Las 30 Mejores Películas para celebrar el 4 de Julio
ADVERTENCIA: Este top es tan yanqui, que puede que te haga ir al baño a cagar barras y estrellas
Según las efemérides del día de hoy, corresponde celebrar el día de la independencia de los Estados Unidos, el cual ellos si celebran el día que se consumó, y no el día que se inició. Para bien y para mal, potencia mundial, financiera, comercial y bélica, nuestro vecino del norte es también el líder de la maquinaria fílmica mundial, por lo cual es necesario revisar una serie de películas y recomendaciones que tienen dos factores en común: son desfachatadamente nacionalistas, pero también de muy buena manufactura y/o calidad.
Air Force One (Wolfgang Petersen, 1997)
POR EL FETT
La primera de esta lista es la que quizá más desentoné en cuanto a términos de calidad, sin embargo con el pasar de los años se ha vuelto un clásico noventero y de acción, teniendo también una encomiable impresión de suspenso pese a sus varios momentos absurdos, que justifican también su amplio repertorio de entretenimiento. Incluso su título en español, “Avión presidencial”, hace mayor alusión a lo patriotero de su trama, donde el Presidente Ford hace gala de sus habilidades para defenderse de unos terroristas liderados por Gary Oldman. La frase campeona es punto y aparte: “Bájate de mi avión”
American Sniper (Clint Eastwood, 2014)
POR EL FETT
En el género existe un tono muy establecido que crítica la campaña mediante el análisis de la estadía del soldado en combate, psicología y estado emocional; llamado anti bélico, en lugar de ensalzar la batalla, se enfoca en los horrores y consecuencias de esta, proyectándola como insulsa y falsa, una cortina de humo para poder enriquecerse a consta de algunos sacrificios. Pero qué pasa cuando Eastwood no crítica la guerra, sino al soldado y a la sociedad ¿Hay algo más patriota que la honestidad? Muchos llamaron a esto “propaganda patriotera”, siendo totalmente lo contrario: un relato sobre un soldado en particular y su objetivo: servir sin preguntar. Si bien dista de las mejores piezas de Clint, se merece una mención por infravalorada.
An American Tail (1986)
POR EL FETT
Con producción de Spielberg y una gloriosa banda sonora de James Horner, “Fievel” inmediatamente se convirtió en uno de los más adorables y entrañables personajes animados de los 80, incluso llegando a ser la mascota oficial de Amblimation. Un relato tan trágico y esperanzador como complejo, Bluth cuenta la historia de una familia de ratones rusos que emigra a los Estados Unidos por cuestiones de pobreza y crimen en su natal Rusia, siendo un vehículo narrativo sutil pero poderoso alrededor del resquebrajamiento “socialista” y la búsqueda del sueño americano. La cinta se convirtió en la película animada con más recaudación en taquilla en su primer día de estreno (hasta ese momento), convirtiéndose también en una de las películas con mayores ventas en el formato de video.
Apollo 13 (1995)
POR EL FETT
Quizá Ron Howard sea el director más blandengue de la historia, sin riesgos y siempre pegado al manual, pero eso no indica que no sepa seguir las instrucciones al pie de la letra (tal y como en la NASA, preciso), siendo su repetición siempre certera para crear atmósferas tan entretenidas como intensas y en este caso en particular, servidas para el triste relato de la misión 13, la cual más en la ficción que la realidad vio su tragedia convertirse en leyenda gracias a la siempre funcional exposición narrativa del director más “útil” que ha parido Hollywood. Con Hanks, Sinise, Harris, Paxton, Bacon y Howard en su clímax como alumno de la escuela Oscar, Apollo 13 es un clásico ñoño por excelencia.
