Las 15 Mejores Películas de Al Pacino

Sonny, como lo llamaban sus amigos, descendía de una familia 100% italiana de la comuna Corleone de la isla de Sicilia ¿su destino como el padrino y uno de los mejores actores en la historia ya estaba fijado desde su nacimiento y su infancia en El Bronx? Aunque al principio ese chico de 9 años, fumador de cannabis, bebedor y famoso por su furia en las peleas callejeras quería ser beisbolista; Al Pacino fijó durante su adolescencia el interés en la actuación, abandonando la escuela y trabajando como mensajero, camarero y portero para costearse su formación histriónica.

Aunque sus ganas de ser actor lo llevaron a vagabundear y dormir en la calle tras la muerte de su madre y abuelo, Pacino encontró una pequeña cabida en varios circuiros de teatro a finales de los 60, mismos que le permitieron encausar su ímpetu y convertirse en uno de los actores más relevantes del telón hasta su llegada a Broadway en 1969, mismo año donde también participaría en su primer film y firmaría un contrato con una agencia fílmica (gracias a su representante, Martin Bregman, a quién el mismo Pacino le dedica toda su carrera) para que en 1971 y a raíz de su actuación en The Panic in Needle Park, llamara la atención de Francis Ford Coppola… el resto es historia, y una de las más grandes en el mundo del cine.

Con un poco más de 5 décadas de carrera, 61 créditos y otros 50 premios que incluyen 1 Oscar, 5 Globos, 2 Emmys, 1 BAFTA y 2 reconocimientos del Festival de Venecia, Al Pacino cumple 84 años, mismos que aquí celebramos con sus Mejores Películas.

 

Bonus – Any Given Sunday (Oliver Stone, 1999)

POR EL CINE ACTUARIO

Any Given Sunday es sin discutirlo, la mejor película que se ha hecho acerca de futbol americano. Aunque la parte central de la historia es sobre un entrenador que intenta encontrar la solución en su vida profesional y personal, a través de pequeñas subtramas el guion se da el lujo de exponer algunos de los vicios comunes de este deporte: los dueños juniors sin experiencia que heredan el equipo, los jugadores que se encuentran al final de su carrera, los underdogs que luchan por un lugar, todas perfectamente sincronizadas y articuladas en una excelente historia, sin embargo, hay que reconocer que esta labor no sería posible sin la experiencia de Stone

 

15 – Insomnia (Christopher Nolan, 2002)

POR EL CINE ACTUARIO

Un thriller menor de Nolan, que de hecho es un remake de una cinta noruega. Aunque se notan ciertas limitaciones en el guion, el problema radica en el estilo visual y/o narrativo del director, que se nota estar completamente “atado de manos”. Para bien, se notan también como su capacidad directiva funciona de manera decente gracias a un cuidado de la edición y a su buena dirección de actores (algo donde siempre ha destacado), y en donde Al Pacino y Robin Williams tienen dos actuaciones discretas, pero solventes. Está lejos de ser una pésima película, pero también lejos de ser excelente, especialmente porque a lado de la cinta original se siente como una “calca”, pero un poco mal hecha

 

14 – The Godfather Part. III (Coppola, 1990)

POR EL FETT

La tercera no es mala, sino injustamente menospreciada debido al alto nivel de sus dos antecesoras, dejando ver a este cierre como algo atípico en relación a la fórmula que se había establecido de 1971 a 1974, y que es una degradación humana y estudio de maldad alrededor de un Michael Corleone que, proporcionalmente al estatus de Pacino, había debilitado su presencia con el pasar de los años. Obviamente también afectaron la terrible actuación de su hija Sofia (en una metida de calzador y pata tremenda), y la repetición argumental con el clímax y final de su primer episodio. La maldad se diluye y los personajes son redimidos con dolor, siendo este el principal motor de la actuación de Pacino, que regala un par de momentos sobresalientes

