Las 40 Mejores Películas para celebrar el 4 de Julio

ADVERTENCIA: Este top es tan yanqui, que puede que te haga ir al baño a cagar barras y estrellas

Según las efemérides del día de hoy, corresponde celebrar el día de la independencia de los Estados Unidos, el cual ellos si celebran el día que se consumó, y no el día que se inició. Para bien y para mal, potencia mundial, financiera, comercial y bélica, nuestro vecino del norte es también el líder de la maquinaria fílmica mundial, por lo cual es necesario revisar una serie de películas y recomendaciones que tienen dos factores en común: son desfachatadamente nacionalistas, pero también de muy buena manufactura y/o calidad.

 

1776 (Peter H. Hunt, 1972)

POR EL FETT

Comencemos por el año con este musical y adaptación teatral que narra precisamente con bonitas, pero poco recordables canciones, la independencia de los yanquis. Un producto tan ambicioso como extraño debido a que el drama se come a su presentación original como “musical”, a tal grado que la cinta se va tornando demasiado “dramática” conforme avanza el clímax de la firma del acta, borrando por momentos cualquier esbozo auditivo de por medio. Aún así, sufre de cierta infravaloración fílmica, logrando ser también un muy interesante manifiesto histórico que hasta se podría usar para enseñar historia en las escuelas

 

A League of their own (Marshall, 1992)

POR EL FETT

Está adorable construcción histórica sobre la fugaz liga de baseball de mujeres despliega las mejores cualidades dramáticas y cómicas de sus actrices, las cuáles representan un conglomerado de mujeres tan pero tan americanas como el baseball mismo (O’Donnell y Madonna como principales ejemplos). Geena Davis lleva la batuta de este relato de fortaleza y motivación femenina frente a la adversidad social y bélica, en este último aspecto también sirviendo como un claro panfleto publicitario a la valentía de los dos sexos en tiempos de conflicto. Muy divertida y emotiva por momentos, incluso hasta el condescendiente y cliché final funciona gracias a la presencia de Davis y a la aparición de Tom Hanks.

 

Air Force One (Wolfgang Petersen, 1997)

POR EL FETT

La primera de esta lista es la que quizá más desentoné en cuanto a términos de calidad, sin embargo con el pasar de los años se ha vuelto un clásico noventero y de acción, teniendo también una encomiable impresión de suspenso pese a sus varios momentos absurdos, que justifican también su amplio repertorio de entretenimiento. Incluso su título en español, “Avión presidencial”, hace mayor alusión a lo patriotero de su trama, donde el Presidente Ford hace gala de sus habilidades para defenderse de unos terroristas liderados por Gary Oldman. La frase campeona es punto y aparte: “Bájate de mi avión”

 

American Graffiti (George Lucas, 1973)

POR EL FETT

Uno de los coming of age por excelencia, Lucas consigue adentrarnos en la juventud setentera a través de un ejercicio coral que basa su genialidad en el hecho de estar narrada en tan solo una noche, siendo ese momento el punto de inflexión para que varios amigos tomen decisiones sobre el cual será su futuro y si estos deciden separar sus caminos o continuar juntos dentro de su pequeña comuna juvenil. La disyuntiva no solo es precisa, sino muy entretenida, siendo Dreyfuss el accidental protagónico y en quién recae ese proceso de maduración y de los cuestionamientos juveniles más “complejos” (por así decirlo) del relato. Es uno de los retratos mejor ejecutados y más solemnes sobre la juventud americana

 

American Sniper (Clint Eastwood, 2014)

POR EL FETT

En el género existe un tono muy establecido que crítica la campaña mediante el análisis de la estadía del soldado en combate, psicología y estado emocional; llamado anti bélico, en lugar de ensalzar la batalla, se enfoca en los horrores y consecuencias de esta, proyectándola como insulsa y falsa, una cortina de humo para poder enriquecerse a consta de algunos sacrificios. Pero qué pasa cuando Eastwood no crítica la guerra, sino al soldado y a la sociedad ¿Hay algo más patriota que la honestidad? Muchos llamaron a esto “propaganda patriotera”, siendo totalmente lo contrario: un relato sobre un soldado en particular y su objetivo: servir sin preguntar. Si bien dista de las mejores piezas de Clint, se merece una mención por infravalorada.

