Las 5 Mejores Películas de Carlos Saura

Carlos Saura fue una de las piedras angulares del cine español. Fue uno de los responsables de la modernización de las películas ibéricas, tras salir del hiatus impuesto por la dictadura franquista y las limitaciones para los medios audiovisuales que estas implicaron.

Sus películas se han convertido en estandartes del arte cinematográfico español y han sido influencia para muchos directores, actores y guionistas. Saura fue un mito en sí mismo, la construcción de este se dio particularmente en el periodo de colaboración con el productor Elías Querejeta. Incursionó en el cine latinoamericano con películas como “Antonieta” (México, 1982) o “Tango” (Argentina, 1998).

Poseedor de una vasta filmografía, en la que frecuentemente se tendía al análisis del comportamiento humano y se invitaba a la reflexión, su talento como fotógrafo le sirvió para posteriormente convertirse en director y lograr capturar, a través de sus encuadres, la compleja psique humana. Fue acreedor durante su carrera a varios premios internacionales, como el Oso de Oro de Berlín, Oso de Plata a Mejor Director en dos ocasiones, Dos Premios Especiales del Jurado en el Festival de Cannes, Premio a Mejor Director en Cannes, por mencionar algunos.

 

Bonus – Carmen (1983)

Segunda parte de su trilogía musical, en la que mezcló a la perfección el arte de la danza y del cine y que incluyó “Bodas de Sangre” (1981) y “El Amor Brujo” (1986). Se trató de un ambicioso proyecto que toma como base la ópera de Bizet y nos cuenta la historia de Antonio, el director de una compañía de danza que montará dicha obra y quien ha encontrado en su protagonista al objeto de su deseo. Poco a poco el libreto de la obra va cobrando vida a través de la relación entre director y bailarina, la obsesión y los celos se mezclan en una vorágine hacia la irracionalidad y un dramático desenlace. Como en pocas películas, la música, la danza y la imagen se unen para lograr una depurada obra cinematográfica que le valiera a Saura una Nominación al Oscar y el premio BAFTA como Mejor Película en habla no inglesa.

 

5 – Mamá cumple cien años (1979)

Retoma al personaje de Rafaela Aparicio, quien apareciera en su anterior película “Ana y los lobos” (1972), pero esta vez aborda el tema en forma cómica y plasmando el espíritu de transición que representó el fin del franquismo. Ana, la institutriz inglesa de la familia, regresa a la mansión en la que trabajó años antes para unirse a la reunión familiar para celebrar a la abuela, quien cumple 100 años. La celebración se convierte en un pretexto para recordar los conflictos familiares y esperar la muerte próxima de la matriarca, para repartirse la finca. Presenta las tensiones en un tono tragicómico, narrado en forma de fantasía con tonos surrealistas. Nominada al Óscar como Mejor Película Extranjera.

 

4 – Elisa, vida mía (1976)

Quizás sea esta una de las más logradas películas sobre las relaciones padre-hija. Elisa (Geraldine Chaplin), quien está atravesando por un proceso de divorcio, visita a su padre, quien se ha retirado a escribir sus memorias, para celebrar su cumpleaños. A través de la lectura del diario de su padre, Elisa va reconstruyendo los momentos de la relación con su padre, llevándola a un nivel de profundidad y contrastes emocionales. La narrativa visual empleada por Saura es impecable, valiéndose de la escritura visual, los sonidos, la música, las voces, las imágenes y las referencias literarias, para llevarnos a los entresijos de la memoria. Compitió en el Festival de Cannes, obteniendo el premio de Mejor Actor para Fernando Rey.

 

3 – La Prima Angélica (1973)

Saura conseguiría el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes por esta película, en la que nuevamente recurre a la Guerra Civil Española y sus secuelas a través de la historia de Luis, un hombre de mediana edad quien retorna a su pueblo natal para acudir al funeral de su madre. Los recuerdos de la guerra civil, acontecida en su niñez, lo llevan a revivir su pasado y repensar su presente, particularmente en lo tocante al amor que sentía por su prima Angélica, el único amor de su vida, pero quien está ahora casada. Las transiciones entre el pasado y el presente resultan un valor técnico a destacar en esta película, jugando con las heridas del pasado con ecos en el presente. Además, hace uso de las metáforas visuales para hacer una crítica mordaz a la sociedad franquista.

 

2 – Cría Cuervos (1975)

Regreso de Saura al tema de la memoria para, a través de los ojos de Ana, quien recuerda su vida a partir de la muerte de su madre veinte años atrás. Presente y pasado se mezclan perfectamente para presentarnos a una Ana niña, quien se siente responsable de la muerte de su padre por envenenamiento y cree poseer poderes para invocar al fantasma de su madre. Saura logra con esta película una fábula que funciona como oposición al autoritarismo del franquismo, tomando como metáfora la vida de la niña y su oposición al mundo adulto que la rodea. Recurriendo a elementos surrealistas, Saura aborda temas como el machismo, la opresión, el adulterio, el maltrato psicológico y la eutanasia. Ganadora del segundo Premio del Jurado en el Festival de Cannes para Saura.

 

1 – La Caza (1966) 

Tres amigos se reúnen para ir juntos a una cacería de conejos. Los tres son excombatientes de la Guerra Civil Española, en las filas franquistas. La cacería los lleva a uno de los campos en la que libraron batalla. Sus problemas actuales (divorcios, alcoholismo, dificultades económicas y soledad) se convierten en un detonante para abrir las heridas de la sociedad española de esa época y crear una metáfora, a través de la intensidad de la cacería, sobre la brutalidad de la guerra y los instintos primarios de los hombres. Con una fotografía de exteriores extremadamente cuidada, y una selección de paisajes áridos, Saura crea una atmósfera absorbente, que mantiene la tensión en todo momento, particularmente con una secuencia final que bien podría ser considerada entre las mejores de la historia del cine.

Etiquetas:  

Acerca del autor

Jose Roberto Ortega    

El cine es mi adicción y las películas clásicas mi droga dura. Firme creyente de que (citando a Nadine Labaki) el cine no sólo debe hacer a la gente soñar, sino cambiar las cosas y hacer a la gente pensar mientras sueña.


1 Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

*

*