Born on the Fourth of July (Oliver Stone, 1989)
POR EL FETT
Agresiva cinta anti bélica que brilló no solo por la compenetración de Cruise con el papel del trágico y redimido Kovic, sino también por la carga dramática provista por Stone que juega con la corriente neorrealista (aunque traiciona con el elemento de sus conocidos actores); combinando 4 líneas temporales: el deseo de Kovic por ir a servir su país, el conflicto bélico, sus funestas consecuencias y la consecuente reestructuración del personaje para convertirse en la figura política – social que luchó por la paz y por los veteranos, la electrizante atmósfera trágica que se respira a cada minuto encuentra en el pasado de Stone la causa de la también dicha empatía y conexión hacía con aquel personaje de la vida real: dos veteranos unidos por un mismo fin
Captain America: The First Avenger (Joe Johnston, 2011)
POR EL FETT
¿Una película de superhéroes situada en la segunda guerra mundial con el súper soldado americano defendiendo todos los valores de occidente? Johnston se vale de una artimaña fructífera que a la larga le dio una de sus películas más entretenidas y sólidas al MCU: copiar y pegar el guion de aquella cinta llamada The Rocketeer (1991), y lo que es mejor, mejorarla en todos sus rubros. Una aventura sencilla que destaca por dos aspectos principales: el primero, delimitar al villano más interesante de la saga (No, no estamos hablando del Red Skull de Hugo Weaving, sino de la asociación Hydra); y el segundo, haber visto la conversión del inepto Evans en el mismísimo Capitán
Dances with Wolves (Kevin Costner, 1990)
POR EL FETT
Una buena película muy odiada debido a circunstancias externas y “pendejas” por parte del Oscar, que decidió premiarla por encima de la muy superior y querida “Goodfellas”, la mejor cinta de Martin Scorsese. Pero no seamos injustos con Costner y démosle el lugar que merece a esta épica a la que no me gusta encasillar como western debido a su complejidad dramática, excelente estructura de personajes y homenaje a los nativos americanos, tres elementos que de nuevo un director muy técnico como Costner encausa de excelente manera para crear un árido cuento de hadas de momentos y secuencias absorbentes. Dances with Wolves trasciende más allá del western, siendo un buen ejercicio de aventuras y romance por igual.
The Dirty Dozen (Robert Aldrich, 1967)
POR EDGAR DEL VALLE
Película dirigida por Robert Aldrich con un reparto multiestelar (Lee Marvin, Ernest Borgnine, Charles Bronson, Donald Sutherland) con gran éxito de crítica y de taquilla. Acompañado de un puñado de estrellas, Marvin se confirma como el más rudo líder de entre vaqueros, mercenarios o en este particular caso, de soldados, guiando a un puñado de reos militares que buscará realizar un atentado en contra de la Alemania nazi. En medio de un reparto multiestelar, la actuación de Lee Marvin lleva sobre sus hombros el desarrollo de la trama, de una de las películas de guerra más entretenidas de la cinematografía estadounidense. Sin duda alguna una de las mejores interpretaciones de este gran actor.
Forrest Gump (Robert Zemeckis, 1994)
POR EL FETT
A diferencia de lo que muchos señalan, Gump dista de ser una película “mala” o “sobrevalorada”, siendo su pecado la desestimación póstuma que sufrió en comparación a los productos “Oscareables” de aquel año (Pulp Fiction y Shawshank) y por supuesto su pobre envejecimiento de nuevo no por su entrañable narrativa y fábula, sino irónicamente por su sobrexplotada influencia con el pasar de los años. Zemeckis crea un exquisito viaje visual, músico y sensorial a partir de su arquetipo por antonomasía: un individuo que sufre una cadena de infortunios y éxitos a base de la casualidad. La crítica puede ladrar lo que quiera, pero absolutamente nadie puede decir que Gump no le arrancó una sonrisa, una lágrima, una emoción y una parte de su memoria, y es que parafraseándolo: “Gump no será la maravilla, pero sin duda sabe qué es el amor”.
From Here to Eternity (Fred Zinneman, 1953)
POR EDGAR DEL VALLE
Multipremiada película, con un reparto multiestelar que brinda una combinación de sobrias interpretaciones, la ganadora de 8 Oscar (incluyendo mejor película) se trata de una de las presentaciones que mayor éxito de taquilla, crítica y público en la historia de las películas premiadas por la Academia. Un gran clásico romántico – bélico, Zinnemann aquí establecería muchos de los estatutos dramáticos con los que la crítica estadounidense mediría las consecuentes súper producciones de este índole. Hacedor de grandes momentos, basta recordar la escena en la playa junto con Deborah Kerr, un verdadero momento favorito y que inmortalizó a este clásico.
