Las 40 Mejores Películas del 2023 según @El_Fett

Sin temor a confirmarlo y desde la creación de este recinto del cine en 2010, el 2023 se ha convertido en la mejo cosecha fílmica de dicho período, envuelto en un panorama de regresos triunfales y una combinación de veteranía con nuevas tendencias y cineastas que van conformando el tan esperado relevo generacional, el cual incluso ya se ha teorizado en las teorías de mercado y de consumo a partir de este 2024, en donde los boomers comenzarán su etapa de declive para dar paso a la veteranía de la Generación X y la maduración de los Millennials o Generación Y.

Normalmente este personal y último conteo del año se conforma de 30 películas, e incluso en años muy malos de 20, y en ambos casos alcanzando de manera cuasi forzada la decena para hacer el título mediáticamente más atractivo. Pero este no es el caso, pues no solo el 2023 será conformado de 40 Películas, sino que dentro de la calidad manifestada en dicho período se quedaron incluso fuera al menos otra decena de excelentes propuestas.

Irónicamente y a diferencia de otros años, su servidor considera que ninguna de estas 40 alcanza la máxima calificación de 5 estrellas (Excelsa), en su lugar teniendo las primeras 13 en una escala de 4.5 (Buenaaaza), del 14 al 32 en 4 (Buena), y el restante en 3.5 (Se Deja ver). Mucha calidad, el 2023 será recordado como uno de los mejores años para el cine en lo que va del nuevo milenio.

A continuación, las Mejores 40+Bonus Películas del 2023 según la opinión, apreciación y análisis de su servidor.

 

Bonus – Perfect Days (Wim Wenders) – Japón

Wenders filma la cotidianidad de manera tan bella como asombrosa. Aunque el trasfondo y los motivos de su personaje nunca quedan claros, el propositivo secreto narrativo hace que el espectador caiga en la trampa visual y pausada del veterano, siendo testigos de cada rincón, movimiento y musicalización de aquella vida tan plena que al mismo tiempo sugiere un renacimiento de cierta tragedia y/o pesar.  La impresión natural de su humor responde también a su realista manifiesto, dejando que el aspecto dramático sobresalga de la propia percepción del espectador frente a los silencios y pensamientos aquel feliz limpiador de sanitarios. Mención aparte para la selección musical y para la actuación de Koji Yakusho

 

40 – As Bestas (Rodrigo Sorogoyen) – España

Producción de 2022 estrenada en nuestro territorio en 2023. Un tenso thriller sobre la miseria humana y esa pordiosera sensación de merecimiento del humano, sediento de una venganza tan absurda como siniestra con el argumento de la recompensa solo por el hecho de existir en la pobreza. Este no es un tema solo de España – Francia, sino universal e incluso potencializado en los últimos años por la ideología izquierdista de mala aplicación. La dirección se las arregla para que en esta distinción educacional y de clases, el espectador se sienta oprimido de manera irónica por la salvaje naturaleza de su entorno y de sus aldeanos, unos tétricos hijos de puta que harán todo por defender el estado de miseria de su confort. El clímax es brutal, y vale todo el filme.

 

39 – Acide (Just Philippot) – Francia

Otro excelente relato apocalíptico de Philippot, que parte nuevamente del aspecto familiar para desarrollar su acción y mensaje sobre el amor, en esta ocasión, de un padre y de cómo su protección rebasa las barreras lógicas y de los cuestionamientos humanitarios ante el caos. Si bien las langostas (La Nube, 2020) ya le habían servido para hablar sobre la depresión de orden maternal, en esta ocasión el calentamiento global y una lluvia ácida y mortal sirven para cuestionar los duales y complejos deberes paternalistas, llevando a cabo una rica simbología sobre como esta figura queda muchas veces en el abandono tras la separación, ávida por la conexión forzada con la adolescente en turno. Gran tensión en una cinta que combina ficción especulativa y drama familiar.

