Las 10 Mejores Películas de Edmond O’Brien

El 10 de septiembre de 1915 nace el actor y director estadounidense Eamon Joseph O’Brien, conocido simplemente como Edmond O’Brien. Su carrera abarcó casi 40 años, en las cuales se hizo acreedor a un premio de la Academia como mejor actor de reparto, dos Globos de Oro y dos estrellas en el Paseo de la Fama de Hollywood.

En sus inicios en el cine aparece en filmes como: El Jorobado de nuestra dama (1939), “Los asesinos” (1946) y “DOA” (1950).

Es en las décadas de los años 50 y 60 Edmond O’Brien se consolidaría como el gran actor que fue, con títulos como: “La condesa descalza” protagonizada por Humphrey Bogart, Ava Gardner, que le valieron el premio Oscar y un Globo de Oro como mejor actor de reparto y “Siete días de mayo”, por la que recibió nuevamente una nominación al premio de la Academia.

En su filmografía encontramos títulos como: “Con las horas contadas”, “La muerte al acecho”, “El bígamo”, “1984”, “Viaje Fantástico” y “La pandilla Salvaje”, entre muchas otras.

Edmond O’Brien fallece el 9 de mayo de 1985, víctima de la enfermedad de Alzheimer. Sirva de tributo a este gran actor de carácter, mencionar cinco de sus apariciones en la pantalla grande.

 

10 – The Hunchback of Notre Dame (William Dieterle, 1939)

POR EL FETT

Film de enorme importancia e influencia no solo para la adaptación literaria – fílmica, sino también para asentar las bases de la fantasía dentro del cine sonoro, siendo esta la primera del “Jorobado” en contar con dicho privilegio. La puesta en escena es formidable, así como también la caracterización de Charles Laughton como Quasimodo (y que también lo presentaría con su pupila, de debutante Maureen O’Hara), la cual sería nombrada como una de las mejores actuaciones en la historia, sirviendo también como elemento de educación actoral en muchos institutos a través del tiempo. La novela de Victor Hugo ve aquí su mejor manifiesto cinematográfico, uno tan espectacular como emocional y sentimentalmente dramático. Edmond O’Brien comenzará con el pie derecho su carrera como actor, pues esta sería su primera película

 

9 – Seven Days in May (Frankenheimer, 1964)

POR EDGAR DEL VALLE

Un general estadounidense planea un golpe de estado contra el presidente de su país después de que él firma un acuerdo con Rusia. Con reparto de primera: Kirk Douglas, Ava Gardner, Burt Lancaster, Fredric March, Edmond O’Brien, Martin Balsam, George Macready, John Houseman, Hugh Marlowe, el director nos envuelve con una trama de intriga de primer nivel, en un entorno de paranoia social en medio de la misma Guerra Fría. El principal valor del filme es su credibilidad histórica, haciendo que la propia amenaza no se sienta tan ficticia y que, con una carga de excelente suspenso e intriga política, sorprenda y asuste (en su momento) por igual. Dicha intriga política ya había sido revisitada por John Frankenheimer dos años antes, en lo que es su cinta más recordada.

 

8 – The Wild Bunch (Sam Peckinpah, 1969)

POR EL FETT

Un himno a la muerte y una de las ejemplificaciones más claras de la vileza humana, que vio a través de un desarrollo metafórico, un western de mucha soltura, complejidad y belleza audio visual. Sangriento y audaz, bien podría ser catalogado bajo la línea del chilli western, gracias al desarrollo en las sierras del territorio mexicano ambientado en las épocas de conflicto revolucionario. La pandilla salvaje, pilar del subgénero crepuscular, es una angustiosa poesía aventurera y de honor repleta de simbolismos  y pistas que van aproximando al espectador hacía aquel fastuoso y sórdido final. Edmond O’Brien tiene una pequeña, pero importante participación como parte de este sucio y salvaje grupo

 

7 – Rio Conchos (Gordon Douglas, 1964)

POR EL FETT

Un notable western, de los enterrados por la línea temporal del género y sus distintas corrientes y que precisamente sufre de un olvido colectivo debido a su estructura amoral y antiheróica al situarse justo después del fin de la era “fordiana”. Quizá incluso sea uno de los casos más complejos en cuanto a la interacción de sus personajes y hasta bien podría ser una de las precursoras argumentales de aquel “bueno, malo y feo” de Leone. La búsqueda accidental y accidentada de un tesoro es también una clara referencia a la decadencia del salvaje oeste tras la guerra, una transición notable y sangrienta y aquí aporta esa atmósfera lúgubre y errante de sus antihéroes, tocando a Edmond O’Brien el papel antagónico sino principal, si interés principal del conflicto entre indios y el ejército

 

6 – The Hitch-Hiker (Ida Lupino, 1953)