 

An American Tail (1986)

POR EL FETT

Con producción de Spielberg y una gloriosa banda sonora de James Horner, “Fievel” inmediatamente se convirtió en uno de los más adorables y entrañables personajes animados de los 80, incluso llegando a ser la mascota oficial de Amblimation. Un relato tan trágico y esperanzador como complejo, Bluth cuenta la historia de una familia de ratones rusos que emigra a los Estados Unidos por cuestiones de pobreza y crimen en su natal Rusia, siendo un vehículo narrativo sutil pero poderoso alrededor del resquebrajamiento “socialista” y la búsqueda del sueño americano. La cinta se convirtió en la película animada con más recaudación en taquilla en su primer día de estreno (hasta ese momento), convirtiéndose también en una de las películas con mayores ventas en el formato de video.

 

Apollo 13 (1995)

POR EL FETT

Apollo 13, Ron HowardQuizá Ron Howard sea el director más blandengue de la historia, sin riesgos y siempre pegado al manual, pero eso no indica que no sepa seguir las instrucciones al pie de la letra (tal y como en la NASA, preciso), siendo su repetición siempre certera para crear atmósferas tan entretenidas como intensas y en este caso en particular, servidas para el triste relato de la misión 13, la cual más en la ficción que la realidad vio su tragedia convertirse en leyenda gracias a la siempre funcional exposición narrativa del director más “útil” que ha parido Hollywood. Con Hanks, Sinise, Harris, Paxton, Bacon y Howard en su clímax como alumno de la escuela Oscar, Apollo 13 es un clásico ñoño por excelencia.

 

Black Hawk Down (Scott, 2001)

POR EL FETT

Black Hawk Down sería una oda al montaje, siendo la ambientación y sus fugaces actuaciones (algunas horrendas), elementos que servirían como meros distractores (o peldaños) para que Scott se vanagloriara técnicamente al filmar la “guerra” en toda la extensión de la palabra. Una muy disfrutable película que no deja respirar durante más de 120 minutos, es impresionante como Scott mantiene la tensión de principio a fin a pesar de extrañamente sacrificar la calidad histriónica (literal y simbólicamente los elementos actorales son prescindibles en la guerra) por el elemento visual con impactantes resultados. Una de las cintas con mayor adrenalina dentro del rubro bélico, las escenas que dan su título son de otro nivel

 

Born on the Fourth of July (Oliver Stone, 1989)

POR EL FETT

Agresiva cinta anti bélica que brilló no solo por la compenetración de Cruise con el papel del trágico y redimido Kovic, sino también por la carga dramática provista por Stone que juega con la corriente neorrealista (aunque traiciona con el elemento de sus conocidos actores); combinando 4 líneas temporales: el deseo de Kovic por ir a servir su país, el conflicto bélico, sus funestas consecuencias y la consecuente reestructuración del personaje para convertirse en la figura política – social que luchó por la paz y por los veteranos, la electrizante atmósfera trágica que se respira a cada minuto encuentra en el pasado de Stone la causa de la también dicha empatía y conexión hacía con aquel personaje de la vida real: dos veteranos unidos por un mismo fin

 

Captain America: The First Avenger (Joe Johnston, 2011)

POR EL FETT

¿Una película de superhéroes situada en la segunda guerra mundial con el súper soldado americano defendiendo todos los valores de occidente? Johnston se vale de una artimaña fructífera que a la larga le dio una de sus películas más entretenidas y sólidas al MCU: copiar y pegar el guion de aquella cinta llamada The Rocketeer (1991), y lo que es mejor, mejorarla en todos sus rubros. Una aventura sencilla que destaca por dos aspectos principales: el primero, delimitar al villano más interesante de la saga (No, no estamos hablando del Red Skull de Hugo Weaving, sino de la asociación Hydra); y el segundo, haber visto la conversión del inepto  Evans en el mismísimo Capitán