 

38 – John Wick: Chapter 4 (Chad Stahelski) Estados Unidos

John Wick Chapter 4 (y en general su saga) es todo lo que Expendables trató de hacer y nunca pudo, un ejercicio de acción desmedida provisto de una excelente dirección, y de un humor efectivo, absurdo y muy incorrecto. Pero al mismo tiempo, ni pudo haber un mejor cierre (sorpresivo, si tomamos en cuenta la caída de calidad en su tercera parte) para una saga de acción que revolucionó al subgénero, y de la que prácticamente el 80% de las películas actuales siguen mamando de su fórmula. El último acto, referente a todas sus secuencias o niveles de acción en París, es una verdadera locura, un éxtasis de acción que se ve coronada por un final en honor al western. Mención aparte para su soberbia fotografía, algo raro de ver en cintas de su tipo.

 

37 – The Creator (Gareth Edwards) – Estados Unidos

Si no fuera por ese final forzado y subido de miel estaría posicionándola al menos 10 lugares más arriba. Edwards se confirma como un cineasta aún sin película mala, creando aquí un híbrido de entre SF y cine bélico que funciona gracias a la buena inclusión de todos los elementos que conforman la historia de ambos géneros. Al contrario de solo copiar, Edwards proporciona un trasfondo lo suficientemente atractivo y dramático para que todos los arquetipos y situaciones clichés funcionen de manera natural, logrando secuencias de verdadera cátedra técnica provistos de mucha tensión y emoción. La metáfora racial y la crítica al humano sobre la irresponsabilidad de la IA son los distintivos de una historia ya vista, pero renovadas en un contexto sociopolítico actual.

 

36 – Leo (Robert Smigel, Robert Marianetti, David Wachtenheim) – Estados Unidos

Quizá la mayor sorpresa del año pertenece al rubro también más destacado de la temporada, la animación. Netflix y Adam Sandler compiten al tu por tu con los 100 años de Disney y no solo prevalecen, sino que lucen aplastantes con una propuesta que complementa su falta de técnica y modernización en el trazo de dibujo con un mensaje maduro sobre la depresión infantil, una crítica a la clase media americana con relieve en el deterioro de las relaciones paternales debido a la superficialidad de las redes y del sistema educativo, pero sobre todo una redención en la figura del abuelo, aludiendo a ese relevo generacional que mencionábamos en la introducción con una figura mucho más experimentada, sabia y equilibrada en salud física y mental, el ideal ejemplo para una Generación Z en peligro de la perdurable inutilidad.

 

35 – Heroico (David Zonana) – México

Dos al hilo para Zonana, que comienza a grabar su nombre dentro de la filmografía mexicana actual. Aunque no alcanza el nivel de su previa obra, Mano de Obra, es de elogiar el temple (y los huevotes) directivo para abordar un tema por demás arriesgado, que es denunciar la corrupción del sistema militar mexicano desde su origen y núcleo: el colegio militar. Primero como un escape de la pobreza, después como un escape de la muerte, Zonana exhibe el lado oscuro y el origen de la maldad sistémica del país con un thriller que se adentra hasta las barricadas de los cadetes, proyectando los más bajos y oscuros misterios que se suscitan ¿en la realidad? (no hay pruebas, pero tampoco dudas). Mención aparte para uno de los mejores villanos del año.

 

34 – Les Trois Mousquetaires: D’Artagnan / Milady (Martin Bourboulon) – Francia

Otro golpe de autoridad sobre Hollywood. Los mejores y más entretenidos ejercicios comerciales estuvieron en Japón y Francia, este en especial siendo vibrante en su despliegue de aventura, thriller, coreografías en avasallantes planos secuencia y por supuesto, Eva Green ¿Podríamos estar hablando de la mejor adaptación de Dumas? Es posible, y es que este relato de intrigas, romance, misterio y acción ve su distinción en la división de sus tres capítulos (aún uno por estrenar), logrando una excelente amalgama y desarrollo de elementos y personajes. A pesar de que su segunda parte baja los niveles de acción y sube la dosis de culebrón, se sostiene por mantener el interés en los giros de ciertos personajes, dando mayor protagonismo a una insuperable Green.

 

33 – The Caine Mutiny Court-Martial (William Friedkin) – Estados Unidos

Una película sumamente infravalorada y que a pesar de su tono teatral permite entrever algunas de las más grandes cualidades que Friedkin tuvo como cineasta. En primer lugar, el uso dinámico de los espacios cerrados, prácticamente valiéndose de solo un escenario para imprimir el más alto grado de tensión y drama a este siempre interesante y profundo juicio militar, en un segundo plano su dirección de actores, surtiendo una simbiosis perfecta entre su ágil cambio de planos y ángulos de cámara para cada diálogo según el grado de intensidad y progresión del juicio. Un didáctico ejercicio que incluso tiene un tercer valor, que es encumbrar aún más la obra original e incluso su legendaria adaptación con Bogart en el protagónico. Una digna despedida del maestro.

