Las 5 Peores Películas de Omar Chaparro
Es de los males quizá el menor, pero aun así Omar Chaparro terminó por vender su alma, su esencia y su humor a la maquinaria de Televisa y a su “sugar daddy”, Eugenio Derbez.
De una carrera muy respetable cuando comenzó de comediante en su natal Chihuahua y posteriormente bajo la cadena televisiva Telehit, a diferencia de los demás inútiles de apellido Derbez, Omar Chaparro emprendió una serie de crítica social a través de sus personajes, dentro de un humor más negro, adolescente y adulto. Los problemas “artísticos” (que obviamente sucumbieron ante lo monetario) comenzaron cuando el chaparro comenzó a hacer cine, comedia para Televisa y locución para los mundiales, convirtiéndose en un literal patiño – payaso a las órdenes de los jefes y su gerente, Eugenio.
Aun así, su talento en la creación de voces y acentos lo llevaron a emprender dos doblajes bastante elogiables y afortunados, uno de ellos “Síndrome”, el enemigo de Los Increíbles, y por supuesto el legendario panda “Po”, siendo más versátil incluso que el sobrevalorado “Burro” de Shrek.
Aunque de cierta manera seguimos respetando su tarea de doblaje y aquella buena primera etapa, desgraciadamente Omar Chaparro ya es parte del problema, por lo que, en lugar de un TOP de nada, al menos se ha ganado un top de LO PEOR. Y que diga que le fue bien
5 – ¿Y cómo es él? (Ariel Winograd, 2022)
Tomando como pretexto el título de una añeja canción, la película que nos atañe, aborda el tema de la infidelidad femenina, la cual a diferencia de la masculina, debe ser perdonada ya que, el esposo es el culpable por no regar la plantita diario, ni decirle cosas bonitas a la susodicha como sí lo hace el taxista bonachón a quien ha decidido buscar para reclamarle le esté dando a su señora servicio completo. El asunto se va a complicar debido a una serie de situaciones dizque chuscas y nada graciosas dando como resultado un desafortunado road movie. En el papel del ruletero “todas mías” Omar Chaparro ofrece una de sus peores actuaciones.
4 – Como caído del cielo (José Bojorquez, 2019)
Pedro Infante muere, se va al limbo y lo retachan a la tierra para que, en el cuerpo de un imitador, limpie sus culpas, se redima después de haber sido tan mujeriego en vida y gane su entrada al cielo ¡Imagínense! Si así funcionara el asunto, nueve de cada diez mexicanos estarían de vuelta en este mundanal mundo. Descabellada idea y tremenda afrenta querer colgarse de la imagen del máximo ídolo nacional, para lucimiento de un “actor” que en esos años ya también se estaba metiendo al mundo de la cantada. Omar Chaparro como charrito monta perros brinda una de sus peores actuaciones.
3 – Compadres (Enrique Begné, 2016)
Buddy film protagonizado por un rudo policía mexicano y un hacker gabacho higadazo interpretado por un actor gringo que ni en su casa lo conocen, literal. Begné quien iniciara su carrera haciendo cine de autor, se va por la fácil con este road movie (¡No se saben otra!) carente de gracia y emoción. Lo peor es el desfile de personajes cada uno más infumables que el anterior: Aislinn Derbez como la esposa, el galán telenovelero Eric Elías como el villano, el “Diablito” Barrientos con su horrorosa voz en el rol de sicario, además de un Eric Roberts que fiel a su estilo agarra lo que sea. Comparado con el mentado Joey Morgan, Omar Chaparro es Marlon Brando. Aún así, es una de sus peores actuaciones.
2 – Tod@s caen (Ariel Winograd, 2019)
Otra insufrible colaboración de la dupla Chaparro-Higareda y la primera de Omar Chaparro con el “che” director argentino Winograd. El asunto va de esto: Mar-tetas es una chava que acepta el reto de conquistar al casanova Omar Chaparro a cambio de que le den un programa de televisión donde aconseje a las mujeres cómo ser ellas quienes elijan a los hombres y no al revés. Lo anterior da pie a que, entre ambos inicie una guerra de los sexos para ver cuál de los dos resulta mejor estratega en el arte del ligue. Fusil de la Cruda Realidad, en donde Omar Chaparro enseña las pompis y nos da (sin albur) una de sus peores actuaciones.
1 – ¡No manches Frida! (Nacho G. Villela, 2016)
La cereza del pastel no podría ser otra que la cinta más transmitida en televisión por cable, la que siempre está cuando sintonizas Cinema Golden, la que sale a relucir en todas las pláticas sobre bodrios del cine nacional, la que no solo es un remake, sino además tuvieron que traer a un extranjero para dirigirla. Bobalicona comedia que nada le pide al peor Adam Sandler en donde un tal “Zeki” (¿En qué parte de México a los Ezequieles les dicen Zeki?), ratero que acaba de salir del tambo, consigue chamba de maestro en la escuela donde su cómplice enterró el botín. Lo supuestamente chistoso radica en las formas en qué educa a los rebeldosos alumnos a punta de pistola mientras se liga a la ñoña maestra Mar-tetas. Hubo una continuación y ambas … ¡Adivinaron! Omar Chaparro ofrece sus dos peores actuaciones.