Las 5 Mejores Películas de Holly Hunter
De sutil presencia, pero gran talento, Holly Hunter ha sido una de las mejores y más equilibradas actrices desde finales de la década de los 80, cuando los Hermanos Coen la lanzaran a la fama gracias a una policía pueblerina que deseaba ser madre. A partir de ahí Hunter se convertiría en un rostro recurrente, y que alcanzaría su clímax a mediados de los 90 cuando sumara a sus galardones el Oscar, el BAFTA, el Globo y el reconocimiento del Festival de Cannes por una de las mejores películas de aquella década.
Selectiva, Hunter ha mantenido su imagen y nivel a pesar de ya no aparecer en el cine desde 2017, estacionándose actualmente en la pantalla chica, y quizá ser más reconocida por las nuevas generaciones como “Elastic Girl” en la franquicia de Los Increíbles.
Celebremos los 66 años de Holly Hunter con sus 5 Mejores Películas
Bonus – The Big Sick (Michael Showalter, 2017)
Una de las mejores comedias románticas de los últimos años; fresca, original y con toques dramáticos y de crítica social – racial exquisitos que permiten un desempeño histriónico envidiable, esta ficción basada en hechos reales confirma que la corriente Apatow aún no había dado su último aliento, siendo fuente de ricos diálogos y situaciones que progresivamente van convirtiendo a esta convencional historia en una compleja fábula romántica que deja conmovidos hasta los más duros de corazón. Holly Hunter brilla como en sus años mozos como la madre – suegra de la “enferma” en cuestión, un papel dramático exquisito y natural, que a la fecha es su última aparición en la pantalla grande (y le robaron una nominación al Oscar)
5 – Crash (David Cronenberg, 1996)
Ganadora del Premio del Jurado, Cronenberg se acercó mucho a Lynch en esta provocadora, morbosa y erótica pieza que de manera irónica podría ser perfectamente etiquetada por su inadecuado título “al español”: Extraños placeres. Su montaje explícitamente sexual fue duramente criticado por un porcentaje importante del público y la crítica, sin embargo hay un sector que no solo la catapultó al culto, sino que incluso también pudo haberse sentido extravagantemente retratado por un Cronenberg que hace una metáfora y énfasis al desapego físico y emocional, siendo más que “sexo”, un choque narrativo brutal hacía las sensaciones más solitarias y salvajes. Hunter hace una química enorme con James Spader.
4 – Thirteen (Catherine Hardwicke, 2003)
Intenso culebrón sobre la adolescencia y sus cambios rebeldes y anárquicos, donde Holly Hunter regala una de las más veraces y brutales actuaciones de madres desesperadas frente a un pequeño núcleo familiar resquebrajado. Esta terapia de shock “materno filial” resultó ser una de las mejores películas en su año, no solo gracias a las actuaciones y enfrentamientos entre Rachel Wood y Hunter, sino también al tono neorrealista que mantiene su directora, decidiendo contar su historia sin distractores visuales, estéticos y/o musicales, para hacer que su cámara sea un reflejo de la tensa relación entre madre e hija, incluso haciendo que sus primeros y cerrados planos sean un manifiesto del encierro emocional y claustrofóbico entre estas dos.
3 – Broadcast News (James L. Brooks, 1987)
Si hubo una película en 1987 con el sueño guajiro de arrebatarle el Oscar a El Último Emperador, esta fue esta injustamente olvidada tragicomedia perfectamente dirigida e interpretada. Una sátira sumamente elegante e inteligente sobre los medios de comunicación y la deshumanización de sus integrantes, en lo que también es una historia de amor, degradación, ambición y repulsión a la orden de un habilidoso y ácido cómico como lo es L. Brooks. Todo parte del triángulo amoroso formado por los protagonistas, donde Hunter es el eslabón de en medio y el foco de la discordia, como una mujer ambiciosa, tenaz, un poco cruel y descarada, pero al mismo tiempo torpe e inestable, papel complejo, divertido y natural que le valió el Oso de plata de Berlín.
2 – Raising Arizona (Hermanos Coen, 1987)
Joyita cómica, sencillamente divertidísima y provista de secuencias formidables que forjarán a la priori el estilo narrativo de los Coen. Un criminal de poca monta se casa con una policía estéril, ambos decidirán robar uno de los 7 bebés de un multimillonario de la región para criarlo como su hijo, no sin antes ser acosados por los ex compañeros de celda del esposo y un cazarrecompesas sacado de la imaginaria de Mad Max, suficiente para encausar una road movie hilarante y de ágil desarrollo que a diferencia de la mayoría de sus obras, prescinde de cualquier sátira o crítica social sin que esto deje exento la presencia de sus arquetipos estúpidos y trágicos. En el papel que la lanzó a la fama, Hunter es sencillamente entrañable, en un papel tan tierno como descarado.
1 – The Piano (Jane Campion, 1993)
Hay algo en El Piano de Campion que la convierte en una película incomparable, y eso es el contraste que logra a partir de lo exquisitamente visual que es, a la par de la intensa violencia que narrativamente sugiere, forjando un cuadro románico erótico, trágico e inexplicable, nacido del chantaje y del abuso, y que poco a poco se va trastornando en placer, sumisión, obediencia y por supuesto… obsesión. El amor queda tan varado como el piano en una primera instancia, mera excusa para desarrollar un trío romántico con una sola y real víctima, la inocencia (metáfora también del amor). Hunter está inmersa e INMENSA, ganando Oscar, Globo, BAFTA y Cannes al servicio de una de las mejores actuaciones de los 90.