 

Coming to America (John Landis, 1988)

POR EL FETT

Malo, pero muy querido clásico de los 80 al servicio y favores del ascenso del rey en turno, un Eddie Murphy que, como pez en el agua, se traslada de una nación ficticia a los Estados Unidos, para redescubrir las costumbres “gringas” y así lograr una por momentos muy divertida, sátira socio racial. La química con Arsenio Hall y la inclusión de James Earl Jones complementan a la perfección el cuadro humorístico de Murphy, en lo que sería una diversificación fílmica de su ya recurrente humor crítico a los mismos estereotipos de su propia raza, la afroamericana. Repleta de un humor ácido y de ese discurso paródico a la comunidad, Murphy logra salir avante de este relato cliché de romance y aceptación. Como nota, por favor evitar la horrenda segunda parte.

 

Dances with Wolves (Kevin Costner, 1990)

POR EL FETT

Una buena película muy odiada debido a circunstancias externas y “pendejas” por parte del Oscar, que decidió premiarla por encima de la muy superior y querida “Goodfellas”, la mejor cinta de Martin Scorsese. Pero no seamos injustos con Costner y démosle el lugar que merece a esta épica a la que no me gusta encasillar como western debido a su complejidad dramática, excelente estructura de personajes y homenaje a los nativos americanos, tres elementos que de nuevo un director muy técnico como Costner encausa de excelente manera para crear un árido cuento de hadas de momentos y secuencias absorbentes. Dances with Wolves trasciende más allá del western, siendo un buen ejercicio de aventuras y romance por igual.

 

The Dirty Dozen (Robert Aldrich, 1967)

POR EDGAR DEL VALLE

Película dirigida por Robert Aldrich con un reparto multiestelar (Lee Marvin, Ernest Borgnine, Charles Bronson, Donald Sutherland) con gran éxito de crítica y de taquilla. Acompañado de un puñado de estrellas, Marvin se confirma como el más rudo líder de entre vaqueros, mercenarios o en este particular caso, de soldados, guiando a un puñado de reos militares que buscará realizar un atentado en contra de la Alemania nazi. En medio de un reparto multiestelar, la actuación de Lee Marvin lleva sobre sus hombros el desarrollo de la trama, de una de las películas de guerra más entretenidas de la cinematografía estadounidense. Sin duda alguna una de las mejores interpretaciones de este gran actor.

 

Forrest Gump (Robert Zemeckis, 1994)

POR EL FETT

A diferencia de lo que muchos señalan, Gump dista de ser una película “mala” o “sobrevalorada”, siendo su pecado la desestimación póstuma que sufrió en comparación a los productos “Oscareables” de aquel año (Pulp Fiction y Shawshank) y por supuesto su pobre envejecimiento de nuevo no por su entrañable narrativa y fábula, sino irónicamente por su sobrexplotada influencia con el pasar de los años. Zemeckis crea un exquisito viaje visual, músico y sensorial a partir de su arquetipo por antonomasía: un individuo que sufre una cadena de infortunios y éxitos a base de la casualidad. La crítica puede ladrar lo que quiera, pero absolutamente nadie puede decir que Gump no le arrancó una sonrisa, una lágrima, una emoción y una parte de su memoria, y es que parafraseándolo: “Gump no será la maravilla, pero sin duda sabe qué es el amor”.

 

From Here to Eternity (Fred Zinneman, 1953)

POR EDGAR DEL VALLE

Multipremiada película, con un reparto multiestelar que brinda una combinación de sobrias interpretaciones, la ganadora de 8 Oscar (incluyendo mejor película) se trata de una de las presentaciones que mayor éxito de taquilla, crítica y público en la historia de las películas premiadas por la Academia. Un gran clásico romántico – bélico, Zinnemann aquí establecería muchos de los estatutos dramáticos con los que la crítica estadounidense mediría las consecuentes súper producciones de este índole. Hacedor de grandes momentos, basta recordar la escena en la playa junto con Deborah Kerr, un verdadero momento favorito y que inmortalizó a este clásico.

