Las 5 Mejores Películas de Milos Forman
Milos Forman quizá sea una de las figuras más injustamente olvidadas en el séptimo arte. Uno de sus mejores, ganador de 45 premios de entre los que destacan dos de los más grandes premios Oscar en la historia, 3 Globos de Oro, 1 BAFTA, un Oso de Oroy otro de plata del Festival de Berlín y un gran premio del Jurado de Cannes.
Checo – estadounidense, quizá fue su destino como huérfano tras ver encarcelados y asesinados a sus padres en los campos de concentración nazis, o quizá su necia formación como director teatral en contra de la voluntad de su tío, Forman ejecutó con singular maestría una demencia encuartelada en arquetipos heroicos que lo llevaron a erigir un par de joyas artísticas que hoy se cuentan como dos de las mejores cintas en la historia.
Su selección y patente eran claras. Llamando la atención de Hollywood desde su natal Checoslovaquia con dos comedias negras nominadas al Oscar como mejor film extranjero, Forman se respaldaría en la locura innata de Nicholson, moldearía el genio chiflado de un ficticio Mozart, respaldaría la visión comercial del pornógrafo Flint, y soportaría la demencia en su estado más puro por parte de la dupla Kaufman – Carrey, para deleitarnos con una filmografía que no solo abrazaba la locura, sino que también la evaluaba, comprendía y desarrollaba a partir de personajes de corte mesiánico que venían al mundo a proveer de un genio, chispa o aporte sustancial, logrando en la mayoría de los casos un exquisito nivel de emotividad gracias a su gran habilidad narrativa, construcción y progresión de escenas, alejado en la mayoría de las ocasiones (coincidentemente en sus mejores obras) del plano de guionista, labor en la cual se amparaba con íntimos allegados para llevar a cabo su visión.
Gran influyente moderno, Forman solo dejó 13 largometrajes (4 de ellos de su natal Checoslovaquia), dirigiendo por última vez en 2009. Recordemos las 5 mejores películas de este genio perdido entre las generaciones.
5 – Hair (1979)
Forman se despediría formalmente de cualquier esbozo humorístico (aquel que definiría su primera etapa en Checoslovaquia) con un musical que podría catalogarse como uno de los símbolos visuales hippies por antonomasia. Memorablemente entretenido y colorido,este parteaguas en su filmografía se convertiría en un testimonio demasiado peculiar sobre aquel movimiento, debido a la visión “tempranera” (y un poco surrealista) de un director foráneo. Hair, a pesar de no ser uno de los musicales “más recordables”, si presenta algunas secuencias inolvidables que en la actualidad siguen siendo objeto de parodia y homenaje, sobre todo el número inicial Aquarius, todo un emblema fílmico de la felicidad y de “lo hippie”.
4 – The People vs. Larry Flint (1996)
La polémica historia sobre uno de los hijos más queridos y detestados de América: el empresario Larry Flint. Una de las mejores biopics de la historia (Forman es muy adepto esta categoría), el checo no repara en convertir a Flint en un “Mesías” pornográfico; desde su ya escandaloso poster, construye un relato honesto y directo sobre esta desfachatada y revolucionaria figura, trascendiendo el morbo por la libertad de expresión, concepto rector que engloba toda su narración. A pesar de no contar con su mejor ritmo y trastabillar en algunos asuntos emotivos (artificiales), Harrelson se encargaría de ser el complemento perfecto para la punzante visión. Cabe destacar el comienzo del fugaz romance artístico entre Forman y la odiada Courtney Love.
3 – Man on the Moon (1999)
Esta cinta no solo le causó problemas de salud, sino también un robo de energía inconmensurable que casi le restaron todas las ganas de volver a dirigir. Lo cierto es que no se puede Hablar en Man on the Moon de Forman sin respetar a Carrey y viceversa, y es que la destructiva dupla artística no solo causó estragos emocionales (la brutal inmersión, casi posesión de Kaufman en Carrey fue una tortura para todos los involucrados), sino un retrato divertidamente vulgar, sincero, sin mesuras y emotivamente brutal, con un Jim – Andy en estado de gracia y un Forman en tolerancia extrema para servir a aquella posesión espiritista con los escenarios y desarrollos dramáticos de aquel impactante y subversivo comediante (hablo de los 2) ¡Demasiada locura para! Quizá ya no lo pudo soportar.