POR EL FETT

Esta pieza tan barata como maravillosa será considerada como la primera cinta noir dirigida por una mujer, y aunque Ida Lupino siempre se dedicó a deconstruir y aportar elementos nuevos al género, tanto la atmósfera como el pesimismo que envuelve a sus tres protagonistas son elementos clave para considerarla dentro del mismo. El oficio directivo de la auto denominada “la Bette Davis y Don Siegel de los pobres” es lo que ensalza a esta cinta al culto, cuando dos parias en un viaje hacía México, sean interceptados por un “autoestopista” que llevarán en el asiento de atrás, solo para descubrir conforme avanza el kilometraje que a bordo traen aun verdadero sádico e hijo de puta. Tensión de la más alta calidad y envueltos en un “serie b” de tan solo 70 minutos

 

5 – Julius Caesar (Mankiewicz, 1953)

POR EL FETT

Una de los mejores dramas épicos de todos los tiempos, lo que logra Joseph L. Mankiewicz a partir de los textos de William Shakespeare y sobre la historia del dictador romano, es dar una clase narrativa centrada en la estructura de sus personajes, los cuáles son diseccionados como elementos cuasi educativos para comprender el autoritarismo político desde su manifestación más básica. Un Marlon Brando imponente y brillante, esta obra se situaría dentro de su gran clímax como actor, un año de antes del Nido de ratas y uno después del melodrama del tranvía de Kazan, obviando el por qué quizá estemos hablando del mejor actor en toda la historia. Edmond O’Brien como el informante y paranoico Casca también está en otro nivel

 

4 – White Heat (Walsh, 1949)

POR EL FETT

Una locura de principio a fin. Un thriller criminal salvaje, sin concesiones, con toques de noir y un James Cagney magistral dentro de su arquetipo, pero quizá nunca tan demente. Adelantada a su tiempo, su tensa cacería y subtrama de infiltración policiaca son cátedra e influencia de decenas de producciones consecuentes; sin embargo, lo que en realidad resalta de este acalorado relato es la edificación de la matriarca como la verdadera líder dentro de este particular núcleo mafioso, elemento clave para la compleja construcción psicológica de su protagonista y que permea todo el desarrollo de la trama hasta aquella genial y demencial explosión final, agregando empatía y sensibilidad al villano y demostrando que el amor de madre todo lo puede.

 

3 – The Man Who Shot Liberty Valance (Ford, 1962)

POR EL FETT

Cada vez que mira se vuelve mejor; por medio de una retrospección visual, el senador Ransom (un siempre increíble  Stewart) explica a un periodista el porqué de su asistencia al funeral de su amigo Tom (un  Wayne curiosamente confinado a un rol secundario), situación que sirve como punto de partida para que la perfección narrativa se dé progresivamente en un recuerdo que John Ford utiliza como metáfora personal para retratar orgullosamente su marca en el género y las diferencias sociales y culturales de la época, resumiendo su metraje en un inmejorable diálogo que sirve como slogan: “se imprime la leyenda”. Un relato de transmutación ante una amenaza inminente anunciada  en el mismo título, Edmond O’Brien funge como el encantador borracho de la prensa, un papel clave para la construcción del mito que anuncia su título

 

2 – The Bigamist (Ida Lupino, 1953)

POR EL FETT

El atrevimiento artístico de Ida Lupino no solo se reflejaba en su sensualidad y/o sensibilidad actoral, sino también en el banquillo, siempre escarbando temas tabués sociales muy adelantados a su tiempo y retratados de manera genuina y natural, como este, un drama con toques de thriller que habla sobre un hombre con dos esposas en distintas ciudades (un soberbio Edmond O’Brien, el fetiche y muso de la directora), con distintos planes y futuros. Lupino también como actriz hace una mancuerna excelente con sus actores, proveyendo a las dos mujeres de una distinción que a la larga será tan necesaria como complementaria para escudriñar el pecado del hombre y ahora el abuso psicológico de su figura, en otro tema controversial y de crítica social contundente

 

1 – The Barefoot Contessa (Joseph L. Mankiewicz, 1954)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

Cuando vienes de la nada, no tienes nada que perder. Este es el lema bajo el cual vive su vida María Vargas, la sexy e imponente nueva estrella española de Hollywood, cobijada por el decadente director de cine Harry Dawes, quien la lanza al estrellato. Pero la vida de María no es simple, ella permanece siempre insatisfecha y siempre seductora, lo cual deriva en un sino fatal. El papel de María fue encarnado (que no interpretado) por Gardner, quien hace pareja en pantalla con Bogart como Harry, en este relato de una nueva cenicienta, donde Ava se gana el mote de “el animal más bello del mundo”. Sin embargo, la actuación más recordada será la de Edmond O’Brien como el impetuoso relacionista público, papel que le valdría su Oscar como mejor actor de reparto

Etiquetas:  

Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

*

*