 

13 – …And Justice for All (1979)

POR EL FETT

Un drama que de manera extraña se ha mantenido en el gusto de la audiencia gracias principalmente a sus actuaciones, con un Al Pacino enérgico y que por momentos raya en la perfección. Sin embargo y a pesar de contener todos los elementos de crítica hacía el sistema estadounidense, Jewison se desborda por momentos en un tono satírico que no encaja bien con el delicado tema y el fondo dramático del mismo. Criticada en su momento por esta rara, disfuncional pero aun así atractiva combinación, el directo es capaz de envolver a la audiencia y hacerla no solo partícipe, sino también culpable por el disfrute de ese toque “cómico”. Muy incorrecta para los ayeres, y sigue incorrecta para la actualidad, y esa es su genialidad

 

12 – Scarecrow (Jerry Schatzberg, 1973)

POR EL FETT

Ganadora de la Palma de Oro de Cannes, esta es una de las cintas más divertidas y crudas en torno la deconstrucción del “sueño americano” y en donde dos vagabundos encontrarán a través de su auto marginación y la tensión constante de un camino sin rumbo, la redención que no sabían que necesitaban, o que al menos se resistían a tener. Schatzberg desarrolla una profunda metáfora de las presiones externas del sistema a través de estos dos tiernos truhanes, uno soñador y adicto a las peleas (Hackman), y el otro ingenuo y en un escape emocional constante (Pacino), en lo que también resulta una de las químicas actorales más legendarias. Su tono indie y neorrealista regalaron a Hollywood una pieza tan atemporal como necesaria

 

11 – Heat (Michael Mann, 1995)

POR EL FETT

24 años de que Scorsese los juntara en Netflix, Pacino y De Niro en su tercer aire noventero ejecutaron una de las mejores cintas de acción y thrillers policíacos por excelencia. Si bien el trepidante ritmo y suspenso impreso por Mann es equiparable a la ráfaga de balazos incesantes en aquella legendaria secuencia del robo al banco, es gracias a la madurez y química actoral entre estos dos aún gigantes de la actuación que la película pudo sobresalir como uno de los pilares del subgénero. Todo se puede discutir con un cafecito (en otra de las escenas tan aplaudidas como cuestionadas del film), pero la realidad es que Heat entra en bonus para Al debido a que De Niro en aquella ocasión le gana por varios pelos el duelo actoral, cosa que revertiría 24 años después.

 

10 – Scarface (Brian De Palma, 1983)

POR EL FETT

Scarface (poster) - Al PacinoMentiría si digo que tanto la película como su actuación me llenan del todo, pues mientras el ritmo de De Palma me parece aletargado y por varios momentos redundante, la actuación de Al aunque un poco caricaturesca y forzada por la misma naturaleza del film, es lo que en realidad mantiene a flote toda esta violenta oda gansteril, por supuesto llevándola hasta el misticismo por su muy conocida secuencia clímax – final, donde Pacino aprovecha dicho lucimiento con su ya conocida intensidad. Tanto por su poder mediático como por un Al capaz de proveer a cada momento de un rasgo, gesto, puchero, salto, violencia o diálogo nuevo a su Montana, me parece que vale la pena mencionarla, sin embargo en su asociación con De Palma tendrían que pasar 10 años para ver la evolución correcta y madura de este mismo cuento.

 

9 – Serpico (Sidney Lumet, 1973)

POR EL FETT

Clásico policíaco que permitiría a Al Pacino, entre sus dos padrinos, confirmarse como uno de los histriones del momento al presentar un registro totalmente distinto al pre y post Corleone. Una gran y también olvidada historia de corrupción, Lumet no solo intima de manera cruda con la compleja estructuración de su agraviado héroe, sino también con el fracturado sistema anti criminal en una radiografía distinguida por su realismo para la época, y de la que Al sabrá  sacar partido en esta primera y perfecta comunión con otro de sus primeros tutores fílmicos (Globo de oro incluido). Serpico no solo es una extensión de la integridad afectada por la suciedad (retratada tanto estética como narrativamente), sino que también y fiel a su pesimista pero realista estilo, lo hace víctima del sistema hacia un final alejado de toda moralina aleccionadora.