 

32 – Flora and Son (John Carney) – Irlanda

Aunque queda un poco debajo de las excelentes meditaciones sonoras de Carney, la cinta conserva esa chispa emotiva en la que el director construye una trama a partir no solo de las melodías, sino de la sensación que emerge al hacer uso de un instrumento para crearlas. Así mismo, este drama maternofilial se inmiscuye en dos vías de desarrollo psicológico y emocional, la de ella, por medio de la guitarra, y la de su hijo, por medio de los bits y el hip hop; Carney utiliza esta diferencia para unir a dos almas descarriadas por medio de un factor común: la pasión musical, y así poder encausar una doble historia sobre maduración e interacción. Quizá el tono edulcorante de su final sobre, pero hay demasiada profundidad en su desarrollo para quejarse

 

31 – The Iron Claw (Sean Durkin) – Reino Unido

Durkin entra al mundo profesional del cine y la lucha libre con un relato biopic que brilla por su honesta y natural crueldad, respetando, pero también de cierta manera elogiando el oscuro relato de esta familia de luchadores. Enfundado en un intenso drama de corte paternalista, el también guionista emprende una estructura equilibrada de sus elementos, cuatro hermanos que verán en el ring su gloria y su fin introyectando sus propios traumas y el concepto surreal de su “maldición”, la cual es abordada desde un término más emocional y psicológico sin dejar un cabo suelto o fortuito. Mención aparte para Zac Efron, que logra aquí confirmar aquel talento actoral que había dado a relucir con Ted Bundy.

 

30 – A Thousand and One (A.V. Rockwell) – Estados Unidos

La ganadora de Sundance fue una de las más grandes ignoradas en la temporada de premios. Un drama maternofilial de enorme profundidad y crítica social que, dentro de su mensaje sobre el verdadero sentido de ser madre, existe un punzante testimonio social alrededor del sistema de adopción y crianza. Con actuaciones que rayan en la perfección (Teyana Taylor solo fue tomada en cuenta por los círculos de Toronto y Florida), la directora A.V. Rockwell expone un tema muy complejo, que es el rapto de una mujer a un huérfano para darle el mejor nivel de vida y estudios y tratarlo como un hijo. Una cinta tan crítica como hermosa que te dejará con genuinas lágrimas y dilemas morales.

 

29 – Spider-Man: Across the Spider-Verse (Joaquim Dos Santos, Kemp Powers, Justin Thompson) – Estados Unidos

¿Sobrevalorada? Totalmente ¿Excelente? También. La segunda parte de este universo animado ve su principal valor en la combinación de técnicas de animación, y aunque se torna un poco redundante y predecible en su final, el dilema del héroe que se presenta en Miles Morales supera de entrada a todo lo hecho por el Marvel y DC en los últimos años (desde Infinity War y Man of Steel). Merece la pena recalcar que las vueltas interminables sobre el mismo “motivo” son amortiguados por secuencia de acción trepidantes y que también se valen de buen humor y referencias de la cultura pop, elementos que suavizan sus fragilidades narrativas. Por desgracia es una primera parte, y ese “cliffhanger” le resta puntos. Lo inflada no le quita lo buena.

 

28 – Dream Scenario (Kristoffer Borgli, 2023) – Estados Unidos

En efecto, fue uno de los guiones más originales no solo del 2023, sino de los últimos años, sin embargo, la similitud surrealista al estilo de Kaufman o Jonze terminan por afectarla más que ayudarla debido a la inexperiencia de su director, lo cual se refleja en un final muy débil y ambiguo en comparación a su excelente desarrollo. Esto no afecta que la cinta sea una crítica soberbia y punzante no solo al mundo banal de los influencers y la generación z, sino también a la propia imagen de Nicolas Cage, el cual logra auto parodiarse de manera muy dramática y efectiva como el meme con patas que siempre ha sido, irónicamente también logrando en el proceso demostrar el buen actor que es.