Gangs of New York (Martin Scorsese, 2002)
POR EL FETT
Una cinta propositivamente pintoresca y un poco exagerada que ha crecido con el tiempo, y que más allá de recrear el origen americano de una de las pasiones de Scorsese en cuanto al tópico de la mafia, representa una de las narrativas más complejas y peculiares en torno al tema paternalista, sustentada en una de las más grandes actuaciones (al menos patriarcales) de todos los tiempos a manos del ya retirado Daniel Day-Lewis. Oscura y ambiciosa, el violento entorno planteado por el director le permite desarrollar de forma fastuosa las emociones de sus protagonistas, enfrentados por una accidental unión que será tanto el trasfondo como el punto de partida pata su brillante y tenso clímax. Hemos de apreciar aquí tal vez el mejor montaje final en su obra, repleto de genialidades directivas.
Glory (Edward Zwick, 1989)
POR DASTAN
Considerada una de las obras maestras del cine, film que lanzó al estrellato al director Edward Zwick y al actor Denzel Washington (ganó el Oscar a mejor actor de reparto), estrenada en 1989 y basada en sucesos reales, ambientada en la Guerra de la Secesión a mediados del siglo 18. Narra la historia del 54° Regimiento de Massachusetts, primer batallón conformado por afroamericanos. La película toca temas políticos como los que propuso Lincoln al argumentar que la guerra no solo puede ser entre blancos, todos los que viven en el país tienen el derecho a defenderla. Los afroamericanos no solo buscaban formar parte de la historia, deseaban conseguir su total libertad. Una historia magnifica con acertada narrativa, emblemáticas actuaciones y un final memorable.
Gone with the Wind (Victor Fleming, 1939)
POR EL FETT
Toda superproducción debería apuntar a llegar a ser “Lo que el viento se llevó”, una ostentosa pieza de producción y calidad artística embelesada no solo por sus conflictivos valores directivos, sino también por una de las más fieras y legendarios químicas del cine, que a 80 años de distancia y gracias al talento debutante de Leigh y al apadrinamiento cínico de Gable, se convertiría en uno de los símbolos del anti-romance por excelencia, perfectamente estructurada e interpretada. De actuaciones, producción y ambientación elevada, es el pivote actoral que carga con el interés y el sarcasmo para aminorar la carga dramática, y que tiempo después crea hacía con el público esa empatía tan trágica como emotiva. Su última frase es legendaria, catedrática si se tiene en cuenta que en 8 palabras se pueden englobar cuatro horas.
Hamilton (Estados Unidos, 2020)
POR EL FETT
En realidad no es una película, sino un montaje “especial” sobre una obra de Broadway, una que por cierto ha sido de las más reconocidas de los últimos años y que en tiempos donde la escena teatral no abría sus puertas por Covid, resultó por lo menos una curiosa experiencia admirarla engañosamente como una película. Inspirada en el libro de Alexander Hamilton (padre fundador de Estados Unidos) y a su vez en la adaptación de Lin-Manuel Miranda, no cabe duda que este cupón de descuento al monumental Broadway al menos será recordado como uno de los ejemplos más espectaculares y curiosos dentro de la adaptabilidad del entretenimiento artístico, y sobre el relato histórico de la independencia de los Estados Unidos
The Hurt Locker (Kathryn Bigelow, 2008)
POR EL FETT
Una cinta sencilla que como una sinfonía, contiene ciertos momentos de notas altas para contrarrestar la pasión desmedida por la guerra de su robótico antihéroe, humano trastocado por la adrenalina y sin ningún sentido de vida más que el de su egocentrismo y auto complacencia. En las notas altas, Bigelow exhibe el anti belicismo y la crítica social de otro conflicto sin sentido, confrontándolo con la falta de humanidad y apego social y/o emocional que representa un fantástico y apenas descubierto Jeremy Renner; en sus notas bajas, hay cierta promoción de panfleto del eterno héroe gringo y eso le resta muchos puntos en su accionar. Aun así, el principal valor de la cinta es que está filmada con mucha astucia y una buena impresión de suspenso.
