Las 5 Mejores Películas de Ian McKellen

Siguiendo los caminos de Olivier, Ian Mckellen es en realidad un extraordinario actor de teatro que gracias a sus grandes virtudes se convirtió también en un reconocido rostro del cine. No por nada el veterano ha visto coronarse en siete ocasiones como el mejor exponente dramático del teatro británico, llevándolo a ser uno de los más grandes referentes shakesperianos por encima de su reconocida labor en el cine a lado principalmente de la fantasía y ciencia ficción

Nombrado Caballero en 1991 por Isabel II, McKellen además es una de las figuras activistas y más representativas del movimiento LGBT, luchando por los derechos de su comunidad desde 1988 cuando se declarara abiertamente homosexual.

Nacido un día como hoy de 1939, McKellen vivió una infancia y adolescencia trágica y agitada, primero resguardándose de la amenaza de los bombardeos nazis, para después quedarse sin madre (a los 12 años) y sin padre (24 años) para pasar a vivir con su madrastra, una mujer que se volvería su primera confidente. Durante este tiempo y a raíz de la muerte de su madre, McKellen encontraría en el teatro una forma de escape emocional, llevándolo rápidamente a debutar en los teatros y obras más prestigiosas de Inglaterra desde 1961; Hamlet, Lear, Eduardo II, Ricardo III, Macbeth, Salieri, McKellen interpretaría tanto en el teatro como en la televisión a muchos de los personajes e iconos teatrales más prestigiosos, y aunque su currículo televisivo y fílmico empezaría desde mediados de los 60, no sería hasta treinta años después, para ser más precisos entre 1995 y 1998, cuando su presencia comenzaría a ser sinónimo de calidad en la pantalla grande.

120 créditos entre cine y televisión y acreedor a más de 50 premios (sin contar los de teatro), celebremos los 83 años de Sir Ian McKellen, sin duda uno de los actores y figuras más mediáticas y talentosas en la actualidad, con sus 5 Mejores Películas

 

Bonus – Apt Pupil (Bryan Singer, 1998)

El tercer film de Singer mantendría su buen paso directivo en mucha parte gracias a que la presencia de McKellen le maquilla las pequeñas concesiones narrativas que el joven director se toma de este relato poco conocido de Stephen King. Es gracias a la interacción y desarrollo del nazi refugiado en los Estados Unidos, que Singer consigue desarrollar un thriller de buena tensión fomentado en el terror psicológico que dicho personaje infunde, y que a la larga desencadenará una excelente secuencia final. Nótese la compenetración que McKellen logra de un personaje al que en su infancia temió y que según sus declaraciones, “dicha figura (el nazi) le creó un trauma que con esta (y otra) interpretación le fue posible lidiar”.

 

5 – Mr. Holmes (Bill Condon, 2015)

Pensemos que conexión mística tuvo que haber para que el personaje de  Conan Doyle cayera en la manos del otrora novelista Mitch Cullin y este fuera adaptado al cine por Jeffrey Hatcher para que Bill Condon dirigiera a  Mckellen gracias a la labor de casting de Lucy Bevan ¿Impresionante no lo creen? Al final todo se resume en Mr. Holmes, una película tan común para poder pasar desapercibida pero tan interesante para poder echarle un vistazo gracias a la labor histriónica de McKellen, el cual logra una soberbia humanización del personaje (un Holmes e decadencia y con demencia senil), lo suficientemente entrañable y realista para convertir a un mediocre film en una gran ejemplo de labor histriónica, situación en la que McKellen ha destacado en toda su carrera

 

4 – X-Men 1 y 2 (Bryan Singer, 2000 y 2003)

Una de las razones del porqué la saga de X-Men se convirtió en uno de los mejores referentes del cine de superhéroes (muy por encima de lo hecho por Marvel y sus vengadores), fue precisamente por su impresión dramática y su acercamiento hacía la ciencia ficción, siendo el primer rubro sustentado de manera soberbia con la química entre McKellen y Stewart, que no solo logran capturar la esencia de los personajes de las viñetas y caricaturas, sino también “exponenciar” su relación, psicología y fraternidad en este conflicto racial llevado al extremo. Es muy extraño viniendo del cine de “supers”, pero hay líneas y momentos estelarizados por McKellen que aún están grabados en el colectivo memorial de al menos dos generaciones. Fantástico en estas dos

 

3 – Gods and Monsters (Bill Condon, 1998)

Un papel que no solo le significó a nivel artístico su despertar mediático y la fama, logrando su primera nominación al Oscar y varios de sus 50 premios de manera internacional, sino que también a nivel personal, interpretar al director James Whale lo llevó a “salir del closet” a os ojos de la industria, logrando una compenetración compleja y conmovedora hacía con el narrador responsable de títulos como Frankenstein y al que McKellen interpreta en su ocaso artístico, pero despertar sexual ¿Irónico verdad? ¿O será el destino? El caso es que para McKellen el despertar sería doble, pues de aquí en adelante se convertiría en una leyenda para los dos rubros: el fílmico y el social

 

2 – The Lord of the Rings saga (Peter Jackson, 2001, 2002, 2003)

¿Gandalf es la parte medular dramática de la epopeya fantástica de Jackson? Sin dudarlo. Logrando una nominación por la mejor película, McKellen logra convertirse no solo en el mago de la Tierra Media, sino en la propia voz de Tolkien y el vehículo narrativo de la odisea (McKellen basó la voz y personalidad de Gandalf en las grabaciones del mismo Tolkien, cuando este leía las líneas de su personaje) ¿Es la primera la mejor de la serie? Al menos en el rubro histriónico y en su desarrollo dramático, si, y en mucha parte gracias al protagonismo y consecuente “sacrificio” – clímax del mago, el cual volvería de una manera más solemne (ese poderío le quita de cierta manera su vulnerabilidad y empatía), pero igual de genial en las próximas dos entregas.

 

1 – Richard III (Richard Loncraine, 1995)

Es un regocijo admirar el máximo talento teatral de McKellen al servicio de una adaptación tan peculiar y exacta como esta, que a pesar de ser por momentos narrativamente torpe y de un ritmo muy cuestionable, basta con que McKellen aparezca en escena para literalmente hipnotizar a la audiencia con su cínico, desmoralizado e hijo de puta y fascista villano. Una versión modernizada y muy bien llevada de la clásica novela de, Shakespeare, pero que en lugar de una Inglaterra medieval se nos transfiere a los años 30, cuando estalla la guerra civil y las dos familias más poderosas se enfrentan por el poder; Magneto puede ser “cool”, Gandalf sin duda su entrada a la posteridad de la cultura pop, pero Ricardo III es sin duda su rol dramático – fílmico más emblemático.

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


2 Comments

  • La verdad ninguno como Ian McKellen para gritar esa linea de MI REINO POR UN CABALLO!!, Ricardo III es la cinta con la que tienes al McKellen mas malvado pero mas efectivo, que hasta hace ver a Magneto como alguien que hasta se volveria heroe con tal de matarlo…

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