Las 5 Mejores Películas de Tom Sizemore
Uno de los actores de reparto favoritos de la década de los 90, Tom Sizemore se destacó a la par de sus problemas de drogas, abusos y alcohol (hasta salió en el reality show de rehabilitación de VH1), por contar con un sinfín de papeles destacados gracias a ser uno de los consentidos de directores como Spielberg, Mann y sobre todo, Kathryn Bigelow, desempeñándose en la mayoría de los casos como un antagónico, antihéroe o “tipo rudo”.
Quizá las nuevas generaciones no lo ubiquen, pero Tom Sizemore siempre causó una excelente impresión en sus papeles, siendo un actor muy versátil y efectivo, e incluso haciendo un par de papeles memorables y con una psicología interesante.
Desgraciadamente, Tom Sizemore fallecería en 2023, habiendo ya caído su carrera tras más de 250 créditos en cine y televisión. Excelente actor de reparto, recordemos a Tom con sus mejores películas.
5 – Black Hawk Down (Ridley Scott, 2001)
Prácticamente su última actuación de relevancia, y muy en la línea de los personajes rudos a quiénes le era muy fácil de interpretar. Black Hawk Down sería una oda al montaje, siendo la ambientación y sus fugaces actuaciones, elementos que servirían como meros distractores (o peldaños) para que Scott se vanagloriara técnicamente al filmar la “guerra” en toda la extensión de la palabra. Una muy disfrutable película que no deja respirar durante más de 120 minutos, es impresionante como mantiene la tensión de principio a fin a pesar de extrañamente sacrificar el trasfondo de sus personajes (literal y simbólicamente los elementos actorales son prescindibles en la guerra). Tom Sizemore interpreta a un carismático general dentro de toda esta carnicería.
4 – Strange Days (Kathryn Bigelow, 1995)
Como su nombre lo indica, Strange Days es una película extraña. Un thriller de ciencia ficción que se destacó por poner de relieve uno de los primeros esbozos fílmicos sobre la realidad virtual, pero también por tomar prestado su contexto de la paranoia colectiva previo a la llegada del nuevo milenio. Aunque abusa de su estilismo, de su duración y de ciertos elementos del cyberpunk, y en especial de las novelas de K. Dick, Bigelow se las arregla para construir en lo surreal, una realidad social que quebrantaría en una especie de búsqueda trágica por su propio redescubrimiento. Tom Sizemore como siempre cumplidor, a pesar de no estar dentro de los protagónicos, a los cuáles les roba presencia y atención en todas su escenas.
3 – Heat (Michael Mann, 1995)
Un imperativo del cine criminal, y una de las mejores cintas de acción y thrillers policíacos por excelencia. Si bien el trepidante ritmo y suspenso impreso por Mann es equiparable a la ráfaga de balazos incesantes en aquella legendaria secuencia del robo al banco (considerada por la crítica como la mejor secuencia de acción de los 90), es también gracias a la madurez y química actoral que la película pudo sobresalir como uno de los pilares del subgénero. Todo se puede discutir con un cafecito, pero la realidad es fue con Heat donde Mann demostró ganarse su lugar en esos rankings internacionales. Tom Sizemore, parte del lado criminal, sería recordado por el explosivo ladrón que verá su fin en aquel magnífico y cruento atraco
2 – Natural Born Killers (Oliver Stone, 1994)
Fabuloso montaje punk de la era MTV, que combinaba tanto el desgaste de la generación X como el nacer del millennial de manera impredecible y única dentro del tópico de asesinos seriales. Es casi repugnante como el espectador llega a sentirse compenetrado con el andar de dos locos hijos de puta que no solo se vuelven justicieros de un sistema aún más roto y demencial, sino que también y a través del guion de Tarantino, se llega a justificar el origen de la maldad en un discurso existencial que se combina de manera brutal con ese escandaloso acto final. Tom Sizemore haría del detective “bueno”, pero muy malo y degenerado sexual, que haría contrapeso a los protagónicos para enaltecerlos de manera enferma como los héroes del relato.
1 – Saving Private Ryan (1998)
Una tesis fílmica sobre la horrorosa realidad del conflicto. El desembarco de Normandía es sin lugar a dudas, dicho por expertos, el retrato más fiel fílmicamente hablando sobre el conflicto bélico, una poesía vertiginosa, sangrienta y llena de suspenso que por sí sola sostiene una fábula tambaleante sobre el súper heroísmo gringo y el sacrificio humano por el bienestar de una ideología patriotera que alcanza por momentos a rayar en lo ridículo ¿Peor a quién le importa con esa fastuosa e impresionista dirección? Por su parte, Tom Sizemore brinda la mejor actuación de su carrera, irónicamente encarnando a un entrañable y rudo sargento, segundo al mando en esta misión suicida. Una actuación de reparto formidable y en perfecta química con Hanks