Las 5 Mejores Películas de Ben Stiller
Cómico de nacimiento, Ben es hijo de los también humoristas Jerry Stiller y Anna Meara, quiénes obviamente sirvieron de principal influencia para que Benjamin Edward se interesara por la actuación, debutando a sus 10 años en la serie donde actuaba su madre.
Aunque sus primeras intensiones eran convertirse en director y muy a pesar de ser hijo de dos estrellas reconocidas del a televisión, Stiller tuvo que renunciar a sus estudios de cine para buscar trabajo en la actuación, atendiendo a varios castings teatrales, de cine y televisión. La suerte llegaría sin embargo por un cortometraje de 10 minutos llamado The Hustler of Money, parodia de The Color of Money de Scorsese y que lograría tal notoriedad que sería adquirido y transmitido por SNL, programa que incluyó a Stiller dentro de sus guiones.
Tal suceso le daría cierto poder creativo y monetario, por lo que Stiller comenzaría a dirigir algunas cintas. A pesar de que una de ellas se volvería con el tiempo de culto y referente de la Generación X, la crítica en su momento lo ignoraría, por lo que retomaría su también naciente carrera como actor, logrando en Loco por Mary su plataforma ideal para despegar dentro de la comicidad fílmica y gamberra.
Con el tiempo Stiller sabría equilibrar sus actuaciones con su verdadera pasión: el dirigir. A la larga y con más de 130 cintas como actor, 50 como productor y una veintena de títulos dirigidos, Ben se ha convertido en una de las personalidades cómicas (y por momentos dramática) referentes de la Generación X y de aquel estilo incorrecto y extravagante de las pasadas dos décadas.
Celebremos a Ben Stiller en su cumpleaños con sus Mejores Películas como director y/o actor.
Bonus – Dodgeball (Rawson Marshall Thurber, 2004)
Para mi “el gusto culpable” por excelencia. La imbecilidad del libreto y sus pésimas actuaciones son tan excesivas y poderosas que parecen causar un efecto químico en el cerebro, en donde la masa encefálica se ve expuesta ante tanta estupidez y en consecuencia, se rinde ante ese ataque de gags físicos, diálogos babosos, estereotipos groseros y nula corrección política (siendo Stiller la punta de lanza de estos excesos) ¡Demasiado que soportar! Para el momento de la aparición de Chuck Norris todo está consumado ¡Te has vuelto un fanático del Dodgeball! Su legado confirma la expansión de esta enfermedad neuronal, creando una ola de zombis fanáticos (su servidor entre ellos) que incluso instituyeron el deporte de manera profesional ¡Gracias Chuck Norris!
5 – Mystery Men (Kinka Usher, 1999)
La parodia sobre superhéroes por antonomasia cuando aún ni se tenía pensando en acuñar dicho tópico. Con un director fantasma (Usher) y en las manos del propio Stiller, esta colección de parias fuera y dentro de la pantalla (su reparto es secundariamente exquisito) crea por debajo de un lienzo totalmente absurdo e hilarante, una tesis y crítica social hacía el consumo sobre estos personajes casi 10 años antes de que empezara su explotación. Profética, este bonche de adultos atolondrados con poderes divertidísimos seguirán el ejemplo del “Súper Hombre” patrocinado al que solo le importa vender más muñecos, y de nuevo, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
4 – The Royal Tenenbaums (Wes Anderson, 2001)
Por un lado una crítica a todo el sistema de valores familiares americanos; por el otro una sátira divertidísima donde un grupo de inadaptados convergen de manera instintiva hacía con su forzada familia y allegados. Una cinta 100% “comunicativa” sobre los problemas de comunicación, enriquecida con un ritmo y diálogos maravillosos que convierten a todas sus partes actorales en una máquina de engranajes cuasi perfecta (Anderson es capaz de embalar a todos bajo el mismo nivel histriónico en función del relato y no viceversa). Stiller tiene un interesante rol que jugar aquí, la de ser el hijo más afectado, obsesivo, controlador y con serios problemas paternales, lo que se traduce ahora en un control exagerado hacía con sus hijos.
3 – Reality Bites (Ben Stiller, 1994)
Primera labor directiva de Stiller, que sirva esta mención también para explicar por fin por qué este coming of age de la generación X no me parece ni una gran película, ni una labor destacable de sus actores (reclamos que recibí con los tops de Hawke y Ryder), pero si un ejercicio muy loable desde el banquillo en donde Ben manifestó de manera muy natural esa transición y salida del mundo escolar para como marca su título, tener un bocado de realidad. Aunque su tragicomedia es desequilibrada y hay muchos episodios inconexos y/o redundantes, el despertar artístico de Ben se vería reflejado en el personaje de Ryder, que también simboliza la elección por sus dos pasiones
2 – The Secret Life of Walter Mitty (Ben Stiller, 2013)
Aunque Stiller abusa de ciertos elementos previamente desarrollados en otros lenguajes artísticos (musical y publicitario para ser más exactos) para delimitar y desarrollar no solo su trama, sino también a sus personajes, es innegable tanto su frescura argumental como la capacidad de crear momentos emotivos, lo cual crea un inmediato nexo con el cinéfilo ávido por volver a soñar. De aquí parte este teatro onírico, musical y bellamente “Stillizado”, el cual solo crea minuto a minuto sensaciones visuales y musicales que de manera casual conmueven a la audiencia. Ejemplo de esta buena dirección es aquella tremenda secuencia musicalizada Kristen Wiig a partir del himno de David Bowie, uno de esos momentos favoritos del cine
1 – Tropic Thunder (Ben Stiller, 2008)
Una hilarante sátira bélica que un segundo plano es también una crítica tan punzante como audaz hacía la producción fílmica, sus pichurrientos premios hollywoodenses y hasta el llamado “método” actoral ¡Nada se salva aquí! Tropic Thunder es salvaje, desvergonzada, incorrecta y por ende una de las mejores comedias de su década, teniendo a un Stiller desatado y rodeado de una serie de vestuarios y mimos (Cruise y Downey Jr.) que llevan a cabo divertidos y trasgresores personajes bajo sus disfraces. La guerra, un excelente mcguffin, sirve como excusa para encausar una serie de imbecilidades que irónicamente no se alejan tanto de la realidad misma en la que Stiller se desempeña, por lo que su mejor valor es reírse a carcajadas de é l mismo y Hollywood
2 Comments
Vaya joyita es Tropic Thunder, la verdad. Lástima que esté un tanto olvidada.
Por cierto, no sé por qué, pero creí que agregaría Zoolander en el top jajaja
Zoolander es otro gusto culpable, pero creo que Dodgeball la supera