 

Gangs of New York (Martin Scorsese, 2002)

POR EL FETT

Una cinta propositivamente pintoresca y un poco exagerada que ha crecido con el tiempo, y que más allá de recrear el origen americano de una de las pasiones de Scorsese en cuanto al tópico de la mafia, representa una de las narrativas más complejas y peculiares en torno al tema paternalista, sustentada en una de las más grandes actuaciones (al menos patriarcales) de todos los tiempos a manos del ya retirado Daniel Day-Lewis. Oscura y ambiciosa, el violento entorno planteado por el director le permite desarrollar de forma fastuosa las emociones de sus protagonistas, enfrentados por una accidental unión que será tanto el trasfondo como el punto de partida pata su brillante y tenso clímax. Hemos de apreciar aquí tal vez el mejor montaje final en su obra, repleto de genialidades directivas.

 

Glory (Edward Zwick, 1989)

POR DASTAN

Considerada una de las obras maestras del cine, film que lanzó al estrellato al director Edward Zwick y al actor Denzel Washington (ganó el Oscar a mejor actor de reparto), estrenada en 1989 y basada en sucesos reales, ambientada en la Guerra de la Secesión a mediados del siglo 18. Narra la historia del 54° Regimiento de Massachusetts, primer batallón conformado por afroamericanos. La película toca temas políticos como los que propuso Lincoln al argumentar que la guerra no solo puede ser entre blancos, todos los que viven en el país tienen el derecho a defenderla. Los afroamericanos no solo buscaban formar parte de la historia, deseaban conseguir su total libertad. Una historia magnifica con acertada narrativa, emblemáticas actuaciones y un final memorable.

 

Gone with the Wind (Victor Fleming, 1939)

POR EL FETT

Toda superproducción debería apuntar a llegar a ser “Lo que el viento se llevó”, una ostentosa pieza de producción y calidad artística embelesada no solo por sus conflictivos valores directivos, sino también por una de las más fieras y legendarios químicas del cine, que a 80 años de distancia y gracias al talento debutante de Leigh y al apadrinamiento cínico de Gable, se convertiría en uno de los símbolos del anti-romance por excelencia, perfectamente estructurada e interpretada. De actuaciones, producción y ambientación elevada, es el pivote actoral que carga con el interés y el sarcasmo para aminorar la carga dramática, y que tiempo después crea hacía con el público esa empatía tan trágica como emotiva. Su última frase es legendaria, catedrática si se tiene en cuenta que en 8 palabras se pueden englobar cuatro horas.

 

Hamilton (Estados Unidos, 2020)

POR EL FETT

En realidad no es una película, sino un montaje “especial” sobre una obra de Broadway, una que por cierto ha sido de las más reconocidas de los últimos años y que en tiempos donde la escena teatral no abría sus puertas por Covid, resultó por lo menos una curiosa experiencia admirarla engañosamente como una película. Inspirada en el libro de Alexander Hamilton (padre fundador de Estados Unidos) y a su vez en la adaptación de Lin-Manuel Miranda, no cabe duda que este cupón de descuento al monumental  Broadway al menos será recordado como uno de los ejemplos más espectaculares y curiosos dentro de la adaptabilidad del entretenimiento artístico, y sobre el relato histórico de la independencia de los Estados Unidos

 

The Hurt Locker (Kathryn Bigelow, 2008)

POR EL FETT

Una cinta sencilla que como una sinfonía, contiene ciertos momentos de notas altas para contrarrestar la pasión desmedida por la guerra de su robótico antihéroe, humano trastocado por la adrenalina y sin ningún sentido de vida más que el de su egocentrismo y auto complacencia. En las notas altas, Bigelow exhibe el anti belicismo y la crítica social de otro conflicto sin sentido, confrontándolo con la falta de humanidad y apego social y/o emocional que representa un fantástico y apenas descubierto Jeremy Renner; en sus notas bajas, hay cierta promoción de panfleto del eterno héroe gringo y eso le resta muchos puntos en su accionar. Aun así, el principal valor de la cinta es que está filmada con mucha astucia y una buena  impresión de suspenso.