 

27 – Poor Things (Yorgos Lanthimos) – Irlanda

Lo mejor es que es sencilla y auténticamente divertidísima, pero quien busque encontrarle cinco pies al gato no lo va a lograr, muy a pesar de querer aparentar “que sabe mucho de cine”. Yorgos baja de nivel, pero aún así da un golpe de autoridad dentro del subgénero que le corresponde: el de monstruos (y su respetiva sátira) y la comedia negra, en donde se construye una metáfora al libre al albedrío con una perspicaz vista hacía el machismo, logrando así lo que “Barbie” en su tibieza no pudo, que fue exponer la toxicidad de los sexos encausando una crítica social atemporal. Si bien conserva cierto estilismo de su patente, lo “Von Trier” de su estética es innegable, así como también lo magistral de Ruffalo, que logra un mejor Ken que el Ken de Barbie.

 

26 – Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutant Mayhem (Jeff Rowe, Kyler Spears) – Estados Unidos

El renacimiento de las tortugas ninja vendría de parte de una reformulación de su origen, pero también de la confirmación argumental y estructural de una historia que refiere a una aventura de héroes y villanos “afroamericanos”. Esto permite a sus directores encausar con naturalidad todos sus elementos, lenguaje y folclor, pero también una excelente crítica racial dentro de un contexto atemporal, y que deja mediante una tensa y entrañable misión, una moraleja nada forzada de inclusión y aceptación. El diseño de personajes, estilo de animación y banda sonoras son solo elementos de gran valor técnico para un excelente guion que se preocupa más por sus tortugas y villanos, que por su misma y notoria ambientación. Eso marca diferencia

 

25 – No se admiten perros ni italianos (Alan Ughetto) – Francia

Producción del 2022 estrenada en 2023. La exploración del autor hacía su origen y pasado familiar revela una hermosa historia de romance y resiliencia frente a dos guerras, pobreza, migración y una Europa en constante destrucción y cambio. La animación de nuevo demuestra su poderío fílmico, en esta ocasión de manera muy artesanal, al hacernos partícipes de la desgracia del entorno de una pareja siempre en estatus de supervivencia, y en donde la esperanza y la felicidad son dos valores que se contraponen a un caos bélico imperante. Comprender a los ancestros, su lugar de origen y su contexto socio histórico se convierte en un ejercicio tan bello como didáctico y esclarecedor.

 

24 – The Teachers’ Lounge (Ilker Çatak) – Alemania

Sin salir en ningún momento de las paredes del instituto (exceptuando una sola vez que se deriva de ese mismo confinamiento), estamos ante un hábil y tenso thriller estudiantil donde todas las esferas de un colegio están inmiscuidas en un asunto de prejuicio, haciendo complejas analogías sociales que van desde la crítica al sistema educacional, periodístico y los dilemas morales dentro de una comunidad globalizada donde aún impera el clasismo y el racismo. Su mayor valor no solo radica en su impresión de tensión a través de tomas cerradas y planos secuencias que siguen el estrés en el que viven sus protagonistas, sino en la amplia visión del docente, alumno y su entorno en un relato que no victimiza, pero si abre muchos cuestionamientos.

 

23 – Boston Strangler (Matt Ruskin )  – Estados Unidos

Una cinta inteligente, que reta los estatutos narrativos impuestos por la versión de 1968 de Richard Fleischer, para revelar no solo su falsedad argumental (aunque su narrativa sigue siendo excelente), sino la de muchos casos de corrupción política y/o culpabilidad de la media al crear los mitos sobre estos oscuros personajes a través de la historia. Así mismo, el poderío de sus actuaciones da a lugar un discurso equilibrado y necesario sobre la atemporal violencia, dando pie a una historia coral donde todos, desde la misma sociedad hasta la manipuladora prensa y media, quizá hayan sido culpables de que tanto aquel, como muchos otros asesinos y asesinatos, hayan quedado sueltos y sin resolver.