 

8 – The Insider (Michael Mann, 1999)

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The Insider (poster) - Al Pacino

Una de las más sustanciosas películas sobre investigación periodística. Mann construye su obra más madura, misma que le ayudó a darse un respiro de su área de confort en el rubro gansteril, para encausar con lujo de detalle un thriller corporativo que en su momento resultó ser una extensión dentro de la batalla mediática y social contra las industrias tabacaleras. La degradación física, laboral y emocional de su ético protagonista, es una alegoría narrativa sobre el daño irreversible del tabaco y sus ingredientes secretos, un “cáncer” que se va extendiendo hacia todos los rubros, e incluso hasta la media, la cual se verá también comercialmente afectada ante un monstruo de demasiadas cabezas ¿El tabaco será tan poderosamente tóxico y adictivo?

 

7 – The Irishman (Martin Scorsese, 2019)

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La química entre Pacino – Pesci, Pacino – De Niro y Pacino – quién sea, es en donde realmente reside el testamento gansteril de Martin Scorsese, un común denominador que no solo le da a Al la revancha del duelo con su compadre Robert a 24 años de Heat, sino que también consolida varios de sus métodos y registros dramáticos en pro de un personaje tan carismático como complejo. Cualquiera que sea seguidor de la carrera de Al Pacino, notará que en su Hoffa reside algo de la templanza de su Corleone, de su desbordado coronel ganador del Oscar o incluso de su pacificad ante el caos de los personajes que interpretó bajo las ordenes de Lumet. Algunos dicen que Pesci, pero la realidad es que fue Pacino quien además de Scorsese, sacó más provecho de este film dejando también su testamento

 

6 – Dick Tracy (Warren Beatty, 1990)

POR EL FETT

Dick Tracy (poster) - Al PacinoEn uno de los primeros esbozos del cine de superheroés, Pacino se ganaría una nominación al Oscar como mejor actor de reparto por uno de los villanos de historietas más carismáticos y explosivos del subgénero gracias a su capacidad por caricaturizarse y/o exagerar ciertos registros, habilidad que controla de maravilla y que a diferencia de por ejemplo, su Montana, aquí toman un mejor sentido entre lo colorido de este peculiar y gran noir. Con esta Pacino iniciaría la segunda mejor década de su carrera, viniendo de unos 80’s no tan agraciados y que lo habían encasillado, permitiéndose a través de Big Boy mostrar otra faceta de su histrionismo a pesar de seguir un poco enclaustrado en el tema gansteril. Proveyendo de oscuridad y madurez actoral a la cinta, la escena del ensayo con Madonna y las demás chicas resume este pequeño gran trabajo.

 

5 –  Carlito’s Way (Brian De Palma, 1993)

POR EL FETT

Carlito's Way (poster) - Al PacinoLa evolución de Scarface dentro de la comunión de De Palma y Pacino se daría con este relato simplista, pero de gran contexto psicológico hacía la figura del traficante: un Pacino que con narración incluida, va teniendo una regresión expiatoria tras la salida de la cárcel y su afán por recuperar la vida y el amor alejados del crimen. La química con Sean Penn y la olvidada Penelope Anne Miller ayudan, pero quien surte el gran efecto empático es el veterano actor en lo que de nuevo es una faceta distinta de un personaje ya recurrente. A diferencia de Scarface, el camino de Carlito es provisto de un ritmo y un guion que no pierde el tiempo en otras tangentes, lo que logrará ese efecto tan reconocido de tristeza y confort al ver a Carlito fundirse con la melodía de Joe Cocker, un toque audiovisual hermoso que también deja claro el tono romántico impreso a lo largo del film

