Las Mejores Películas de Jean Renoir

Nació con el arte en las venas, el segundo hijo del afamado pintor impresionista Pierre-Auguste Renoir estaba destinado no solo a concebir la corriente cinematográfica francesa por excelencia, sino también a convertirse en uno de los cineastas mas influyentes de todos los tiempos. La enseñanza de su padre la trasladaría al cine con cuentos realistas que se definirían bajo tonalidades de fábula, tal y como su escuela impresionista, Renoir daría pinceladas para resaltar esa aguda percepción sobre la realidad social, cultural y política, siendo también un estrafalario y conocido comunicador de la paz a través del lenguaje fílmico.

Escritor, guionista, productor, director y comunicador, tal y como su primer oficio ceramista, Renoir esculpió la historia del cine francés bajo un alto precio, pues a pesar de que su estilo y figura sobreviven gracias a su influencia en otros cineastas, su misma obra ha sido olvidada por las generaciones actuales.

Un día como hoy nace Jean Renoir, el edificador y pacifista del cine francés, el enemigo de la Segunda Guerra, una Leyenda del Cine.

 

Bonus – This Land is Mine (1943)

POR EL FETT

Dentro de las cintas menores de Jean Renoir se encuentra esta curiosidad patriotera en plena Segunda Guerra sobre un profesor que, incapacitado por su inseguridad de declararle el amor a su compañera de trabajo, será enfrentado directamente con el conflicto y los nazis, cambiando su perspectiva cobarde por una heroica. Así como se lee, es, un melodrama moralino con un mensaje de “no retirada” ante la ocupación nazi y que guarda sus mejores valores en las actuaciones de Laughton y Maureen O’Hara (maestro y alumna juntos de nuevo. Significó para Renoir un éxito en su  momento, pero con el tiempo se fue diluyendo debido a lo manipulador de su relato y la caducidad de su mensaje de propaganda.

 

Bonus – The Southerner (1945)

Por Jose Roberto Ortega

Las contrariedades de una familia de bajos recursos en su lucha por establecer una granja de algodón en la Texas de los años 40’s, siguiendo sus esfuerzos durante un año completo. Renoir hace una crítica punzante al capitalismo y al abuso de los dueños de los medios de producción, haciendo una oda a la voluntad y a la resiliencia de la clase obrera, con un protagonista que se rehúsa a optar por el camino fácil de trabajar en la fábrica y “aliviar”, si acaso efímeramente, sus problemas, con un clímax doloroso y a la vez esperanzador que eleva una bien llevada trama, que evita caer en lo lacrimógeno debido a la maestría de su director. Le daría a Renoir su única nominación al Oscar por Dirección y le merecería el premio principal (precursor del León de Oro) del Festival de Cine de Venecia.

 

5 – La Golfa (1931)

POR EL FETT

Así como Jean Renoir instituyó muchas de las bases del thriller, el drama bélico y la naturalidad de la “nouvelle vague”, también lo hizo con el cine “noir”, y en este especifico caso, incluso sirviendo como trampolín para uno de los remakes que se considerarían a la larga como una de las más grandes cintas del género: Scarlet Street de Fritz Lang. Esta primera versión no desmerece, pues la historia de una prostituta y su proxeneta que chantajean a un pintor que se ha enamorado de ella, es otro estudio de caracteres solitario y deshumanizado que marca la decadencia de los barrios franceses y la hipocresía de su sociedad. Gran cinta que también retó al modus vivencial europeo en su momento (desde el mismo título)

 

4 – La Bestia Humana (1938)

POR EDGAR DEL VALLE

Inspirada en la novela homónima de Emile Zola. El maquinista de tren Lantier es un hombre solitario marcado por el estigma hereditario de la locura. No puede reprimir su misoginia y su trato con las mujeres es muy violento. Considerada una de las mejores películas francesas de todos los tiempos, Jean Renoir se sirve de este complejo drama con tintes de noir para realzar la salvaje y primitiva condición del humano, poniendo de relieve el desarrollo de la relación entre los personajes de Gabin (de inmensa actuación) y de Simone Simon en un juego emocional y psicológico muy adelantado a su tiempo. Un clásico no lo suficientemente valorado y que sería influencia inmediata para otros crecientes y contemporáneos “maestros del suspenso”.

 

3 – Los Bajos Fondos (1936)

POR EL CINE ACTUARIO

En su obsesión por escudriñar la psicología y los entornos de las clases sociales más marginadas, Jean Renoir nos retrata de manera literal aquellos “bajos fondos”, pero en esta ocasión y a diferencia de sus otros ejemplos más equilibrados hacía la crítica y el enfrentamiento entre estratos, aquí busca quizá el único esbozo de esperanza dentro de aquella pobreza, y esa es la fraternidad. Por tal razón, no es raro que la historia gire en torno a un rico que se convierte en pobre, primero de manera impuesta, para después hacerlo por propia convicción gracias a una serie de infortunios con un “ladrón” que a la larga se transformarán en una gran amistad. Gabin es, como siempre, la extensión suprema del director.

 

2 – La Gran Ilusión (1937)

POR JOSÉ ROBERTO ORTEGA

Historia potente acerca de las relaciones humanas. Jean Renoir nos presenta la historia de un grupo de prisioneros franceses quienes son capturados y llevados a un castillo que funciona como campo de concentración. A través de un relato lleno de ironía, en la que las divisiones de clases son de alguna manera disueltas ¿cuál es la ilusión? ¿La posibilidad de escapar? ¿O la de ser civilizados los unos con los otros? Renoir refleja los horrores vividos en la Primera Guerra, mientras advierte lo que se avecina en la Segunda. Una película de guerra en la que no se da foco a batallas o a intrigas de espionaje, y que ha influenciado a todo tipo de películas bélica gracias a su mensaje social.

 

1 – Las reglas del juego (1939)

POR EL FETT

Quizá sea la cinta más importante (e influyente dado su año) en el juego y la crítica hacía los estereotipos de las clases. La aristocracia y la servidumbre se entremezclan en una red de misterios, pasiones y rencores bajo un nuevo régimen impuesto, el del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Así pues, el establecimiento de “las reglas” es literal en este nuevo tablero de juego, donde el conflicto bélico se erige como el reinicio y posterior creación de un nuevo orden ¿o será solo una pausa para la permanencia de estos estereotipos? La cinta es una obra tan minimalista como atemporal, con una gran calidad técnica y una narración dramática que se vale de ciertos tonos satíricos para su funcionamiento.

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