 

22 – Wonka (Paul King) – Estados Unidos

Sus niños y “sus niños” internos quedarán satisfechos con este chocolate. Sin empalagamientos, sin diabetes, sin mucha azúcar, sino con el equilibrio perfecto entre dulce y amargo que al final dan como resultado lo que quizá sea un nuevo clásico del cine familiar, y donde temas tan complejos como la trata de personas, la corrupción empresarial – policial y la depresión son tratados de una manera tan cruda como metafóricamente educativa – incluso hasta incorrectamente “divertida”.  Elogiables son las apariciones de un pequeño gran Hugh Grant, Colman, Atkinson, Hawkins y Keegan-Michael Key, sin embargo, quien brilla ¡por fin! Es el querido cara de nopal de Timothee Chalamet, que desde ahora se ha ganado el mote del Sr. Wonka

 

21 – Past Lives (Celine Song) – Estados Unidos

Pocas cintas toman una idea salida del folclor para desarrollar de manera tan sutil como conmovedora una historia sobre las decisiones que impactan en la vida, en este caso de manera relacional. Song adapta de manera asombrosa las teorías espirituales, emocionales y psicológicas sobre las opciones de la vida y como estas dictan un camino que fluctúa entre el destino y la suerte, equilibrando la introspección del pasado para que esta influya en el estado emocional del presente. Irónicamente no es un filme sobre el “qué hubiera pasado”, sino sobre el “por qué pasó y como influye en el ahora”, una hermosa forma de ver la vida y que fílmicamente logra penetrar visual y narrativamente en el espectador y en el amor en todas sus formas y caminos

 

20 – Oppenheimer (Christopher Nolan) – Estados Unidos

No es lo mejor de Nolan, tampoco es lo mejor del año (aunque la Academia te lo quiera enjaretar), pero lo que si es un hecho es la maduración narrativa no solo del director, sino de todos sus actores inmiscuidos, logrando construir una ficción muy realista sobre los dilemas morales de este dual personaje, mitad víctima, mitad manipulador, pero sobre todo su legado, aspecto en el que más acierta el desarrollo de su narrativa. Como todo producto de Nolan peca en su sobre explicación y redundancia en torno a ciertos temas (el juicio sobra y el tema femenino es infame), pero a su favor también contiene ciertos momentos de maestría técnica – directiva, principalmente en lo que respecta a la detonación de las bombas (la de prueba y la real).

 

19 – The Holdovers (Alexander Payne) – Estados Unidos

Payne retorna a su nivel narrativo al crear un clásico instantáneo navideño a partir de un triángulo psicológico y emocional complejo, donde más allá de estudiar la interacción entre estos, explora nuevamente los confines y las profundidades de la depresión en distintas personas, edades y situaciones, pero con un factor común: La navidad. Y es que esta fecha para algunos podría ser un detonante de felicidad, paz y acompañamiento, mientras que para otros pudiera ser todo lo contrario, un activador de nostalgia y de este trastorno que el cineasta es experto en retratar, y que en esta ocasión expondrá dentro de su parte más humana y fraternal, a través del forjamiento de una adorable y accidental familia.

 

18 – El Conde (Pablo Larraín) – Chile

Divertida, compleja, crítica, pero sobre todo bella en su apartado visual, un agasajo de referencias a una de las corrientes originadoras del propio séptimo arte, el expresionismo, y que junto con su “historia de vampiros”, crea una analogía sobre como un dictador y su pueblo siguen chupando y alimentándose del aquel recuerdo para bien y mal. Pero Larraín no cierra su frontera, sino que la lleva a un plano universal ya no digamos por la intercesión visual del más allá de Theodore Dreyer (y principalmente su Juana de Arco), sino por su brillante elemento narrativo del último acto que no solo sirve como giro de tuerca, sino que da un contexto generalizado sobre la opresión sistémica a nivel mundial

 

17 – La Sociedad de la Nieve (J.A. Bayona) – España

La decisión de su director en centrar el relato en la visión de “cierto” personaje, es lo que hace tan diferente como crudo y conmovedor a esta versión sobre la tragedia de los Andes, dejando el “individualismo” protagónico por la estructura de una comunidad, respetando y dando un significado onírico a su título e historia. La impresión neorrealista al contratar actores sin experiencia e incluso valerse de algunos sobrevivientes en papeles terciarios quizá le quite credibilidad dramática (sobre todo cuando “ese” personaje abandona el protagonismo), sin embargo, es ese mismo factor el que surte la emotividad y un verdadero sentido de empatía y duelo hacía aquellos que no pudieron salir de las montañas

