nominaciones y premios.
2 – La Strada (Fellini, 1954)
Por El Fett
Fellini era capaz de transformar la más desgarradora tragedia en una promesa de esperanza constante. Todos sabemos que aquello no terminaría bien, pero de alguna u otra manera manteníamos la promesa de una mejor vida, de un cambio, de una redención. Por supuesto esta llegaría, quizá no de la manera que hubiéramos deseado, pero la promesa al fin y al cabo será cumplida. Una odisea – road movie tan tierna como cruenta que evidencia la pobreza y nos da un retrato fiel de la sociedad italiana de la post guerra, posiblemente y como lo mencionan varios de nuestros autores esta sea la película más triste de la historia, en mucha parte gracias al arquetipo tosco y rufian de Quinn, que aquí interpreta a uno de los más grandes hijos de puta del cine
1 – Alexis Zorbas (Kakogiannis, 1964)
Por Edgar del Valle
Quinn en todo su carisma y máxima expresión. La historia de un joven escritor inglés que viaja a Creta para tomar posesión de una pequeña propiedad que ha heredado, se ve trastocada por la inclusión fortuita de Zorba, un hombre de carácter vitalista y de costumbres primitivas, que ejerce sobre él una gran influencia. Película costumbrista que combina el drama y la comedia de manera sutil. Gano tres premios Oscar, pero irónicamente ninguno para Quinn en el que quizá sea el papel que más caracterizó su estilo de actuar y personalidad dentro de su extensa filmografía. Su tema musical y por supuesto “esa secuencia” que alegra a todo mundo y en todo momento, la convirtieron a pesar de sus ciertas carencias en un clásico de todos los tiempos.