Las 5 Mejores Películas de Lily Tomlin

Una de las más grandes e icónicas comediantes estadounidenses de todos los tiempos, Lily Tomlin iniciaría su carrera como comediante en clubes nocturnos y cafeterías a mediados de la década de los 60, combinando su temprana etapa humorística con breves apariciones en el teatro.

A finales de dicha década ya contaría con una fama relevante gracias al show televisivo de sketches, Laugh In donde posicionó varios de sus personajes y rutinas. Ahí se convirtió en una de las primeras comediantes que rompió con el estereotipo del drag masculino, retando el estatus quo y encantando a la audiencia con su atrevimiento.

Para principios de los 70 ya contaría con su propio show, y siendo prácticamente ya una eminencia en la pantalla chica, probaría suerte en el cine de la mano de Robert Altman, debutando con un registro dramático y con nominación al Oscar.

Con poco más de 60 títulos entre cine y televisión, Tomlin ha sabido equilibrar su carrera, manteniendo su buena imagen y alejada de cierta manera del mundo de la farándula. Celebremos sus 83 años con sus 5 mejores películas

 

5 – All of me (Carl Reiner, 1984) 

POR EDGAR DEL VALLE

Nuevamente Tomlin nos muestra que lo suyo es la comedia. En esta cinta se acompaña con el actor Steve Martin, en la historia de una mujer millonaria que antes de morir establece que su alma y sus bienes las heredará una joven, pero sucede un gran error, y es que su alma entra en el cuerpo de su abogado. Por su participación en esta cinta, ambos actores protagonistas, recibieron una nominación a los Globos de Oro como mejores actores de comedia. El tono fantástico tan propio de aquella década, encajó de manera perfecta con el humor requerido por la sociedad americana, repleto de gags por parte de Martin y un papel más equilibrado por parte de Tomlin

 

4 – Nine to Five (9 To 5) (Colin Higgins, 1980)

POR EDGAR DEL VALLE

Comedia protagonizada por Jane Fonda, Lily Tomlin, Dolly Parton y Dabney Coleman que narra como tres empleadas cansadas del mal trato por pare de su jefe, planean como eliminarlo. Divertida comedia, en la cual Tomlin lleva el peso del personaje más humorístico, logrando su objetivo al tener los momentos más cómicos de esta cinta. La película tuvo tanto éxito en su momento, que además de contar con nominaciones al Oscar y Globos de Oro (en especial para Dolly Parton como actriz revelación, también componiendo la conocida canción) engendró una serie de televisión. Sin duda las actuaciones de la cantante country y de Tomlin son las que sostienen esta hilarante comedia

 

3 – Grandma (Paul Weitz, 2015)

La película se resume en dos palabras: Lily Tomlin. A quien vemos brillar en una faceta más franca, ácida y gruñona, una deliciosa representación de ella misma, cosa que nunca antes se había visto en su carrera; el mismo Paul Weitz confesó que escribió este papel exclusivamente para ella, algo muy acertado, pues es ella quien carga la película en los hombros y lo hace de una forma excelente. Es una cinta que nos muestra la maternidad desde tres distintos puntos de vista y que expone el tema del aborto sin pelos en la lengua, haciendo de la comedia y la simpleza una mancuerna para abordar temas sensibles sin caer en el drama

 

2 – Short Cuts (Robert Altman, 1993)

POR EL FETT

Una de las mayores características de Altman como director era sino su desprecio, si su objetiva y externa mirada hacía la sociedad humana, siendo una especie juez fílmico y natural observador de sus condiciones. Si bien no fue la primera, Short Cuts a partir de los 90 vino a influir de manera relevante a todas esas historias de relatos independientes que se cruzaban con genuina indiferencia o ignorancia de su entorno, hasta que un común acontecimiento afectara sus vidas. Por momentos puede caer en lugares muy comunes e historias pesadas, pero en términos generales puede ser tan cruenta como conmovedora. Si no la han visto, échenle un ojo a su reparto: McDormand, Robbins, Stowe, Tomlin, Modine, Downey Jr., Lemmon, Moore, etc.

 

Nashville (Robert Altman, 1975)

POR EL FETT

Altman crearía un compleja y divertida sátira sobre la industria musical, excusa argumental que en realidad se convertiría en uno de los estudios emocionales y psicológicos sobre la sociedad americana de los 70 y ese cambio (o decadencia) generacional que se venía asentando y proyectando de manera obvia en la música. Un mundo de personajes desfila bajo la dirección de un Altman comprometido en su narración coral, pero esta vez con un ingrediente extra: la naturaleza “musical” de la cinta. Una de las mejores y más olvidadas piezas americanas en el cine, y muy incomoda en su momento. Tomlin lograría su primera y única nominación al Oscar como una cantante de góspel, madre de dos hijos sordos, que tiene un amorío con un cantante de country

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