 

16 – Blackberry (Matt Johnson) – Canadá

Uno de los productos más interesantes en torno a la tendencia de explorar el origen, caída y legado de algunos desarrollos empresariales. El mérito es establecer su tono de thriller sin que este se sienta artificial o exacerbado, incluso manifestándose como uno de las historias más sorprendentes y trágicas que le hayan pasado a un empresario. La creciente tensión y las amenazas del mundo tecnológico se ven capitalizadas en la construcción precisa de sus dos perfiles protagonistas: el soñador y el tiburón; el primero, un idealista y visionario que será arrastrado por el ego a caer en los vicios del segundo, un CEO voraz y egoísta. Su química y sociedad serán tanto la luz como la oscuridad que vio nacer y morir al legendario primer “smartphone”.

 

15 – El Niño y la Garza (Hayao Miyazaki) – Japón

Impresionante ¿despedida? De Miyazaki, el cual demuestra el porqué es el monarca vivo de la animación. El maestro emprende un muy personal viaje onírico lleno de folclor que representa el duelo y la aceptación, pero que también juega con el concepto espacio-tiempo para respetar dar cátedra existencialista sobre como comprender el pasado (y respetar a los ancestros) para abrazar el presente. Casi al nivel de sus mejores obras, el elemento surreal presente en todo momento dictamina la necesidad de revisar la obra una y otra vez, pues su rica variedad de símbolos crea una experiencia tan profunda que es poco probable que todos ellos puedan ser percibidos en solo una única y primera revisión. Si esta fuera la última, gracias por todo Maestro.

 

14 – Totem (Lila Avilés) – México

Muchas condolencias en la vida diaria suelen ser artificiales, no porque sean falsas, sino porque los asistentes a un sepelio o funeral les es imposible conectar con el dolor de aquellos que han perdido a un ser querido (es natural, pues puede que no sean tan allegados al núcleo familiar o bien no han tenido a la muerte rondando tan cerca de su hogar). Tótem es un condolencia sincera y universal, una pieza artística que traspasa el formato fílmico para establecerse como un discurso humano y comprensivo hacía aquellos a los que la muerte ha visitado. La directora logra un ritual que celebra el traspaso de la vida hacía la muerte, y de paso una de las mejores películas mexicanas de los últimos años.

 

13 – Robot Dreams (Pablo Berger) – España

Expectativa satisfecha de parte de un producto tan simple por fuera, pero bastante profundo en su mensaje. El perro y el robot simbolizan no solo las amistades, sino las relaciones de pareja desde un ámbito psicológico y emocional muy complejo, y que al mismo tiempo es el factor más cotidiano en torno a las separaciones; por un lado, el perro nunca aprenderá de sus errores, seguirá en el confort de su vida sin hacer cambios relevantes para prosperar una relación, simplemente pasando a otro; por el otro lado, el robot sufrirá y tendrá un cambio intrínseco profundo, un nuevo despertar y renacer que lo hará darse cuenta que tanto él como perro estarán mejor el uno sin el otro, a pesar de que el amor sea eterno. Por cierto, gracias Earth, Wind and Fire

 

12 – One Second (Zhang Yimou) – China

Con producción del 2020 pero por fin estrenada el pasado año en algunas plataformas internacionales, el gran Zhang Yimou retoma su mejor nivel retratando lo que mejor hace, el cambio sociopolítico de China simbolizado en un conflicto tan simple como conmovedor, pero esta vez lo hace con mucho amor al cine filmando su “Cinema Paradiso”. El cineasta chino pone al cine como el principal protagonista en un viaje por buscar un proyector para apreciar tan solo 24 fotogramas, los cuáles incluyen la imagen de la hija perdida de un hombre desertor del sistema chino. En esta entrañable odisea de crecimiento, el relieve paternalista tomará otro significado al desembocar en un final apto para las lágrimas más honestas.