2 – Amadeus (1984)
Estamos hablando de una de las mayores piezas fílmicas de todos los tiempos. Su puesta escena, reconstrucción de época, sublimes actuaciones y quizá la mejor comunión musical – visual en la historia, escapan de los estándares de Hollywood con la construcción de un “ficticio” e inmaduro Mozart que en su momento afectó la visión de los puristas, pero que a la postre solventarían una narración perfectamente delimitada por los traumas paternalistas y esa responsabilidad hacía la perfección, dote que Forman se encarga de proyectar no solo de parte del genio, sino también por parte de la envidia del rival, dos vertientes que comulgan en un exquisito elemento emocional que hasta la fecha brindan secuencias complejas, grandilocuentes y catedráticas en lo que se refiere a la labor histriónica y al leguaje fílmico en general. Magnificencia pura.
1 – One Flew Over the Cuckoo’s Nest (1975)
El factor común en la obra de Forman: el héroe mesiánico demente. Ya sea desde la percepción de un apóstol empresario convertido a la cultura hippie, del rebelde pornográfico defensor de la libertad de expresión, del artista insurrecto de varias caras, o del genio por antonomasia que debía cargar con la perfección, todos ellos son liderados por la figura del paria y criminal McMuprhy, icono por antonomasia de su filmografía que libera, exime y redime a los que se encuentran a su alrededor, antes y después de su “muerte”. Veamos el ejemplo de los 12 maniáticos apóstoles, la rebeldía por liberarlos del yugo mental a través de la verdad y de por supuesto, una ida a pescar (“El Pescador”), esbozos y pistas que Forman salva de la novela (donde las referencias son más obvias) para construir una desgarradora pieza, catalogada unánimemente entre una de las mejores en la historia; crítica, incisiva, divertida, entrañable, emotiva, una catarsis de sensaciones que culminan con una secuencia final tan esperanzadora como estremecedora.
6 Comments
Es curioso: unos días antes de su muerte había visto One Flew Over the Cuckoo’s Nest, totalmente de acuerdo en que es una obra maestra, mi parte favorita fue el final y cuando McMurphy narra el partido de baseball. Sigo prefiriendo Amadeus, pero puedo ver la grandeza.
Como alguien que sólo ha visto 3 películas suyas (y todas ellas son las 3 primeras del top), siento que su olvido no sólo se debe a que las generaciones recientes no ven cine viejo, sino también porque hablamos de un director que incluso en vida no era muy activo, lo cual lo afecta mucho. Sé que no es el único, pero si lo comparamos a Kubrick o a Coppola (qué también están en la misma categoría), pues se nota quién es más ubicado, aún así, es una lástima la partida de este director.
También, el mismo día que supe la noticia llegó otra devastadora: nos dejó R. Lee Ermey, el Sargento Hartman de Full Metal Jacket, por una neumonía a los 74 años. Descansen en paz, señores.
Que momento tan más surrealista estimado. Es un gusto poder compartir el fanatismo por este excelente director, concordando con sus observaciones sobre su carrera
Mmm, no sé estimado, yo creo que la fastuosísima Amadeus es incluso mejor que One Flew Over the Cuckoo’s Nest. Simplemente todos sus elementos convergen a tal punto de rayar en lo perfecto (considero a Amadeus una de esas cintas que solo están por debajo de películas como The Godfather)
A nivel los dos primeros lugares que El Padrino
Siempre he sentido fascinación por los filmes estilizados de época, específicamente ambientados en el siglo XVIII y principios del XIX, tales como la ya mencionada Amadeus, The duellists y Barry Lindon (y tal vez The Favourite y Retrato de una mujer en llamas, pero las omito porque no me gustan jajaja). Todas estas tienen un “no sé qué” que me cautivan: desde su cuidada fotografía, puesta en escena, música y diseño de producción. Maravillosas
Siempre y cuando su narrativa sea de calidad, esos relatos siempre serán mediáticos y ensalzados a través de la historia