 

Il buono, il brutto, il cattivo (Sergio Leone, 1966)

POR EL FETT

Como si tratase del más bello relato mitológico, Leone despliega una excelsa odisea a través del territorio americano en plena guerra civil, donde tres forajidos con motivaciones muy dispares persiguen un mismo fin, un botín escondido en un cementerio. Las asociaciones y juegos mentales entre ellos no se hacen esperar, y Leone entrega su obra más ágil y rítmica, que significa el compendio del género por excelencia, una guía de ficción épica, estética y técnicamente superior que engrandece la historia del lejano oeste y de la cinematografía durante sus más de 50 años de vida, y que será no solo un referente para todas las cintas futuras adeptas a este, sino con quien deben equipararse. Divertida, compleja, trágica, emotiva, dramática y magistral.

 

Independence Day (Roland Emmerich, 1996)

POR EL FETT

Si a 9 de cada 10 millennilas les preguntas su concepción sobre “una invasión extraterrestre”, muy seguramente te dirán algo muy similar o cercano a este clásico cutre, que no por tener unos efectos para su tiempo impresionantes, deja de ser una de las peores películas en la historia de los 90, tan mala y cliché, que el tiempo la ha puesto como “de culto”. Agarrándose de todo y copiando a diestra y siniestra los elementos propios del tópico, a Emmerich al menos se le debe otorgar el hecho de crear con su imaginación, ese cuadro de horror colectivo en el que unos aliens bien pinches feos nos invadirán, para que inmediatamente unos gringos más feos nos salven y se apropien del mundo como agradecimiento. Goldblum es por cierto, lo más decente del film

 

JFK (Oliver Stone, 1991)

POR EL FETT

Una película que cimbró e incomodó a todo un país, no es ningún secreto la cacería a campo abierto que el estado dio a Stone a partir de esto gracias a una excelsa labor de histrionismo e investigación que desembocó en una de esas joyas atemporales que se mueven entre la ficción y el semi documental de manera fastuosa. Con un reparto envidiable y un montaje que, a pesar de durar en su corte del director (por favor véanlo) un poco más de 3 horas y media, JFK se convirtió en el punto máximo de la investigación fílmica y uno de los mejores thrillers en la historia. Es impresionante no solo su reparto, sino el detalle narrativo de Stone hacía cada pista, ángulo, testigo, conspiración y suceso alrededor de aquel asesinato. Este fue el perfecto obituario para JFK

 

The Last of the Mohicans (Michael Mann, 1992)

POR EL FETT

Cinta injustamente relegada a segundo plano dentro de lo mejor de la filmografía gringa. Por una parte Mann logra concebir de manera desgarradora y violenta el conflicto de la guerra franco india bajo una especie de road movie romántico, sin embargo es en su discurso histórico – bélico donde el conflicto y la eliminación racial india toman un papel tan relevante que para su momento clímax, han absorbido la odisea amorosa para exponer un emotivo relato de venganza. Es irónico, pero no solo encuentro fuera de su arquetipo criminal la mejor combinación de pasión y dirección por parte de Mann, encausando una aventura gringa que engloba romance, villanía, historia, suspenso, belicismo y acción (esa última secuencia de la persecución es oro puro)

 

Lincoln (Steven Spielberg, 2012)

POR EL FETT

En Lincoln, Day-Lewis hizo que todos, incluso  Spielberg, le llamarán “Sr. Presidente”, mientras también durante la filmación redactaba cartas firmadas como “Abraham Lincoln” y en el lenguaje de la época. Su desempeño en consecuencia a lo pasional de su método fue PERFECTO, sobrio y digno en cada encarnación de ser preservado en los anales del séptimo arte. Bajo la dirección de Spielberg Lewis alcanza no su personaje más emocionante (también la película carece de ritmo), pero si el pináculo y confirmación de sus dotes artísticos y status de leyenda dentro de la industria y el llamado método, pues sencillamente todo el mundo por fin pudo conocer gracias a sus manos, rostro, andar y voz, quién y cómo era el  personaje político más famoso de la historia estadounidense

