Las 5 Mejores Películas de Woody Harrelson
A pesar de tomar a la actuación como un método de escape y terapia, los fantasmas del pasado así como sus traumas infantiles han acompañado y caracterizado la carrera de Woody Harrelson. Siendo su padre un sicario profesional, Harrelson vivió sin figura paterna y siendo diagnosticado de dislexia, hiperactividad y trastorno psicológico.
Tras descubrir sus actividades teatrales y tablas actorales, se licenció de artes escénicas en 1983, e inmediatamente obtuvo el papel televisivo que lo catapultaría a la fama, Woody, el ingenuo camarero de la serie de televisión Cheers, que le haría acreedor a un Emmy, entre otros premios. Haría su debut fílmico en 1986, sin embargo la fama en la pantalla grande comenzaría a acrecentarse entrando la década de los 90, con sus participaciones en “Los blancos no saben saltar”, “Una propuesta indecorosa” y por supuesto “Asesinos por naturaleza”, papel que terminaría por confirmar su estatus como uno de los actores de moda en dicha década.
Versátil, Harrelson se ha desempeñado tanto en el drama como la comedia con los mismos excelentes resultados, sin embargo encontraría en ese arquetipo de “villano” o antihéroe e irónicamente de “asesino” su papel “ideal”, siendo también relacionado con interpretaciones de índole polémico.
Celebremos los 61 años de Woody Harrelson con sus 5 Mejores Películas (o series).
Bonus – Zombieland (Fleischer, 2009)
Con una vena cómica acorde a su cínica personalidad, quizá la aglomeración de todas las habilidades humorísticas de Harrelson se vieron reflejados aquí, en una de las cintas sobre zombies más frescas de los últimos años (lástima que la secuela dejó mucho que desear). Siendo prácticamente él mismo (hasta la inclusión – cameo de Bill Murray respondió al fanatismo que le profesa Harrelson en la vida real), su personaje junto con el Eisenberg crean una excelente química y una conexión inmediata hacía con el espectador, en esta especie de “buddy – road movie” que por la diferencia de edades y personalidades funciona de muy buena manera (incluso hasta en esos elementos medio fuera de lugar como los pastelitos y los payasos)
5 – War for the Planet of the Apes (Reeves, 2017)
El punto final a una de las mejores sagas de ciencia ficción se convierte también en el eslabón que embona a la perfección con la saga – filme original. Reeves comprende el mito del simio y lo enriquece con elementos espirituales, metafóricos y argumentos que proveen de lógica y de un intenso tono dramático al relato, y aquí es donde entra el fantástico villano de Harrelson, el cual nos regala un lastimado y trágico ser que hacía final nos regala una escena desgarradora y de una intensidad poco vista en este tipo de films. Cabe destacar dentro de este “Drama del Planeta de los Simios” la química de Harrelson hacía con el personaje de Serkis, Caesar, un elemento ya icónico dentro del género y la cultura pop.
4 – True Detective (Pizzolatto, 2014)
Una de las mejores mini series de la historia, su lenguaje semi fílmico permite la sólida y precisa estructuración de sus personajes frente a un crimen revelado en los dos últimos capítulos. Así pues el interés del relato recae en la investigación psicológica y emocional de ambos detectives, uno de ellos interpretado por un Harrelson que serviría como la parte humana – familiar inestable, pero también como la madura y relacional frente a la otra especie de inestabilidad formada por el también soberbio personaje de McCounaghey. Tal y como la misma serie, la actuación de ambos crece conforme avanzan los capítulos denotando un desarrollo magistral que va forjando el compañerismo y destino de estos “detectives verdaderos”.
3 – Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (McDonagh, 2017)
De toda esta selección (y en realidad de casi toda su filmografía), destaca esta participación debido a que su personaje carece de toda “maldad” o “conducta cuestionable”, un registro con el que Harrelson no suele trabajar a pesar de hacerlo de forma excelente. Ganando una nominación al Oscar y totalmente fuera de su zona de confort, Woody personifica a un afable y humanitario sheriff que tiene que lidiar con la impotencia y explosividad de todo su pueblo y allegados, y en especial con una recia habitante que reclama justicia por la desaparición – asesinato de su hija. La química con McDormand es majestuosa y sus pocos minutos valen oro gracias a la emotividad que brinda las condiciones de su personaje, el cual será el disparo para la redención de aquella mujer y su alguacil.
2 – The People versus Larry Flynt (Forman, 1996)
La polémica historia sobre uno de los hijos más queridos y detestados de América: el empresario Larry Flynt. Una de las mejores biopics de la historia, Forman no repara en convertir a Flynt en un “Mesías” pornográfico; desde su ya escandaloso poster, construye un relato honesto y directo sobre esta desfachatada y revolucionaria figura, trascendiendo el morbo por la libertad de expresión, concepto rector que engloba toda su narración. A pesar de no contar con su mejor ritmo y trastabillar en algunos asuntos emotivos (artificiales), Harrelson se encargaría de ser el complemento perfecto para la punzante visión, el cual incluso logra poner a raya dramática a una Courtney Love.
1 – Natural Born Killers (Stone, 1994)
Fabuloso montaje punk de la era MTV, que combinaba tanto el desgaste de la generación X como el nacer del millennial de manera impredecible y única dentro del tópico de asesinos seriales. Hipnotizadora, es casi repugnante como el espectador llega a sentirse compenetrado con el andar de dos locos hijos de puta que no solo se vuelven justicieros de un sistema aún más roto y demencial (de nuevo la crítica al estado presente), sino que también y a través del guion de Tarantino, se llega a justificar el origen de la maldad en un discurso existencial que combina de manera brutal con ese escandaloso y excelso acto final. Harrelson logra una interpretación trasgresora y majestuosa ¿Será por influencia de su mismo padre? Como sea el caso, parece que aquello fue terapéutico.