Las 5 Mejores Películas de John Hawkes
Buen actor este John Hawkes, traído a la fama por uno de los mejores seriales western y que debido a su talento ha incluso podido gozar no solo de varios protagónicos dentro del cine indie, sino del reconocimiento de la industria gringa al estar nominado en los Oscar y en los círculos de crítica y sindicatos en variadas ocasiones
De un perfil bajo, John Hawkes comenzaría su carrera a finales de los 80, pero no sería hasta mediados de la primera década de este nuevo milenio cuando su rostro comenzara a figurar en un terreno dramático de mucha más calidad, convirtiéndose en un actor de reparto muy solicitado y con más de 140 títulos en su currículo entre cine y televisión
Celebremos los 65 años de John Hawkes con sus 5 mejores películas
Lincoln (Steven Spielberg, 2012)
POR EL FETT
Drama histórico grandilocuente, con un muy pobre ritmo pero perfectamente interpretado por un cast liderado por la reencarnación del Señor Presidente Abraham Lincoln, que se apropió del relato dejando a Daniel Day-Lewis en casa. Aunque sigue siendo uno de las cintas con menos valores directivos de Steven Spielberg, no hay que subestimar una serie de actuaciones de donde John Hawkes es parte, aquí haciéndose cargo de dar vida al coronel estadounidense y posterior senador, George R. Latham, uno de los mayores aliados de Abraham Lincoln, compartiendo pantalla y un par de fugaces, pero excelentes momentos histriónicos gracias a su cercanía con el protagonista. Muestra de su versatilidad y eficacia en estos papeles
4 – Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (McDonagh, 2017)
La película tiene un objetivo claro, y ese es la justicia, y no los efímeros activismos neo progresistas. Como la madre de una chica asesinada, McDormand se traga completamente la pantalla en una vorágine de intensidad y violencia, los cuáles resanan los “deus ex machina” en los que recae el relato de McDonagh, mientras se da a la tarea de personificar un retrato fiel de la impotencia femenina frente a la violencia y la opresión. Gran actuación que se ve complementada por un reparto que no tiene de otra más que tratar de equiparar al de Frances, y que lo logran, incluyendo John Hawkes como el rufián y violentador ex marido, otra faceta de la injusticia social crudamente retratado por este nuevo clásico.
3 – Deadwood (David Milch 2004 – 2006, 2019)
El western gansteril por excelencia que tras tres potentes temporadas de HBO vio su culminación en 2019 con un clímax inolvidable. Deadwood no es lenta, es minuciosa, es filosófica y hasta cierto punto demencial, en lo que también es se convirtió en el show con mejores diálogos y maldiciones en la historia gracias a unos guionistas que no solo comprendieron a la perfección la época del salvaje oeste, sino que con un poco de ficción y hechos reales, hicieron de esta especie de “The Godfather” en el oeste un nexo histórico invaluable entre lo salvaje y la modernización, entre lo primitivo y la llegada del capitalismo gringo y “patriótico”. John Hawkes se daría a conocer con esta serie como el empresario y amigo del sheriff, un excelente papel
2 – Winter’s Bone (Debra Granik, 2010)
POR EL FETT
Este thriller independiente resultaría la perfecta plataforma para desplegar las verdaderas raíces histriónicas y las capacidades de registro de una actriz de apenas 21 años llamada Jennifer Lawrence, sin embargo, dicho logro también corresponde a John Hawkes, el cual apadrina dos inmensas actuaciones, retribuyendo al actor con su única nominación al Oscar como mejor actor de reparto. En el papel del tío “Teardrop”, John Hawkes simboliza el salvaje y precario entorno de esta íntima comuna, la cual se ve ajetreada por una búsqueda que engendra una serie de oscuras revelaciones que no quieren salir de la montaña y que siempre han sido parte del modus vivendi de sus habitantes y familia
1 – The Sessions (Ben Lewin, 2012)
POR EL FETT
En The Sessions, John Hawkes encontraría, 24 años después de comenzar su carrera, quizá su más importante protagónico, demostrando tanto talento como persistencia en un papel por demás complejo. La historia de una terapeuta sexual experta en tratar a personas con discapacidad para que estas encuentren y experimenten su sexualidad, se ve complementada con la presencia de un sacerdote que experimentará desde el relato de aquellas experiencias de la dualidad espiritual desde una forma tan cómica como reflexiva. El retrato honesto y entrañable que logra Hawkes sobre su propósito ante la discapacidad responde a una de las necesidades básicas del ser humano, logrando un manifiesto dramático enorme al convertir lo incomodo en algo naturalmente conmovedor