Las 5 Mejores Películas de Woody Strode
Más de 1.90 de estatura, Woody Strode fue durante la década de los cuarenta una importante estrella del fútbol americano y un luchador profesional, sin embargo su imponente físico lo llevaron a ser un foco de atención para el cine, los cuáles aprovecharon dicha e imponente figura para darle papeles secundarios de importancia en cuestión a roles extranjeros, africanos, y en el western, en una época donde la inclusión literalmente significaba tener su nombre en los créditos
Más de 90 créditos entre cine y televisión, aunque fue más reconocido por el western, Woody Strode prácticamente apareció en todos los géneros de cualquier película y en cualquier década hasta su muerte en 1994, siendo no solo uno de las primeras y más importantes presencias afroamericanas en el fútbol americano, sino también en el cine. Recordemos a este buen actor de reparto con su mejores películas
5 – Érase una vez en el Oeste (Leone, 1968)
Por El Fett
Sergio Leone basa la excelencia de este clásico en la tridimensionalidad de 4 ases, y tal como lo dicta su título, construye una fantasía que busca y logra abarcar todos los elementos del género; desde el asesino más cruel, el pistolero en busca de venganza y la pandilla forajida, hasta temas tan complejos como la violación y maltrato femenino, la sindicalización criminal y la industrialización del salvaje oeste en un ambiente tanto caótico como utópico. Leone expone con un ritmo lento y amante de los detalles, una visión preciosista que llega a consumarse gracias a la inclusión de tan peculiares personajes que, como sacados de un cuento de hadas, se convierten en los partícipes de esta oda llena de misticismo. Por supuesto, como un hombre de western, no podría falta un fugaz, pero excelente aparición de Woody Strode
4 – The Man Who Shot Liberty Valance (Ford, 1962)
POR EL FETT
Cada vez que mira se vuelve mejor; por medio de una retrospección visual, el senador Ransom (un siempre increíble Stewart) explica a un periodista el porqué de su asistencia al funeral de su amigo Tom (un Wayne curiosamente confinado a un rol secundario), situación que sirve como punto de partida para que la perfección narrativa se dé progresivamente en un recuerdo que John Ford utiliza como metáfora personal para retratar orgullosamente su marca en el género y las diferencias sociales y culturales de la época, resumiendo su metraje en un inmejorable diálogo que sirve como slogan: “se imprime la leyenda”. Un relato de transmutación ante una amenaza inminente anunciada en el mismo título, Woody Strode tiene uno de los papeles clave y más entrañables dentro de la quizá sea la mejor cinta de Ford
3 – Spartacus (Kubrick, 1960)
POR EL FETT
La gloria épica como productor y actor tendrían un alto precio, la enemistad con un aun joven pero brillante Stanley Kubrick atado de manos por lo que cuentan, un Douglas en estado dictador bajo el guion de su también amigo Trumbo (este último escondido y desacreditado por la cacería de brujas). El yugo creativo al que sometió el actor a todo su reparto y equipo de producción causó además de varias rivalidades en el set y un ambiente de caos, un extraño caso de belleza narrativa bajo el simple raciocino de contar con cuatro poderosas fuerzas artísticas (Kubrick – Trumbo – Douglas – Olivier). Al final, aunque por mínimos pasajes, ciertamente atropellada, Spartacus se erigiría como una ostentosa producción de alto valor cinematográfico, y para Woody Strode, su papel más reverenciado y nominado
2 – The Professionals (Brooks, 1966)
POR EL FETT
Imaginemos “The Expendables”, pero en western, con un reparto de primer nivel (Woody Strode incluido), una excelsa fotografía, y lo más importante, un excelente guion. Eso fueron “Los Profesionales” de Richard Brooks, una colección de estrellas del género unidas para el rescate de una “secuestrada” en territorio mexicano. Sin duda una de las más entretenidas cintas de género, la presentación y desarrollo de sus forajidos, así como la impresión de sus maravillosas escenas de acción, se ven ensalzadas por ese sutil giro de tuerca a la mitad de su historia y por supuesto, un final – clímax repleto de tensión y cambios de bando y personalidad. Brooks aprovecha esata tensa y divertida aventura para dar algunos “giros de tuerca” a los arquetipos del género, donde ni los malos, ni los buenos son lo que parecen.
1 – Sergeant Rutledge (Ford, 1960)
POR EDGAR DEL VALLE
Estupenda actuación de Woody Strode en el papel de un sargento de color que es acusado de violación de una mujer blanca en una historia que se desarrolla en el viejo oeste. Nuevamente el actor es convocado por el gran director para participar en esta cinta, en contra del racismo y los valores militares, y que a la misma vez significan uno de los más curiosos y mejores híbridos de John Ford, que combina sus dos temas mejor desarrollados, el del salvaje oeste, y el de los prejuicios humanos. Así mismo, es interesante ver a Ford usando el flash back como principal recurso narrativo, dos años antes de su obra maestra postrada en ese mismo elemento. Sin duda la mejor actuación y la más protagónica de este excelente actor en su carrera