 

The Longest Day (Annakin, Marton, Oswald, Wicki, F. Zanuck, 1962)

POR EL FETT

Esta cinta no solo es uno de los referentes del cine bélico, sino también a una de las apariciones más curiosas y sobresalientes de actores como Wayne, Mitchum, Steiger, Burton, Connery y Fonda. Este gran elenco aparece a lo largo de un compendio de historias sobre el conocido evento de la Segunda Guerra Mundial llamado “Día-D”, o el desembarco de Normandía, visto desde varias perspectivas, tanto americanas como alemanas, como varios directores y personajes. Si bien lo también variados directores intentan darle un toque de “objetividad” al asunto, lo cierto es que sus tres horas de duración hacen que casi termines por hablar inglés y enrolarte con el Tío Sam

 

Minari (Lee Isaac Chung, Estados Unidos, 2020)

POR EL FETT

Una de las mejores películas de aquel pandémico 2020, Minari es una entrañable fábula de perspectiva infantil, pero complejamente adulta y fastuosamente ambientada, en donde el sueño americano es resquebrajado de manera brutal, pero a su vez tiernamente esperanzador y sin artilugios narrativos. La esencia del relato, además de la interacción familiar (en especial abuela – hijo) es: narrar la inadaptabilidad de una familia en su esfuerzo por encontrar su adaptabilidad en otra cultura. El llamado sueño americano, construido, quemado y vuelto a construir en una aproximación intimista y sin mucho maniqueísmo por parte de su novato director.

 

Mr. Smith Goes to Washington (1939)

POR EL FETT

Capra – Stewart simbolizan la fábula humana y patriótica gringa, siendo esta el punto más alto (y moralino) del idealismo fílmico – político. Quizá haya envejecido dentro su contexto de crítica hacía el sistema de corrupción y su enamoramiento nacionalista, sin embargo tanto la actuación de Stewart como el tono “humanista” y hasta fantástico de Capra la hacen permanecer como una rica curiosidad más adepta a los primeros valores narrativos de Hollywood. Así mismo la convicción de estas dos figuras hace que el relato evite cualquier toque sensiblero, dando como resultado un emotivo relato que tras corromper la ética del “hombre promedio”, representa una de esas bases argumentales en lo que refiere a la excelente labor de un libreto – actor – director para dar trasfondo y desarrollo a su protagonista.

 

The Patriot (Roland Emmerich, 2000)

POR EL FETT

Es hora de rescatar a The Patriot, una cinta bélica que además de contar con un excelente diseño de producción y valía histórica, es una historia de paternalismo emocionante y cautivador. Frente a todos sus clichés, sentimentalismos y promocionales patrioteros, Mel Gibson (si, él la tuvo que dirigir) equilibra el relato bélico con una venganza paternal, elemento que se convierte en el motif de su protagonista y por ende de la misma trama. Destacar también la construcción del personaje, un factor muy infravalorado y que se vio crucificado por la marca del prestanombres: Roland Emmerich. Mención aparte para la recreación bélica de las guerras, en un manifesto sobre esta fecha.

 

Patton (Franklin J. Schaffner, 1970)

POR EL FETT

Uno podría criticar las razones tan mundanas, malvadas y/o ignorantes de la guerra, pero el amor por la nación puede llegar a ser tan intocable como incuestionable. Independiente de la burocracia y de su impunidad, en muchas ocasiones el deber del soldado se refleja como un quehacer sagrado, defendiendo a su nación de las huestes que lo amenazan, no importando si la empresa es impuesta o bien las creencias son puras y/o arraigadas. Scott como persona rechazó el Oscar por su soberbia interpretación de un frio, calculador y carismático General, pero Schaffner llevó a cabo un perfecto retrato del conocido militar para dignificar la labor del soldado, manifiesto dado en uno de los monólogos más  famosos del cine y que sirven a base de prólogo para el excelente drama bélico.