Il buono, il brutto, il cattivo (Sergio Leone, 1966)
POR EL FETT
Como si tratase del más bello relato mitológico, Leone despliega una excelsa odisea a través del territorio americano en plena guerra civil, donde tres forajidos con motivaciones muy dispares persiguen un mismo fin, un botín escondido en un cementerio. Las asociaciones y juegos mentales entre ellos no se hacen esperar, y Leone entrega su obra más ágil y rítmica, que significa el compendio del género por excelencia, una guía de ficción épica, estética y técnicamente superior que engrandece la historia del lejano oeste y de la cinematografía durante sus más de 50 años de vida, y que será no solo un referente para todas las cintas futuras adeptas a este, sino con quien deben equipararse. Divertida, compleja, trágica, emotiva, dramática y magistral.
JFK (Oliver Stone, 1991)
POR EL FETT
Una película que cimbró e incomodó a todo un país, no es ningún secreto la cacería a campo abierto que el estado dio a Stone a partir de esto gracias a una excelsa labor de histrionismo e investigación que desembocó en una de esas joyas atemporales que se mueven entre la ficción y el semi documental de manera fastuosa. Con un reparto envidiable y un montaje que, a pesar de durar en su corte del director (por favor véanlo) un poco más de 3 horas y media, JFK se convirtió en el punto máximo de la investigación fílmica y uno de los mejores thrillers en la historia. Es impresionante no solo su reparto, sino el detalle narrativo de Stone hacía cada pista, ángulo, testigo, conspiración y suceso alrededor de aquel asesinato. Este fue el perfecto obituario para JFK
The Last of the Mohicans (Michael Mann, 1992)
POR EL FETT
Cinta injustamente relegada a segundo plano dentro de lo mejor de la filmografía gringa. Por una parte Mann logra concebir de manera desgarradora y violenta el conflicto de la guerra franco india bajo una especie de road movie romántico, sin embargo es en su discurso histórico – bélico donde el conflicto y la eliminación racial india toman un papel tan relevante que para su momento clímax, han absorbido la odisea amorosa para exponer un emotivo relato de venganza. Es irónico, pero no solo encuentro fuera de su arquetipo criminal la mejor combinación de pasión y dirección por parte de Mann, encausando una aventura gringa que engloba romance, villanía, historia, suspenso, belicismo y acción (esa última secuencia de la persecución es oro puro)
Lincoln (Steven Spielberg, 2012)
POR EL FETT
En Lincoln, Day-Lewis hizo que todos, incluso Spielberg, le llamarán “Sr. Presidente”, mientras también durante la filmación redactaba cartas firmadas como “Abraham Lincoln” y en el lenguaje de la época. Su desempeño en consecuencia a lo pasional de su método fue PERFECTO, sobrio y digno en cada encarnación de ser preservado en los anales del séptimo arte. Bajo la dirección de Spielberg Lewis alcanza no su personaje más emocionante (también la película carece de ritmo), pero si el pináculo y confirmación de sus dotes artísticos y status de leyenda dentro de la industria y el llamado método, pues sencillamente todo el mundo por fin pudo conocer gracias a sus manos, rostro, andar y voz, quién y cómo era el personaje político más famoso de la historia estadounidense
The Longest Day (Annakin, Marton, Oswald, Wicki, F. Zanuck, 1962)
POR EL FETT
Esta cinta no solo es uno de los referentes del cine bélico, sino también a una de las apariciones más curiosas y sobresalientes de actores como Wayne, Mitchum, Steiger, Burton, Connery y Fonda. Este gran elenco aparece a lo largo de un compendio de historias sobre el conocido evento de la Segunda Guerra Mundial llamado “Día-D”, o el desembarco de Normandía, visto desde varias perspectivas, tanto americanas como alemanas, como varios directores y personajes. Si bien lo también variados directores intentan darle un toque de “objetividad” al asunto, lo cierto es que sus tres horas de duración hacen que casi termines por hablar inglés y enrolarte con el Tío Sam
Mr. Smith Goes to Washington (1939)
POR EL FETT
Capra – Stewart simbolizan la fábula humana y patriótica gringa, siendo esta el punto más alto (y moralino) del idealismo fílmico – político. Quizá haya envejecido dentro su contexto de crítica hacía el sistema de corrupción y su enamoramiento nacionalista, sin embargo tanto la actuación de Stewart como el tono “humanista” y hasta fantástico de Capra la hacen permanecer como una rica curiosidad más adepta a los primeros valores narrativos de Hollywood. Así mismo la convicción de estas dos figuras hace que el relato evite cualquier toque sensiblero, dando como resultado un emotivo relato que tras corromper la ética del “hombre promedio”, representa una de esas bases argumentales en lo que refiere a la excelente labor de un libreto – actor – director para dar trasfondo y desarrollo a su protagonista.