 

11 – Tetris (Jon S. Baird) – Estados Unidos

El regreso de Jon S. Baird (excelente director británico con ahora cuatro películas buenas en su currículo) se da con un thriller político y espionaje que aborda la “ficticia” realidad sobre la adquisición de los derechos del juego Tetris y su posterior distribución y comercialización. Un formidable y dinámico ejercicio, el director inglés no solo exhibe una brillante capacidad para encausar un suspenso apremiante, sino también un humor ácido excepcional al recrear de forma semi paródica a sus inmiscuidos, al incluso compararlos como jugadores dentro de un videojuego de cuatro bloques o niveles. Una cinta emocionante, tan madura como entretenida, y con un encausamiento del suspenso excepcional y sorprendente.

 

10 – Godzilla: Minus One (Takashi Yamazaki) – Japón

La mejor de Godzilla, sin duda, y el mejor blockbuster del año; dentro de su gran entretenimiento emerge una profunda crítica a la inclusión de Japón en la Segunda Guerra Mundial, no solo cuestionando el “honor” nipón desde la práctica de “harakiri” hasta la del “kamikaze”, sino también poniendo de relieve la ineptitud tecnológica y la falta de recursos al entrometerse a un conflicto para el cual no estaban preparados. El castigo es supremo, en la forma de un ser desolador y nuclear que simbolizará los pecados y la propia redención del pueblo. Minus One no es una cinta de acción, sino un drama bélico que cala profundo dentro del contexto socio histórico del Japón, pero que también celebra su gran capacidad de reacción en su nuevo orden mundial.

 

9 – Fallen Leaves (Aki Kaurismaki) – Finlandia

El que dice mucho sin casi nada, el que hace reír con los silencios, el que nos hace ser testigos de la más primitiva idiosincrasia humana con diálogos cortos y repletos de humor negro, el alfarero de joyas que nos traspasan la hora y media de duración. Otro de los regresos más importantes, Kaurismaki consigue una de sus mejores obras a partir de otra entrañable historia de amor enfundada en la marginación de la sociedad europea, en aquellos cotidianos que al igual que su cine, disfrutan de cada detalle, botón de la radio, sorbo de café y miradas penetrantes. El finlandés se homenajea así mismo homenajeando al cine mudo y a su transición sonora, pero también nos regala uno de los mejores romances de los últimos años.

 

8 – Bastarden (Nikolaj Arcel) – Dinamarca

Con toques de western y de cine de aventuras, estamos ante un thriller de época épico. La construcción precisa de su contexto histórico, basado en el folclor de su naciente sociedad a través de un “mix” de razas, resalta su principal concepto y giro, que es el origen de una nueva nación a partir de una estructura monárquica y feudal y ese elemento “que se siembra” en aquel salvaje páramo danés.   La parte introspectiva de su antihéroe, su gran villano, pero sobre todo esa libertina y entrañable “romantización” hacía su figura histórica en el final, escapa de “lo cursi” gracias al gran equilibrio que se logra entre su constante tensión y credibilidad emocional. Sin duda una película para recordar no solo en el 2023, sino dentro de la filmografía danesa

 

7 – Captain Volkonogov Escaped (Aleksey Chupov, Natalya Merkulova) – Rusia

Gran y reflexiva película con producción del 2021 y estrenada apenas el anterior año en algunas plataformas (en youtube está completa). Mitad thriller de espionaje, mitad ficción distópica, esta rara combinación hace una violenta crítica al régimen soviético, pero también de manera atemporal a todo sistema de gobierno dictador, opresor y torturador. En contraparte, el Capitán del título emprende un viaje de redención en el que sabe que no habrá retorno, pero si un bello destino mientras busca el perdón de aquellos familiares y víctimas de los muertos y “desaparecidos”. Esta profunda exploración de bondad viene acompañada de hermosas y surreales imágenes, un exceso de cine que proveen algunas de las mejores secuencias del 2023.

 

6 – Anatomía de una Caída (Justine Triet) – Francia

A pesar de que el filme se suscita mayormente en una sala de jurados, la película no pasará a la historia como una de “juicios”, sino como una de las mejores sobre el resquebrajamiento del matrimonio. Triet no te va a dar razón de la muerte de aquel hombre, pero si de las circunstancias del entorno familiar – relacional que acarrearon dicha tragedia. La directora de manera firme se aleja irónicamente de todo juicio personal para llevar a cabo una indagatoria dentro del deterioro matrimonial, afectando no solo la integridad emocional de la pareja, sino también de sus más allegados y así sumando complejidad a este profundo drama y llevarlo con una fuerza y tensión crecientes a un punto de thriller psicológico y del no retorno.