 

Platoon (Oliver Stone, 1986)

POR EL FETT

Uno de los relatos anti bélicos por excelencia, de nuevo de no ser por la mediación de sus actores estaríamos hablando de una incursión neorrealista y bastante apegada a la verdad por parte de Stone, en lo que es un relato semi autobiográfico de sus propias vivencias en Vietnam y que juegan sutilmente en el rubro de la ficción al situar al “soldado” entre dos padres: la paz y la guerra, ambos en el mismo bando y con el mismo objetivo: sobrevivir. Charlie Sheen entrega la mejor actuación de su carrera, pero es evidente como Dafoe y Berenger se funden en dos papeles tan entrañables (Willem) como siniestros (Tom), y en este especial caso, dando como resultado uno de los mejores villanos del cine de los 80. Ganadora de 4 Oscar, incluyendo película y director.

 

The Right Stuff (Philip Kaufman, 1983)

POR EL FETT

Interesante acervo histórico enmarcado en una entretenida aventura de motes moralistas y de superación personal para el orgullo gringo, protagonizada por el común pero verdadero “underdog” de las misiones espaciales, Chuck Yeager, piloto en romper la barrera del sonido y que con su entrenamiento y pruebas hizo posible que E.U.A. comenzará como segundo en la carrera por la conquista espacial. La historia de quiénes conformaron la Misión Mercury es así una hábil exploración humana que a pesar de rebasar las 3 horas de duración se convirtió en el prefacio fílmico de las aventuras espaciales, con cierta originalidad al contar una historia no tan conocida

 

Rocky (John F. Avildsen, 1976)

POR EL FETT

No creo que quepa ninguna duda del significado de “Rocky” para el cine, la cultura y la sociedad americana, el perfecto arquetipo del inmigrante victorioso dentro del “american way of life”, un paria imperfecto y oprimido por la mafia que encuentra en el deporte el vehículo ideal pata gozar de los privilegios del nuevo mundo. El guion de Stallone es sencillo, romántico, real e identificable al ser un retrato fiel de su problemática, siendo su actuación la perfecta adhesión, la música un gnial ingrediente y la dirección de Avildsen el complemento perfecto para crear variadas secuencias que han pasado a ser parte de la cultura pop, junto con un clímax de lo más emotivo y catártico. La segunda parte sería una torpe repetición, pero Stallone conservaría al menos el registro actoral de su primera, y previo al circo que se desataría desde su tercera parte.

 

The Sandlot (David M. Evans, 1993)

POR EL FETT

¿Hay algo más americano que el baseball? La cautivante historia de este grupo de amigos logró captar con gran nostalgia y habilidad narrativa la inocencia y el gran vínculo amistoso de estos y cualquier grupo de amigos en el orbe, incluso haciendo que por momentos nos pareciera interesante el aburrido rey de los deportes (se tenía que decir y se dijo). Un “one hit wonder” que pasó a formar parte de la cultura pop de la generación millennial, siendo su mayor valor ese toque dramático enfocado en la pérdida del contacto con las amistades conforme se va madurando, haciéndola un producto muy equilibrado y adepto para toda edad gracias a esa combinación de la visión infantil y la narración desde la perspectiva adulta.

 

Saving Private Ryan (1998)

POR EL FETT

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La tesis cinematográfica sobre la horrorosa realidad del conflicto pertenece a Spielberg. El desembarco de Normandía es sin lugar a dudas, dicho por expertos, el retrato más fiel fílmicamente hablando sobre el conflicto bélico, una poesía vertiginosa, sangrienta y llena de suspenso que por sí sola sostiene una fábula tambaleante sobre el súper heroísmo gringo y el sacrificio humano por el bienestar de una ideología patriotera que alcanza por momentos a rayar en lo ridículo ¿Peor a quién le importa con esa fastuosa e impresionista dirección? El salvador de argumentos inverosímiles, el Rey Midas era capaz de mantenerte al borde del asiento  e increíblemente terminando con la misma intensidad con la que comenzó.