The Patriot (Roland Emmerich, 2000)
POR EL FETT
Es hora de rescatar a The Patriot, una cinta bélica que además de contar con un excelente diseño de producción y valía histórica, es una historia de paternalismo emocionante y cautivador. Frente a todos sus clichés, sentimentalismos y promocionales patrioteros, Mel Gibson (si, él la tuvo que dirigir) equilibra el relato bélico con una venganza paternal, elemento que se convierte en el motif de su protagonista y por ende de la misma trama. Destacar también la construcción del personaje, un factor muy infravalorado y que se vio crucificado por la marca del prestanombres: Roland Emmerich. Mención aparte para la recreación bélica de las guerras, en un manifesto sobre esta fecha.
Patton (Franklin J. Schaffner, 1970)
POR EL FETT
Uno podría criticar las razones tan mundanas, malvadas y/o ignorantes de la guerra, pero el amor por la nación puede llegar a ser tan intocable como incuestionable. Independiente de la burocracia y de su impunidad, en muchas ocasiones el deber del soldado se refleja como un quehacer sagrado, defendiendo a su nación de las huestes que lo amenazan, no importando si la empresa es impuesta o bien las creencias son puras y/o arraigadas. Scott como persona rechazó el Oscar por su soberbia interpretación de un frio, calculador y carismático General, pero Schaffner llevó a cabo un perfecto retrato del conocido militar para dignificar la labor del soldado, manifiesto dado en uno de los monólogos más famosos del cine y que sirven a base de prólogo para el excelente drama bélico.
Platoon (Oliver Stone, 1986)
POR EL FETT
Uno de los relatos anti bélicos por excelencia, de nuevo de no ser por la mediación de sus actores estaríamos hablando de una incursión neorrealista y bastante apegada a la verdad por parte de Stone, en lo que es un relato semi autobiográfico de sus propias vivencias en Vietnam y que juegan sutilmente en el rubro de la ficción al situar al “soldado” entre dos padres: la paz y la guerra, ambos en el mismo bando y con el mismo objetivo: sobrevivir. Charlie Sheen entrega la mejor actuación de su carrera, pero es evidente como Dafoe y Berenger se funden en dos papeles tan entrañables (Willem) como siniestros (Tom), y en este especial caso, dando como resultado uno de los mejores villanos del cine de los 80. Ganadora de 4 Oscar, incluyendo película y director.
Saving Private Ryan (1998)
POR EL FETT
La tesis cinematográfica sobre la horrorosa realidad del conflicto pertenece a Spielberg. El desembarco de Normandía es sin lugar a dudas, dicho por expertos, el retrato más fiel fílmicamente hablando sobre el conflicto bélico, una poesía vertiginosa, sangrienta y llena de suspenso que por sí sola sostiene una fábula tambaleante sobre el súper heroísmo gringo y el sacrificio humano por el bienestar de una ideología patriotera que alcanza por momentos a rayar en lo ridículo ¿Peor a quién le importa con esa fastuosa e impresionista dirección? El salvador de argumentos inverosímiles, el Rey Midas era capaz de mantenerte al borde del asiento e increíblemente terminando con la misma intensidad con la que comenzó.