 

5 – Concrete Utopía (Um Tae-hwa) – Corea del Sur

Esta obra deberá pasar a la historia como uno de los mejores remanentes – testimonios en cuanto a la construcción y desarrollo de un antagonista. En efecto, su mayor valor es tener al mejor villano no solo del 2023, sino tal vez de los últimos años sin perder el foco de su narrativa, que es abordar una cruda alegoría sociopolítica sobre cómo desde las cenizas se construye una primera sociedad y forma de gobierno que explorará no solo las corrientes capitalistas, sino también las socialistas y fascistas. Una ficción especulativa y apocalíptica, como toda buena surcoreana combina el humor ácido con un thriller de lo más tenso e intrigante sin concesiones o finales felices, pero si mucha realidad vertida en otra obra que pareciera llegar a la posición de “culto”.

 

4 – American Fiction (Cord Jefferson) – Estados Unidos

La “ficción” referida en su título es el reflejo no solo de la realidad social, sino de la crisis existencial reflejada en la resistencia a expresarse abiertamente, la depresión adulta y una crítica salvaje al consumismo del público. Con cada diálogo y personaje encajando a la perfección, se convertirá en un clásico instantáneo de la comedia americana, pues su sátira es arriesgada e inclemente, pero también sutil y didáctica, y en donde Jefferson crea una rica dualidad en el pensamiento universal en torno a la culpa o la aceptación por los estereotipos no solo raciales, sino de toda índole. Quizá, para eliminar las barreras sociales del progresismo y el racismo, debemos de perder el miedo a decir la palabra “negro”, tal y como hace años lo perdimos con el “blanco”.

 

3 – The Zone of Interest (Jonathan Glazer) – Reino Unido

Glazer explora la cotidianidad de la maldad a través de la mirada cruda e intimista de la familia nazi en Auschwitz. Lo revolucionario es su temple directivo, que recorre cada centímetro de aquel hogar donde reina “la normalidad” de un padre trabajando y los conflictos de una familia originados por las decisiones de la “empresa” en donde el patriarca se emplea; Glazer no titubea en hacer sentir al espectador que lo siniestro casi es acogedor y digno de admirar, y por momentos adapta de manera perfecta su tono “surreal”, principalmente en su avasallante final, para mostrar la contraparte y consecuencias de aquella “ordinalidad” en un avistamiento al futuro, en donde las consecuencias y el legado del terror es visible sin ni siquiera traspasar la pared de aquel campo.

 

2 – Monster (Hirokazu Koreeda) – Japón

Otra obra maestra de Koreeda. Bajo el efecto narrativo “Rashomon”, el japonés consigue una pieza con el mismo nivel e importancia fílmico – social en torno al tema LGBT que, por ejemplo, Brokeback Mountain. Hermosa de principio a fin, el despliegue de sus tres historias desde diferentes perspectivas y en donde todas ellas aluden al “prejuicio”, se unen de una manera poética hacía su emocionante y tenso final y consecuente “redención”, una que podría ser interpretada bien como un renacer terrenal, una liberación del sistema, o hasta un paseo del más allá donde estos dos niños están libres de sus ataduras. Su valor principal radica en la bilateralidad de su mensaje, el cual no solo va del juicio del adulto al niño, sino también del niño al adulto.

 

1 – Killers of the Flower Moon (Martin Scorsese) – Estados Unidos

Bajo las bases narrativas que siempre han acompañado su obra, Scorsese lleva a cabo un relato gansteril que encuentra otra vez un halo de originalidad dentro de su subgénero, estructurando bajo una pequeña y siniestra mafia, un llamado crítico a la sociedad americana sobre un suceso que nunca debió ser olvidado. Repleta de simbolismos, poco a poco se va desenmarañado la naturaleza de aquel núcleo, colocando de vehículo narrativo a un títere manipulado por un siniestro “hijo de puta”, arquetipos conocidos y desarrollados de manera catedrática en sus dos fetiches. El auto homenaje al final es sencillamente EXCELSO, así como su plano final, marcando la hegemonía del mejor cineasta en vida.

 

 

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


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