 

4 – Dog Day Afternoon (Sidney Lumet, 1975)

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La mejor de Lumet, llena de humor negro y sátira hacia el cuarto poder debido a la estupidez de sus dos antihéroes: Al Pacino y John Cazale, ambos en estado de gloria. El fallido robo a un banco, un tremendo macguffin, es el detonante para contextualizar el poder que ejercen los medios y la trasgresión de los hechos a partir del enfrentamiento policial con este par de pintorescos personajes y sus rehenes. Feminismo, homosexualidad, discurso político y social, comedia accidentada y un acercamiento al neorrealismo con pesimista final incluido, la “tarde de perros” se acomoda de maravilla tanto al histrionismo desbordado de Al, como a su mesura y gran tenacidad dramática, siendo equilibrio y punta de lanza para un relato complejo y adelantado a su época, y donde de nuevo se siente cómodo y muy veraz al interpretar a otro personaje de la comunidad LGBT.

 

3 – Scent of a Woman (Martin Brest, 1992)

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El Oscar llegaría de manera irónica pero esperada (la fórmula “veterana estrella + enfermedad + motivación” nunca falla), en la forma de uno de sus pocos personajes ajenos a todo contexto “gansteril”, un coronel ciego que de repente se vuelve el tutor y guía de un “Robin” nerd con problemas universitarios. La cinta es tan disfrutable como mediocre, tan entrañable como pasadera, y por momentos tan intensa como dominguera, incluso encausando una innegable emotividad gracias a cierto tango y su secuencia final en el jurado estudiantil, mismas que le valieron el Oscar tanto de manera justa como compensatoria por años y años de excelencia actoral. Son ciertos rasgos exacerbados incluso los que dan el toque de gracia a este cautivador personaje, pero ya habrán notado que dicha maña es un guiño patentado del metodista actor.

 

2 – The Godfather (Francis Ford Coppola, 1972)

POR EL FETT

The Godfather (poster) - Al PacinoEl relato “Breaking Bad” por excelencia, la fastuosa adaptación de sentido paternalista de Coppola se extiende fuera de la pantalla para abarcar el curioso caso de “como un actor en apenas su tercer película, puede lucir una actuación de primer nivel como esta”, gracias a la envidiable tutoría de Ford Coppola y por supuesto el apadrinamiento del mismo Marlon Brando. En esta primera parte vemos la conversión de Michael, de un idealista muchacho a un sanguinario y frío entre criminal “en el nombre del padre”, en ese resquebrajamiento psicológico que el personaje va experimentando a partir de su tutela circunstancial y accidental como el jefe de la familia Corleone. Los cimientos ya estaban ahí, el origen y sangre de Pacino; también su ímpetu y su naturaleza rebelde y violenta, así que solo hacía falta encausarla de la mejor y artística manera posible

 

1 – The Godfather Part II (Francis Ford Coppola, 1974)

POR EL FETT

The Godfather (poster) - Al PacinoEl porqué las dos primeras partes de esta saga mantienen el mismo y excelso nivel radica precisamente en la diferenciación de roles y personalidades de Michael Corleone, aquí convertido en uno de los villanos más emblemáticos y escalofriantes que haya dado el cine, revestido y ahora contrapuesto con la naturaleza más caballerosa y/o ciertamente benevolente de su progenitor, en una especie de abordaje psicológico a la relación padre – hijo que se vuelve en un constante proveedor de trasfondo y estructura a este ruin e hijo de puta capo. No hay duda que este es el mejor papel de Al Pacino, preciso en todo momento, intenso, calculador, terrorífico, y que bajo el brillante tono de Coppola también se convierte en impredecible. La cereza en el pastel de esta joya NO es la narración alrededor de Fredo, sino la última escena, un recordatorio a manera de flashback de quién fue Michael Corleone.

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


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