 

Sergeant York (Howard Hawks, 1941)

POR EDGAR DEL VALLE

Película con la cual Cooper ganó su primer Oscar como mejor actor, al protagonizar un pasaje biográfico de la vida real del sargento Alvin York, quien luchó contra el ejército alemán en la primera guerra mundial, a pesar de ser un objetor de conciencia. Notable la actuación de Cooper, en una de las primeras y más recordadas cintas antibélicas, que obtuvo un gran éxito de taquilla y por parte de la crítica especializada. Además de su primer Oscar, esta cinta representaría (junto a la siguiente) uno de los escalones del porqué Cooper vendría a representar los mejores “valores norteamericanos”, simbólicamente transformándose en una propia extensión del Sargento York hacía los ojos de la sociedad

 

Team America: World Police (Trey Parker, 2004)

POR ORALEIA

La comedia de Trey Parker (uno de los creadores de South Park), con marionetas presenta a una organización de contra-terrorismo que se dedica, pues, a vigilar y proteger al mundo, brincándose tratados y acuerdos internacionales y haciendo lo que les dé la gana. No hay nada más estadounidense que un retrato simpatético a un grupo paramilitar fervientemente nacionalista ficticio con un humor sumamente ofensivo, porque puede y quiere. La sátira pues, se convierte en una realidad, por lo que la película recuerda y hace alusión al famoso meme: “Es chistosa por qué es cierto”. Una guarrada auto crítica que hay que ver

 

Top Gun: Maverick (Joseph Kosinski, 2022)

POR EL FETT

¿Cuál fue el secreto de Top Gun para hacer uno de los mejores Blockbusters del 2022 y una secuela que aplasta a su atencesora? ¿Quizás fueron sus bajas pretensiones y su sencillez narrativa lo que hizo que este avión fuera más ligero y pudiera elevarse y maniobrar mucho mejor? ¿Quizás fue su excelente trabajo de los pilotos que terminan por ser el elemento que más elevada a esta nave? O quizás que la modernidad y la tradición no tienen por qué estar en discordia, y que lo mejor de los dos mundos se puede utilizar para demostrarle a una industria voraz que las nuevas tecnologías aplicadas con una óptica más clásica pueden generar un contenido balanceado entre lo comercial y la calidad.

 

Yankee Doodle Dandy (Michael Curtiz, 1942)

POR EL FETT

Una cinta que le permitió a James Cagney dar una de sus mejores y más curiosas actuaciones, en un musical mega ultra súper patriotero, que cabe resaltar fue planeada y hecha como propaganda bélica americana durante plena Segunda Guerra Mundial ¿Le quita esto su valor? Un poco, pero no le quita la frescura y la buena dirección tragicómica de Curtiz, a la orden de un relato biográfico sobre el vodevil George M. Cohan, creador del himno norteamericano  “Over There”. La cinta por obvias razones ha madurado mal (salvo la actuación y Oscar de Cagney), pero se mantiene como un ejemplo fílmico de publicidad patriotera por arriba de la media

 

Zero Dark Thirty (Kathryn Bigelow, 2012)

POR EL FETT

Tenía que pasar que, para alcanzar la perfección directiva, Bigelow se juntara con una extensión de su talento en el apartado actoral, una Jessica Chastain que brilla por su naturalidad y enfermiza obsesión por capturar a Bin Laden. Así, Bigelow nos manifiesta  quién fue la narradora que durante algún tiempo comprendió la guerra actual de la manera más cruda y natural posible, desde su raíz hasta su conflicto espiritual y existencial, y así poder impartir cátedra de como plasmar suspenso y ritmo a un conciso drama bélico frente a otros nefastos ejercicios que intentaron lo mismo y fracasaron (Nolan y Ridley Scott, por ejemplo). Bigelow abandona todo absurdo sentido patriotero y se centra así en la psique de su protagonista frente un solo objetivo, la expiación de sus obras.

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


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