Sergeant York (Howard Hawks, 1941)
POR EDGAR DEL VALLE
Película con la cual Cooper ganó su primer Oscar como mejor actor, al protagonizar un pasaje biográfico de la vida real del sargento Alvin York, quien luchó contra el ejército alemán en la primera guerra mundial, a pesar de ser un objetor de conciencia. Notable la actuación de Cooper, en una de las primeras y más recordadas cintas antibélicas, que obtuvo un gran éxito de taquilla y por parte de la crítica especializada. Además de su primer Oscar, esta cinta representaría (junto a la siguiente) uno de los escalones del porqué Cooper vendría a representar los mejores “valores norteamericanos”, simbólicamente transformándose en una propia extensión del Sargento York hacía los ojos de la sociedad
Team America: World Police (Trey Parker, 2004)
POR ORALEIA
La comedia de Trey Parker (uno de los creadores de South Park), con marionetas presenta a una organización de contra-terrorismo que se dedica, pues, a vigilar y proteger al mundo, brincándose tratados y acuerdos internacionales y haciendo lo que les dé la gana. No hay nada más estadounidense que un retrato simpatético a un grupo paramilitar fervientemente nacionalista ficticio con un humor sumamente ofensivo, porque puede y quiere. La sátira pues, se convierte en una realidad, por lo que la película recuerda y hace alusión al famoso meme: “Es chistosa por qué es cierto”. Una guarrada auto crítica que hay que ver
Top Gun: Maverick (Joseph Kosinski, 2022)
POR EL FETT
¿Cuál fue el secreto de Top Gun para hacer uno de los mejores Blockbusters del 2022 y una secuela que aplasta a su atencesora? ¿Quizás fueron sus bajas pretensiones y su sencillez narrativa lo que hizo que este avión fuera más ligero y pudiera elevarse y maniobrar mucho mejor? ¿Quizás fue su excelente trabajo de los pilotos que terminan por ser el elemento que más elevada a esta nave? O quizás que la modernidad y la tradición no tienen por qué estar en discordia, y que lo mejor de los dos mundos se puede utilizar para demostrarle a una industria voraz que las nuevas tecnologías aplicadas con una óptica más clásica pueden generar un contenido balanceado entre lo comercial y la calidad.
Yankee Doodle Dandy (Michael Curtiz, 1942)
POR EL FETT
Una cinta que le permitió a James Cagney dar una de sus mejores y más curiosas actuaciones, en un musical mega ultra súper patriotero, que cabe resaltar fue planeada y hecha como propaganda bélica americana durante plena Segunda Guerra Mundial ¿Le quita esto su valor? Un poco, pero no le quita la frescura y la buena dirección tragicómica de Curtiz, a la orden de un relato biográfico sobre el vodevil George M. Cohan, creador del himno norteamericano “Over There”. La cinta por obvias razones ha madurado mal (salvo la actuación y Oscar de Cagney), pero se mantiene como un ejemplo fílmico de publicidad patriotera por arriba de la media
Zero Dark Thirty (Kathryn Bigelow, 2012)
POR EL FETT
Tenía que pasar que, para alcanzar la perfección directiva, Bigelow se juntara con una extensión de su talento en el apartado actoral, una Jessica Chastain que brilla por su naturalidad y enfermiza obsesión por capturar a Bin Laden. Así, Bigelow nos manifiesta quién fue la narradora que durante algún tiempo comprendió la guerra actual de la manera más cruda y natural posible, desde su raíz hasta su conflicto espiritual y existencial, y así poder impartir cátedra de como plasmar suspenso y ritmo a un conciso drama bélico frente a otros nefastos ejercicios que intentaron lo mismo y fracasaron (Nolan y Ridley Scott, por ejemplo). Bigelow abandona todo absurdo sentido patriotero y se centra así en la psique de su protagonista frente un solo objetivo, la expiación de sus obras.